Corazón culpable

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houuulaa. un gusto dirigirme a ustedes nuevamente. Muchas gracias por leer esta "novelita" que salió de mi cabeza bien loca, gracias por ese comentario que me sube la moral y digo que debo seguir escribiendo. gracias por esas hermosas lecturas que me ayudan un montón, pero gracias a ustedes...por existir


Cuando Keith escuchó salir de Pidge que él y Lance habían estado juntos por dos años, al principio sintió sorpresa. Su rostros se había puesto colorado y su corazón se había acelerado como si hubiera corrido una verdadera maratón, él y Lance juntos...como pareja, como amantes por nada más ni nada menos que dos largos años... no pudo evitar sentir celos de su yo de esta realidad, por lograr tenerlo, por lograr estar junto a quien él amaba. Pero luego un dolor se le asentó en el corazón, una pena; una pena tremenda al entender el por qué la negativa de Lance para verlo, al entender por qué lance se había desmayado al verlo...debió haber sido chocante ver a su novio muerto después de un año, ver a quien habías amado vivo nuevamente... cualquiera pierde el equilibrio con eso.

-así es, pareja por dos años- repitió Allura un tanto avergonzada, sin antes mandarle una mirada de reproche a Pidge por meterse en asuntos que no son de su incumbencia –se querían mucho- susurró para ella misma, pero Keith logró escucharla de todos modos.

¿Qué se sentiría perder a tu pareja?, ¿Qué se sentiría tener un amor por alguien para luego perderlo?, no podía ni quería imaginárselo, simplemente no se atrevía. Allura cargó una mano sobre su espalda pero Keith se sintió aún más desahuciado, quería simplemente alejarse de esa mano que le decía que no era culpa suya...

-debo de volver ya, les he causado muchos problemas y ustedes no tienen ninguna obligación por ayudarme...- dijo separándose de Allura, ella retrocedió unos pasos y de paso miró Shiro buscando que le ayudara en decir algo.

-no puedes, eres nuestro amigo...aquí y de donde provienes, es nuestra obligación regresarte sano y salvo...te quedaras hasta que te recuperes- dijo con un tono de líder que nunca antes había escuchado, simplemente se quedó atónito...sin nada que decir para defender su postura. –estás herido, mírate...estas todo encorvado y tullido-. En efecto, Keith estaba con la espalda curvada como un arco y sus extremidades gritaban con cada paso que él daba. Concordó con el reproche de Shiro pero simplemente no podía aceptar quedarse mucho tiempo...no después de saber lo que le significaba a Lance verlo.

-está bien...pero necesito que me ayuden a evadir a...a lance- dudó en sus propias palabras al escucharse, "evadir a lance" dijo, siendo que lo único que quería hacer ahora mismo era verlo. Los demás concordaron con la precaución, excepto Hunk.

-encuentro innecesario el esfuerzo, Lance debe aceptar que éstas aquí por ahora-

-sabes lo que eso le causaría, Hunk- agregó Shiro recibiendo una mirada enfadada de Hunk. Se miraron por unos segundos hasta que Shiro retiró la mirada cabizbajo. Allura se acercó a Shiro posando una mano en la espalda baja del paladín, dándole apoyo...

Keith fue dejado solo en su habitación luego de unos minutos explicándole los nuevos mecanismos que tenía el castillo, como comida a la habitación y baño incorporado, botones para regular la temperatura y una ventanita pequeña que daba vista al extenso espacio que los rodeaba, donde el antes había estado flotando a la deriva hasta casi morir. La cama ahora tenía una colcha mucho más hogareña que antes, con más colores y formas, parecidas a las de la Tierra. Fue hacia el baño y se encontró con una zona abierta gigante, parecía una suite con un jacuzzi de bañera, sintiéndose cohibido se quitó la ropa que llevaba y el vendaje....se dedicó a mirarse en el espejo. Aguantó la respiración al ver su cicatriz en el abdomen, roja e hinchada por lo nueva que era, se pasó un dedo por allí y sintió la costura de ella con un dolor leve pero molesto. Luego miró su rostro y no le gustó con lo que se encontró, un rostro demacrado y pálido le devolvió la mirada agotado, un moretón se le extendía por toda la concavidad del ojo derecho y parecía que llevaría días sanarlo completamente, sus labios partidos y resecos tenían costras recién formadas que cuando pasaba su lengua por la zona sentía la dureza. Luego...sintiendo su corazón desbocado se observó la espada, un sollozo ahogó su garganta al ver su piel...roja, rugosa, desgarrada. Se hizo un ovillo antes de entrar a la bañera y aguantó el llanto lo más que pudo. Eso...eso dejaría cicatriz.

Te pierdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora