-Siempre ahí. -Junto a ti.

Capitulo 6: ¿Eres Auryner?

Sé que dije que hasta el sábado no subiría capítulo, pero como hace dos sábados no subí, pues lo subo hoy. Ahora sí, hasta el sábado que viene.

Besimiaus @Milusa98 (si queréis preguntar o simplemente que os avise, decímelo por Twitter)

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Unos tímidos rayos de sol entraron por mi ventana, la cual tenía la persiana medio subida y los cristales abiertos.

Se escuchaba una guitarra y cinco voces cantando como los ángeles. Un estruendo y un chillido.

-¿Qué ha pasado? –la voz de la madre de David sonó preocupada-.

-Que se me ha caído la caja en el pie –dijo Lucía-.

La música volvió a sonar por un momento, un cuchicheo por parte de los chicos en el que apenas pude distinguir alguna palabra suelta, entre ellas mi nombre, y unos pasos que se dirigían a mi cuarto.

Automáticamente me hice la dormida y esperé a ver lo que tenían pensado hacer los cinco locos estos.

Escuché cómo giraban el picaporte de la puerta y entraban en la habitación uno a uno sin hacer ruido. Uno de ellos pisó en algún sirio del que provino un crujido. Yo me moví un poco para asustarles y creo que lo conseguí.

Escuché cómo alguien subía la persiana con cuidado y los rayos de sol, a los que les impedía el paso, entraron en el cuarto con total libertad.

Escuché el abrir y cerrar de una caja de plástico, luego el ruido que hace un radiocasete al cerrarse y un CD leído por ese mismo aparato. Inmediatamente suena a todo volumen “Pena penando” de Andy y Lucas y la voz de David cantando la canción a pleno pulmón. “Me cago en todo lo que se menea” pensé conteniéndome para no pegarles un par de tortas a cada uno.

Me hice un poco la remolona y fui abriendo poco a poco los ojos como si me acabara de despertar. “Menos mal que es Andy y Lucas y no es alguno de esos cantantes raros que a veces escuchan” pensé al verles hacer playback con escobas y fregonas como micrófonos.

-Pensaba que no podíais ser más idiotas, pero estaba equivocada. Os habéis superado –dije a modo “buenos días”-.

-Buenos días a ti también –comentó Álvaro-. ¿A caso tienes idea de le hora que es? –dijo intentando imitar a mi madre, cosa que ni se le pareció-.

-Pues no, no ves que no lo sé –le contesté-.

-Las dos y media pasadas –comentó Dani mirando la hora en si iPhone.

-¿Cuánto he dormido? –pregunté levantándome de la cama y viendo que llevaba la misma ropa que el día anterior-.

-Pues cuenta desde la ocho que te quedaste dormida hasta las dos y media –dijo Dani-. Unas dieciocho horas y media –dijo el rubio contando con los dedos-.

-¡Oh my Gango! –dije exageradamente por lo que a Álvaro le dio un ataque de risa que le contagió a todo Auryn-. No os riais, soy Auryner, ¿qué queríais que dijese? –dije dándole con la almohada al aludido para que parase de reír.

-Venga, todos fuera que me tengo que cambiar –fije empujándolos fuera de la habitación cuando se calmaron-.

Revolví entre mi ropa y cogí un vestido blanco sin mangas, atado con tres botones y un poco ajustado en la cadera. Lo combiné con unas sandalias romanas marrones y me recogí el pelo con dos horquillas.

Abrí de todo las ventanas de la habitación y me dispuse a hacer la cama.

- I'm so late and I can't believe, it's another night on the run. Is there anyone who wants to enjoy the road till the madness dawn? –comencé a cantar Last night on Earth mientras hacía la cama-.