III - 19

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No había poder que sacará de la dicha a aquellos cuerpos, no había boca que parará de hablar de todo lo que harían para la fiesta sorpresa de Yoongi, todos estaban tan emocionados que no medían el volumen en sus voces.

Los comensales parecían atentos a su conversación, y se le unían indiscretamente al hacerse partícipes de la opinión, pero no era culpa de ellos, sino de estos que de la emoción, no sabían cómo parar, ni como bajar la euforia de esa gran victoria.

Ahora los herreros conocieron el karma, Seungyoon se ocupaba comprando las cosas para decorar la fiesta, que no escuchaba su celular sonando una y otra vez. Quien lo escucho fue Jungkook que estaba detrás de ella en el súper mercado. Con una seña le hizo saber aquello y Kim salió corriendo a contestar.

En los senderos del almacén Hoseok y Jeon se paseaban echando al carrito todo lo que veían como potencial para la celebración, Eunwha no los dejó pisar el suelo del pasillo de comida, sabía cómo se volvían y prefirió ella solita escoger lo que comerían. Pensó en que platillo prepararle, debía ser algo especial y delicioso, algo que le recordara a Yoongi cuánto le amaba. Así que decidió hacer una mezcla de todos los platillos preferidos de su hijo. Cada uno y con paciencia.

Todos se miraban emocionados por ver el bienestar de Yoongi, y aquel era un hombre afortunado, 5 personas esperaron sin afán su mejoría, y esas mismas 5 se quedarían incluso si el mundo se les viniere encima.

Yoongi resistió tanto tiempo por esto, algo en su interior permaneció intacto, con quiebres y rasguños, pero nunca roto. Ese fue el llamado al auxilio, una pequeña luz se escapó por alguna ranura y de allí vino la ayuda de Seungyoon. Sino hubiera sido por él mismo, ahora no se estuvieran preparando para una fiesta, Min Yoongi ya hubiera muerto hace tiempo.

Seungyoon quedó en un acuerdo con el herrero, un cruel recuerdo fundido en un precioso anillo. La navaja quedaría entre las teclas del accesorio. Quedó así para el domingo, una semana entera para que solo se ocupase en hacer exclusivamente su pedido.

—No quiero que Yoongi descubra nada— Hoseok le comento su miedo a Jungkook— Ya sabes cómo es, cualquier pasó en falso y comienza a sospechar. Yoongi no es fácil de engañar.

—Y conociéndote, se lo dirías al instante.— Jeon añadió— Ya has arruinado sorpresas antes.

—Lo sé,— rodó los ojos— por eso te lo digo.

—Solo tenemos que ser prudentes Hobi, al hablar y al actuar, esto es algo muy importante y no queremos arruinarlo.

Ambos charlaban a las afueras del local. Mientras esperaban a Eunwha y a Seungyoon. Los sacaron por estar molestando con los accesorios para las fiestas, si, juntos eran un desastre y el trío, una catástrofe. Cuando salieron, fueron rápidamente a ayudarles con las bolsas. Se fueron en el auto de Hoseok, una camioneta que tenía espacio suficiente para todas las cosas que traían.

—¿Compraron cosas suficientes? ¿Bombas, serpentinas, y confetti?— Hobi pregunto, asegurándose.

—Claro que sí, Hoseok, no nos olvidamos de nada, así que no te preocupes.— Kim le respondió.

—Espero que no. Porque nada puede salir mal.

Era la primera vez que planeaban una fiesta sorpresa para Yoongi, y quería que todo saliera impecable, era por algo muy importante y nada tenía que arruinarse. Absolutamente nada.

Al llegar a casa, Kim le pidió a Hoseok que llevase las cosas a su morada, era la única manera de que Yoongi no sospechara nada. Cumplió con lo dicho y ahora solamente quedaba Jungkook, quién les ayudo con la comida que llevaban.

Three Weeks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora