Juntos

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Despertó en una sacudida

Despertó preso del pánico luego de soñar que seguía en las líneas temporales, luego de soñar que estaba rodeado por oscuridad eterna nuevamente. Pero no era así, era solo un sueño, nada más que un horrible sueño

¿Lo era cierto?

A su alrededor no había nada, absolutamente nada salvo oscuridad, oscuridad y oscuridad. Se mordió el labio comenzando a desesperarse. Trató de recordarse que estaba bien, que estaba vivo, que había vuelto con sus amigos y con lance, que no seguía en las líneas temporales... ¿cierto?

¿No fue todo eso un sueño cierto?

Se puso de pie de inmediato, busco a tientas las paredes pero nos las hallaba, trató a tientas de prender las luces pero no había interruptor. No había nada.

No

Comenzó a temblar, todo su cuerpo comenzó a sacudirse ante el temor de no haber salido nunca de las líneas temporales, ante la idea de que su reencuentro con todos solo había sido un delirio al estar tanto tiempo dentro de la oscuridad. No, no, no. no podía ser, no puede ser ¡él había logrado salir! ¡Él había vuelto a casa!

¿Cierto?

Comenzó a gritar, a llamar a cada uno de sus amigos, a cualquiera, a lance...gritó por lance, él lo ayudaría, él lo sacaría de ahí. Estuvo gritando por horas, por días, pero nadie vino...nadie vino a salvarlo. Lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas, lágrimas de dolor, de desesperación ¿Cómo? ¿Cómo nunca se dio cuenta de que estaba delirando? Seguía en las líneas temporales, seguía allí y no se había dado cuenta. Nunca volvió

Una imagen frente a él se materializó, una imagen opaca y poco nítida. Pero mientras más pasaba el tiempo más podía entender de qué se trataba. Estaba lance, solo en la habitación de Keith, sosteniendo una polera. Keith observó a lance y éste estaba demasiado pálido, demasiado delgado...lance se llevó su prenda al rostro y se lo cubrió en su totalidad. Keith pudo ver como los hombros de su paladín subían y bajaban entre sollozos. Lance estaba llorando, llorando por él, por culpa de él.

Trató de llamarlo, trató de gritar su nombre pero se había quedado sin voz. Lance no lo escuchaba, lance no lo oiría jamás. Keith se tapó el rostro con ambas manos y gritó, gritó entre lágrimas, devastado.

-me dejaste- se escuchó de pronto.

Alzó la mirada y lance estaba parado mirando en su dirección, lo veía... le estaba hablando –me dejaste y ni siquiera miraste atrás. Me abandonaste- le reclamó con la voz cargada en... ¿en odio?

-¡no! ¡Te equivocas!- gritó Keith, tratando de moverse hacia él. Tratando de alcanzarlo

-te odio, no te puedo odiar más. Lamento el día en que nos conocimos y el día en que decidimos estar juntos. No lo vales, tú Keith no lo vales- le afirmó lance con sus ojos azules cargados en furia –te olvidaré, Keith. No vale la pena tenerte en mi cabeza. Haré como si nunca nos hubiésemos conocido...porque ya no estás aquí- dijo llevándose la palma de su mano a su corazón –jamás volverás a estar aquí-

Lance comenzó a alejarse de Keith, dándole la espalda, sin mirar atrás...porque eso era lo que el merecería, ser dejado atrás. Nunca valió algo, nunca debió ser apreciado porque todo lo arruina. No lo vale, dijo lance...no lo valgo, pensó Keith.

-lance... ¡lance! ¡No te vayas!- le gritó resuelto a no dejarlo estar -¡te lo ruego por favor! ¡No me dejes!- le imploró entre gimoteos incontrolables.

-tú me dejaste- le escuchó decir a lance

Su imagen comenzó a ondear y volverse humosa. Keith gritó el nombre de lance con desesperación, lo repitió incontables veces hasta que lance se había ido, ido para siempre.

Te pierdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora