Te pierdo

De vuelta a casa

Vio haces de colores, vio destellos y siluetas, personas y figuras. Vio muchas cosas durante unos cortos segundos pero luego, luego vio nada. La nada se expandía frente a él de una manera preocupante. Miró a su alrededor buscando algo, lo que sea pero no había nada que ver, una oscuridad eterna lo rodeaba por completo. Entonces supo ahí que había muerto. Murió en la nave por la explosión. Murió y lance tuvo que verlo morir. Hizo una mueca ante la idea del dolor que lance debe estar enfrentando ahora mismo. Dios...ni siquiera él sabe si es lo suficientemente fuerte como para soportar perder a lance, y ahora su novio...su pareja, su compañero, su todo, estaba solo.

Estuvo largos minutos flotando en el vacío, se replanteó varias veces la idea de estar muerto porque le dolía la herida, pero por raro que suene no le sangraba. Aún así, al parecer, se había equivocado con lo de morir y no sentir dolor, pues ahora mismo sentía un agudo dolor de cabeza y un fuerte ardor en donde Shiro lo había apuñalado antes. Ni siquiera podía tentar su cuerpo a moverse porque de solo pensarlo sentía que se desvanecería.

¿Dónde estaba?

¿Por qué sigue sintiendo dolor?

¿Está muerto realmente?

Cuando la consciencia lo estaba abandonando algo a su costado lo revivió. Algo paso rápidamente a su costado. Era una nave Galra sin lugar a duda, pero por alguna razón estaba envuelta en una especie de manto colorido. La imagen duró unos pocos segundos hasta que la nave fue devorada por una clase de agujero, que creó una fuerte ventisca que lo empujó en la dirección contraria. Comenzó a gritar aterrorizado, cerró sus ojos y pensó en lance, pensó en él y en él y en él.

Volvió en sí luego de unos severos minutos de inconciencia, ya no sentía sus extremidades y la sangre, ahora sí, se arremolinaba a su alrededor. Le quedaba poco de vida, y ahora eso le aterrorizaba. No quería morir, no quiere desaparecer de la vida de sus compañeros tan abruptamente. Comenzó a moverse, a tratar de avanzar a donde fuera que lo llevaran los propulsores. ¿Dónde están las estrellas? ¿Dónde está la nave? ¿Dónde están todos? ¿Dónde está lance? Comenzó a sentir que le faltaba el aire, comenzó a sentir una opresión en su pecho. Comenzó a desesperarse. Lagrimas bajaron por sus mejillas mientras sollozaba preso del pánico. Gemidos se escapaban de su oprimida garganta del puro terror. Tenía miedo, tiene tanto miedo estando a oscuras. Tiembla, está temblando ante el horror que está viviendo. Le está temiendo a la oscuridad. Quiere volver a casa, donde sus amigos, donde su pareja. Quiere luz, necesita luz...

¡Por favor!

Una fuerte explosión ocurrió frente a él. Siente el calor del fuego frente a él. No le importa quemarse, no le importa en lo absoluto, con tal de ver luz. Activó sus propulsores y fue en esa dirección, pero luego se terminó dando cuenta que era atraído por una fuerza hacia allí. Se dejó llevar y pronto se vio rodeado de luz, de calor. Su corazón dejo de palpitar tan rápido, comenzó a sentirse más tranquilo. Pero todo es una pesadilla. Algo lo succionó con tanta fuerza que su herida terminó por desgarrarse aún más.

Pensó que iba a morir, pensó que la muerte lo había encontrado al fin y luchó contra su propio cuerpo hasta el último momento, luchó tratando de mantener sus ojos abiertos. Sus parpados iban cayendo cada vez más abajo sin posibilidad de volver a abrirlos. Gruño en su último esfuerzo pero era inútil. Su último pensamiento fue el nombre de su pareja, le deseó la felicidad aunque él estuviese muriendo del puro terror.

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No recuerda haber llegado a su habitación ni mucho menos dejar pasar días. Solo volvió en sí cuando Allura apareció con una bandeja en sus delicadas manos, tal y como hacia Keith cuando enfermaba. Tenía sus ojos puestos en ella pero no la observaba, pensaba en Keith, recordaba...recordaba su sonrisa, sus ojos, sus labios, sus calor.