Capítulo 23: Ideas locas.

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HOLUUU PEQUEÑAS UNIATOS DE MIS AMORES Y MI CORASON GITANOOO!!!!

ESTOY VIVAAAAAAAAAA (aplausos y vítores del público)

Despues de casi un mes sin actualizar, os traigo un nuevo capítulo y os anuncio que esto se esta acabando (jooooooooooooo). ya lo se, esto da mucha pena (a mí la primera) pero todo lo bueno se acaba.

desde ya decir que si por algún casual pensábais que iba a haber segunda parte, siento decir que NO la habrá (creo que esto ya lo puse en algun aviso sensualon de esos que os pogo muy de vez en cuando). en un principio pensé en hacerla, pero al empezarla vi que iba a ser una p**a mierda así que la paré (sí, esta historia lleva terminada desde mayo del año pasado)

Creo que no se me olvida nada. ah si, voy a cambiar la portada porque esa no me gusta y despues del epúlogo creo que subiré algunos capítulos extras.

Y hasta aquí mi charla.

Escribirme en los comentarios si os gustan los unicornios. que no que es bromaa jajajaj a(oye que si quereis ponerlo por mi no problemo). darle a la estrellita sensualona y difundirla que así me haríais un gran favor.

y con esto me despido. seguidme en tw: @Milusa98 y en ig: @lulu_miau, 

BESIMIAUSS.

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-¡Me cago en tu vida Cristal! –se escuchó un chillido en la primera planta que me despertó-.

Se escuchaba la canción de “Conmigo” a todo volumen. Un Álvaro cabreado subió por la escalera.

-¿Qué pasa? –le pregunté cuando le vi los ojos inyectados en sangre-.

-Esto –dijo cabreado mostrándome el despertador que meses antes que habían regalado-.

Me eché a reír al ver su expresión de enfado. Había caído en su propia trampa. Os pregustaréis qué hacía el despertador en una de las habitaciones de invitados. Pues bien, al no haber ido a clase la semana pasada, lo dejé allí para que no molestase y perece ser que se me olvidó avisar de ello.

-No hace gracia –se quejó-.

-Claro que sí ¿a qué jode? –Le dije antes de que pudiera contestar a mi pregunta-.

Después de este pequeño incidente, Álvaro fue a despertar a los dormilones mientras yo preparaba el desayuno.

Nueve tazas de cola-cao que se dice pronto. Hice tostadas (aunque solo se podían comer tres, ya que se me quemaron las quince restantes), saqué zumo, galletas, cereales y todo tipo de comida preparada para desayunar. Preparé la mesa en el salón y esperé a que bajasen todos.

El primero que bajó fue Álvaro huyendo de cuatro somnolientos miembros de Auryn que querían vengarse por haberles despertado y tres dormidas Sweet California que se quejaban del comportamiento de los chicos.

Nos sentamos todos a la mesa para comenzar a desayunar y en vez de eso se pusieron a regañarme porque las tostadas estaban quemadas, ya que las que estaban más o menos bien me las comí yo.

Unos golpes en la puerta interrumpieron nuestra bonita discusión. Me levanté extrañada y me dirigí a la   entrada para ver quién era.

Vi cómo alguien metía una carta por la puerta. La cogí y abrí la puerta de golpe, pero ya no había nadie.

Abrí el sobre en el que se encontraba la carta. Un anónimo. Me culpaba que alguien se hubiese enterado de algo. No os habéis enterado ¿a qué no?, pues yo tampoco. Guardé el anónimo para más tarde enseñárselo a David.

-Siempre ahí. -Junto a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora