17.

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MAYA

Miro el calendario, tengo un atraso de tres semanas, lo dejo a un lado y aprieto los labios, ¿cómo puedo ser tan tonta? ¿cómo pude olvidarme de hacer las cuentas?,eh estado tan ensimismada que e perdido la noción del tiempo, mire en mi lista de contactos de mi agenda telefónica y marque el número de mi ginecólogo, es mejor salir de dudas...listo, ya tengo mi turno, me miro al espejo y toco mi vientre, ¿será?, un pensamiento me embarga, tengo un contrato matrimonial con Daniel de sólo seis meses, apenas llevo un mes, aunque nuestra relación es diferente desde entonces, aun él sigue siendo duro como siempre, a pesar de ser un buen hombre, el miedo me invade, ¿y si Daniel,a pesar de que pueda estar esperando un hijo suyo,aun así quiere que me vaya? , mis sentimientos por él no lo voy a negar, amo a ese hombre difícil.

-No se lo que pasara- digo en voz alta a la pequeña cosita que crece dentro de mi.

Bajo al comedor y Daniel esta con su tablet, doña Alba desayuna, coloco la taza de café de Daniel y él me lo agradece, yo me siento a su lado.

-Que extraño...- rompe el silencio su madre, él levanta la vista- no escucho quejarte por el café como el otro día- le guiña un ojo a su hijo y se ríe.

Daniel la fulmina con la mirada y yo miro a uno y a otro buscando una respuesta.

-Es que la pobre de Lisa se llevo una fuerte reprimenda por parte de tu esposo porque no preparo el café como tu lo haces- explica risueña.

-Mamá... - Daniel esta avergonzado por muy extraño que parezca- sera mejor que me valla de una vez- dice agarrando su taza, al levantarse me besa en la mejilla.

-Daniel- él se da la vuelta- iré a ver a mi madre pero estaré para al mediodía- le aseguro.

-No hace falta, tomate tu tiempo, es tu madre- me dice y desaparece.

-¿Te encuentras bien cielo?- me pregunta Alba.

-¿Qué?- estaba distraída.

-Que si estás bien, estas algo ojerosa.

Agacho la mirada, no se que contestar, no me había dado cuenta que estaba con ojeras.

-No dormí bien anoche, estoy preocupada por mi madre, ayer hable con ella como hago siempre y me dijo que mi hermano fue a verla, temo que fue para tantear el terreno y ver si le saca dinero.

-Le diré a Hugo que prepare el... - doña Alba levanta la mirada por encima de mi con sorpresa.

Daniel estaba parado detrás de mi con cara de pocos amigos y es cuando me doy cuenta que escucho nuestra conversación.

-A mi despacho- dice sin más.

Dejo mi desayuno y lo sigo.

Daniel esta sentado en su sillón detrás de su escritorio, la verdad que su silencio da más miedo que su carácter, este hombre siempre me desconcierta nunca se como va reaccionar.

-Dime para que...

-¿Por qué no me hablaste de tu hermano?- suelta de golpe, sin dejarme terminar.

-Si no mal recuerdo en ese momento tu no estabas muy dispuesto a entablar una conversación civilizada con migo- le digo en tono seco.

-Buen punto, por eso mismo ahora te pregunto... ¿qué se trae tu hermano?.

Hora de decirle la verdad Maya.

-Mi hermano es el rebelde de nuestra familia, cuando mi padre murió, yo deje la universidad para ayudar con la casa a mi madre, Braian siguió un tiempo más, ese era el acuerdo- hago una pausa y observo que no deja de mirarme lo que hace que me ponga nerviosa.

-Continua, te escucho- dice muy atento jugueteando con su bolígrafo entre los dedos. 

-No se en que momento... pero mi hermano empezó a alejarse de nosotras y se perdió a si mismo, dejo de estudiar, por unos meses nos hizo creer a mi madre y ami que asistía, pero resulto no ser verdad.

-¿Y a dónde iba,si no iba a la universidad?- pregunta él.

-Empezó  a juntarse con un grupo de personas hasta que un día golpearon a nuestra puerta, dos hombres trajeron a mi hermano todo golpeado y lo tiraron delante de los pies de mi madre, estuvo varios días en el hospital, hasta que él desapareció así como así.

-Se escapo- confirma.

-Si, más tarde un hombre viene a cobrar una supuesta deuda de dinero, lo estábamos pagando todos lo meses hasta que cambió el dueño y teníamos tres días para pagar el dinero o perderíamos la casa que mi padre nos dejo.

-¿Pagaste la deuda?.

Me vendí a mi misma para hacerlo Daniel.

Él se levanta y rodeea la mesa hasta llegar a mi, levanta mi rostro con su mano y me mira.

-Contesta Maya, ¿pagaste la deuda?, dime la verdad.

-Tú madre me dio el dinero- suelto por fin.

Y ahí esta ese sentimiento de culpa y miedo que me invade, Daniel no dice nada, sólo se queda viéndome, su actitud callada me desespera.

-Di algo por favor- le suplico con la mirada.

-Acompáñame- me pide.

Bajamos de los caballos y los dejamos atados, no dijo nada en todo el camino, sólo me limite a seguirlo en silencio, caminamos hasta una subida pequeña, a las distancia se podía ver el rancho y sus extensiones en gran magnitud.

-Es hermoso- declaro.

-Si, lo es- contesta- aquellas tierras que ves ahí- comienza a explicar señalando una pequeña laguna que ya había visto antes- esas tierras son aptas para el ganado, son ideales y valen mucho dinero, pertenece a mi familia- me explica- por el otro lado esta el rancho de los vargas.

-Tú madre me contó de una pelea del dueño con tu padre.

-Mi padre era un hombre rico de familia, mi madre era de clase baja, cuando mi abuelo se entero dejo a mi padre en la calle sin nada, pero mi abuela no estaba de acuerdo así que le entrego su parte de la fortuna a mi padre. Mi padre en otro tiempo lo hubiera mal gastado como todo niño rico malcriado, pero mi madre ya  estaba embarazada, así que vino hasta aquí y invirtió el dinero que mi abuela le había dado, compro estas tierras donde esta nuestro rancho, primero, cuando se presento la oportunidad, hubo una subasta por estas tierras donde esta la laguna, y mi padre las gano en buena ley, pero Vargas es un tipo fuera de ley y ambicioso, enfureció al perder la compra de las tierras contra mi padre, desde ese momento trata de fastidiarnos cada vez que puede.

-¿Entonces?.

-Entonces Maya- se gira para enfrentarme- mi madre pensó que me iba dejar engatusar por la hija de Vargas, y fue cuando se le ocurrió la idea de casarme.

Me quede de piedra, Daniel de alguna manera sabía del plan de su madre.

-¿Cómo...

-Conozco a mi madre Maya, no soy idiota, se perfectamente la clase de mujer que es Nerina Vargas, la deje entrar para averiguar lo que buscaba, se que su padre la envió como espía- dice como si aquello le pareciera ridículo- pero se ve que se lo tomo muy enserio, por que ella fue quien contrato a esos hombres.

-¿Qué?- dije con sorpresa.

-Si, el objetivo no era yo, eras tú, siempre fuiste tú.

-Maldita- espeto en tono molesto, de sólo pensarlo...

-No te preocupes pronto Vargas dejara de molestar a mi familia, una  vez reúna las pruebas suficientes de sus negocioso ilegales, sólo necesito más tiempo.

-Ya veo.

Por fin el circulo se completa, por fin entiendo los verdaderos motivos de Daniel, por una vez siento que lo entiendo.

El Patrón [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora