6. ¿Quién es ella y porque dice ser Barbara?

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Toby se encontraba decorando la casa y ayudando a colgar globos de letras que juntándolos todos, se leía: bienvenida a casa, todos juntos en el enorme jardín de los Parker.

De verdad que seguía sin poder creer que ya habían pasado cuatro años desde que Barbara se había ido y, sorpresivamente había pasado todas sus materias en una escuela religiosa, además parecía que con notas perfectas.

Y ahora, estaba poniendo globos para darle la bienvenida a su compañera de peleas por años.

Lo sorprendente era que su madre, la misma que le había prohibido ir al extranjero a estudiar, había dicho claramente:

"—Mi hija ha cambiado y madurado tanto. Es tan lista y bella. Estoy tan orgullosa de que mi hija sea el mejor promedio de la generación"

Tobías no le podía creer más que el hecho de que era guapa, y en realidad por tanto que le molestara la presencia de Barbara, no podía negar que sus ojos azules eran impresionantes y su cuerpo, bueno la última vez que vio una foto reciente... ni hablar. Tobías estaría babeando por Barbara si no la conociera tan bien.

Ella no solía ser tan mala. Y en realidad, no todo empezó la vez que se conocieron en Disneyland, porque esos solo fueron peleas infantiles que no eran nada comparadas a cuando empezó el odio de verdad.

Toby tenía diez y Barbara nueve cuando los padres de él murieron. Habían viajado en un avión privado a Alemania, cuando descubrieron que no habían podido aterrizar y el avión se desplomo. Y eso fue todo lo que le dijeron a Tobías. Y el cegado por el dolor y a tan temprana edad la única conclusión era que Diego había matado a sus padres.

Claro, el solo pensaba así porque el Jet en el que viajaron era de él.

Inmediatamente los señores Parker lo acogieron en su casa y lo trataron como un hijo más, cosa que a Barbara no le gustaba ni le gustaría jamás.

Al principio lo comprendía: ella siempre había sido hija única y no estaba acostumbrada a compartir. Y ella nunca demostraba que le interesaba ni un poco la muerte de sus padres, incluso solía ser tan cruel que siempre hacía sentir miserable a Tobías por ser huérfano.

Ella desde pequeña solía ser hiriente con palabras, pero cuando cumplió doce, paso algo peor porque Barbara descubrió su arma principal: su belleza.

Era tan jodidamente hermosa y lastimosamente, o para suerte de ella, estaba consciente de eso y comenzó a aprovecharse de sus encantos y a dominar a todo ser en su camino, incluso con sus padres.

Pero nunca podía con Tobías, porque solo él conocía el interior de Barbara, y se alegraba de que podía guiarse más por su personalidad que por su físico y sus encantos.

— ¡Ya viene la señorita! —jadeo una de las empleadas que le estaba ayudando a decorar el jardín a Tobías.

Tobías se alejó y entró a la casa para buscar su saco y en su camino, se encontró a su novia Cindy, quién llevaba un vestido rojo vivo que hacía que su piel blanca se viera más hermosa y sus ojos resaltaban como nunca. Su cabello rubio estaba suelto con ligeras ondas cayendo en su espada.

— ¡Te ves hermosa! —saludo Tobías besando sus labios. Le encantaba Cindy y lo hermosa que lucía por dentro y fuera.

—Gracias —ella se río nerviosa y oculto su cabeza en el cuello de Tobías, nunca podría acostumbrarse a un trato como el que él le daba y a Tobías le encantaba que ella se sintiera así por él. Así que la abrazo fuerte.

— ¿Por qué no me avisaste que habías llegado? —pregunto él, sintiéndose un poco menos nervioso con ella en sus brazo.

—Porqué acabo de llegar. —se río ella y beso a su encantador novio.

Inmediatamente ambos se perdieron en los labios del otro, hasta que escuchar el carraspeo de alguien a su lado.

— ¿Interrumpo algo? —escucho decir a una voz familiar. Cindy se separó y el rojo en sus mejillas se hizo visible. Cuando ella se acomodó a un lado de él, pudo ver quién era quién los había interrumpido.

Y casi se queda boca abierto. En frente de él estaba una versión más madura, alta y hermosa de Barbara. Ella estaba parada enfrente de ellos sonriéndoles amablemente. Llevaba un vestido color hueso hasta medio muslo, con un saco abierto a cuadros que le llegaba casi a los tobillos. Su cabello ahora era completamente café y ya no llevaba ondas en él, ahora era completamente lacio.

—Barbie... —mascullo él, sin aliento. Aún no sabía que decirle, estaba perdido en esta nueva versión de ella.

—Hola, Toby—ella lo abrazo por el cuello y casi no pudo reaccionar... ¿Barbara Parker abrazándolo?

—Wow, has crecido tanto... —apenas logró decir Tobías cuando ella dejo de abrazarlo.

—Sí... —asintió, con la voz más ronca que Tobías recordaba y con la mirada desviada. —Tú también.

Él asintió de la misma manera que ella, y recordó que a su lado estaba Cindy, entonces la tomo por la cintura y la acomodo un paso más adelante.

—Oh, uhm... Barbara, te presento a mi novia —dijo con un tono algo incómodo en su voz, pero de pronto el recordó que la belleza de Barbara, no era para dejarte opacar a la primera. Entonces se sintió más orgulloso de su chica cuando pronuncio su nombre. —Barbie, ella es Cindy Howthorne, y Cindy, ella es Barbara.

—Hola Cindy, ¡mucho gusto! —Barbara estrecho la mano de la rubia y le sonrió. Tobías estaba al pendiente de cada acción y gesto que ella realizaba y se veía realmente amable. No vio ni una gota de descaro en sus acciones, pero no se fiaba del todo. ¿Quién era esta persona que se hacía llamar Barbara?

—Estás tan diferente de como eras en la secundaria. —hablo por fin Cindy.

Tobías espero por un comentario sarcástico, y después rodara los ojos y se marchara totalmente aburrida, pero sorprendiéndolo de nuevo, se río de manera nerviosa.

—Creo que todos estamos muy diferentes. —dijo con voz muy dulce y luego, Tobías vio como su mirada se desviaba a la mano que tenía posada en la cintura de Cindy. —¿Cuánto llevan de novios? —pregunto.

—Tres años. —respondió la rubia de inmediato.

—Que bien, o sea que van en serio —volvió a sonreír y miro una parte lejos de donde ellos se encontraban. —Creo que iré a saludar a todos, nos vemos. —Y sin esperar una respuesta, salió al jardín.

Tobías devolvió la atención a su novia y esta la abrazo.

—Como que se extrañaban demasiado. —se burló ella.

Ajá, claro... —respondió Tobías sarcástico. —esa de ahí no es Barbara, ¿segura que no me puso un letrero que dice "patéame" en la espalda?

Cindy rodo los ojos y se separó de su chico.

—No, y déjate de juegos. Parece que Barbara ha madurado y tu deberías hacer lo mismo.


¿Comprometidos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora