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MAYA

Lugar de encuentro para mi y mis compañeras, el pasillo del piso en que nos mandan a limpiar; trabajo para el hotel "Serena" desde hace más de un año, desde que mi padre falleció víctima  de un robo, tuve que dejar de estudiar para ayudar en casa, mi madre trabaja por hora limpiando casas y yo como camarera en el hotel  limpiando las habitaciones de los huéspedes, hay días en los que se vuelve realmente pesado y agotador, no es fácil limpiar en un tiempo límite una habitación tu sola, por lo general nos dividen en grupos de cuatro por piso, yo en un día normal como hoy llego a limpiar diez habitaciones en total, desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde que entra el próximo turno.

Volviendo a nuestro punto de reunión, mis compañeras de equipo y yo nos encontramos a mitad del pasillo para tomar notas y confirmar la limpieza de las habitaciones, antes de que el gerente acompañado de la jefa de personal entren a inspeccionar cada habitación,  las tres nos miramos.

-Odio las parejas de luna de miel- dice mi amiga Sabrina con cara de asco al meter dentro del cesto una bolsa de basura con preservativos.

Micaela se ríe,  mientras termino de anotar en mi libreta de registros .

-Mira el lado bueno... aun no es temporada- le dijo Micaela.

Para nosotras las temporadas en las que un hotel se llena es un infierno, a veces la cantidad de personal por turno no da a basto.

-Cierto- intervengo con un suspiro.

La radio emitió sonido, ese pitido tan característico para anunciarte el siguiente nivel, la voz de nuestra gerenta de servicio nos alertó.

-Niñas- dijo con voz amistosa nuestra jefa, la verdad que la mujer de unos cuarenta y tantos, nos trata bien, siempre con respeto, pero exigente.

-Si, diga jefa- contesté la radio.

-Las necesito en la sala de reuniones ahora, por favor limpien y preparen todo- indicó enseguida levantamos nuestras miradas- deben tener todo listo.

- Ok, enseguida vamos.

Bajamos por el ascensor de servicio, y nos encaminamos atravesando el gran salón rumbo a la sala de reuniones de la parte administrativa.

-Creo que alguien importante debe de venir- dijo Micaela mirando alrededor, todo el personal del hotel caminaba apresurado de un lado a otro alistándose.

-Seguro que si- conteste curiosa.

-Oh, oh- exclamó Sabrina- chicas... cuando esto sucede,  solo quiere decir una cosa...

Todas nos miramos al mismo tiempo.

-¡El presidente del hotel!- exclamamos al mismo tiempo las tres y rápidamente apresuramos nuestros carros de servicio.

Rara vez el dueño del hotel se aparece, por lo general viene dos o tres veces en el mes para chequear todo y para asistir a  las reuniones de los socios, la verdad es que ninguna de nosotras cuatro ha logrado ver su cara aun, pero sabíamos perfectamente que era un hombre que le gusta el orden y que debíamos tener todo meticulosamente limpio.

-Oh dios- gimió Sabrina como si estuviera embobada - miren-nuestras cabezas giraron- es el papacito de nuestro administrador.

Nuestro administrador es la mano derecha del dueño y quien se encarga de manejar el hotel en su ausencia, el hombre estaba mas que bueno, todas nos quedábamos atónitas como si estuviéramos en en medio de un sueño,  viéndolo en su  traje perfectamente pulcro, un hombre que despedía pura seducción cada vez que lo veíamos andar por el lugar, su andar pausado, su seguridad en si mismo.

El Patrón [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora