Memorias

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Rukia supo que cuando le encomendaron esa misión estaba a un pie de perder su tranquilidad emocional que tanto tiempo le costó controlar.

Estaba de pie, en el poste de luz frente a la casa Kurosaki viendo como Ichigo terminaba de guardar sus cosas para ir a clases. No estaba segura si Isshin o Karin podían verla, había hecho todo lo posible para ocultar su reiatsu y pasar desapercibida, lo único que podía hacer era observar a Ichigo vivir su tan anhelada vida normal. Lo vio gritar algo que no alcanzó a escuchar, pero supuso que sería a Yuzu avisándole que ya bajaría a desayunar.

Cerró los ojos un momento, recordando el día que el comandante le había encomendado esa misión.

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FlashBack

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Fue Nanao quien la fue a buscar en nombre del comandante general. Desde la guerra contra Yhwach los shinigamis estaban más que ocupados en restablecer el orden de la Sociedad de Almas, y Rukia, desde el fallecimiento del capitán Ukitake, no ha tenido descanso.

-Buenos días, Kuchiki-san- dijo Nanao cuando entró al decimotercer escuadrón.

-Ah, Nanao-san, buenos días- saludó Rukia levantando la vista unos segundos de su papeleo- ¿Qué te trae por aquí?

-Es una orden del Comandante General- explicó ajustándose los lentes- Quiere que te guie hasta él.

-¿ Kyōraku -sama necesita verme? ¿Acaso va a encomendarme una misión?

Por un momento, Rukia pensó ver en los ojos de Nanao un brillo de compasión, pero rápidamente borró esa idea.

-Lo mejor será que me acompañes- dijo y luego comenzó a caminar. Rukia se levantó para seguirla y en cuanto vio a y les pidió que continuaran con el trabajo que ella estaba haciendo.

El camino hasta el cuartel general fue silencioso, a Rukia no le molestaba, pero algo le decía que Nanao sabía la misión que estaban por encomendarle. Y por un momento, temió lo que Shunsui Kyōraku tenía pensando decirle.

-¡Kuchiki-san! Adelante, adelante- dijo Kyōraku cuando la vio llegar.

Rukia pensó que aunque estuviera al mando de toda la sociedad de almas, el capitán no perdía su carisma.

-Buenos días, Kyōraku-sama.

-Siempre tan formal, Kuchiki-san- rio, pero luego se perdió todo atisbo de sonrisa- Hay una misión que necesito que realices tú, teniente.

-¿De qué se trata?

-Tienes que ir al mundo humano.

-¿Al mundo humano?

-Así es... sé que esto puede ser difícil, pero solo confío en ti para completar con éxito esta misión.

-¿Qué quiere decir?

Detrás de él, sus tenientes permanecían serios. no parecía afectarle nada de lo que su capitán decía, pero Nanao había cerrado los ojos, como si así pudiera contener el impacto de la orden.

-Quiero que vayas a Karakura... y observes todos los movimientos de Kurosaki Ichigo.

-¿Cómo...? Capitán, no entiendo... Ichigo... Ichigo ya no tiene más sus poderes- dijo un poco alterada- Ichigo no tiene ningún solo recuerdo sobre la Sociedad de Almas, o nosotros, o...

-Lo sé, Kuchiki-san- interrumpió- Pero no podemos dejar que una guerra como ésta ultima vuelva a suceder, y la amenaza de Yhwach sigue en pié, lo mejor es prevenir.

Deathberry una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora