-Siempre ahí. -Junto a ti.

Capitulo 10: Sorpresas por partida doble.

Antes de nada pediros disculpas por no haber subido capítulo, pero me fue imposible. Pero ahora que puedo subir, haré una especie de marató de tres capítulos.

Gracias por seguir leyendo. 

Cualquier duda, pregunta, ... mejor por twitter (@Milusa98) ya que por aquí no pedo contestar aunque los leo todos.

Votar y difundir la historia si os gusta.

Besimuaus.

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(1/3)

(2 meses después)

Estábamos a nueve de septiembre, el verano estaba a punto de acabar y volver  la rutina del instituto, pero ahora no vamos a pensar en ello que me deprimo.

Después del beso con Kike no han pasado muchas cosas que digamos. Todos los días me levantaba entre las doce y la una (todo dependía de si mi madre se encontraba en casa o no); después de comer salía con Eva y Carla, aunque con esta última un poco menos ya que Alex había vuelto y con la primera casi tres cuartas de lo mismo porque se pasaba más tiempo con Marcos que con nosotras (Marcos es el chico que le gusta, véase el capítulo 4). De vez en cuando salíamos con Kike, Kiko y Ángel, mi relación con Kike seguía igual aunque yo seguía sin olvidar el beso. Todas las noches sueño con ese momento.

Con los chicos de Auryn seguía igual, cuando estaban en Madrid nos juntábamos todos en una casa y hacíamos el tonto un rato, rato que se podía alargar dos días o incluso tres.

Mi madre había empezado a salir con un compañero de trabajo. Yo todavía no le conocía, pero sé que mi madre es feliz y con eso me basta.

Eso día me despertó un mensaje de Cris. Era raro ya que aunque seguíamos manteniendo el contacto, solíamos hablar después del mediodía que era cuando estábamos más despiertas y no teníamos mal humor por haber sido despertadas demasiado pronto.

Leí el mensaje y me extrañé al ver lo que ponía.

*Cris:

¿Estás en Madrid?

*Cristal:

Sí, ¿Por?

*Cris:

¿Puedes ir al 40 Café?

*Cristal:

¿Pero tú sabes qué hora es?

*Cris:

Las doce y media, venga arriba dormilona.

*Cristal:

De acuerdo.

Me desperté de golpe, ya que al levantarme me golpeé el pie con la pata de la mesilla de noche e hizo que me espabilase, y me fui a vestirme.

Me puse unos pitillos vaqueros y una camiseta de tirantes blanca con la cara de un gato en el medio. Me calcé unas converses negras y me peiné con una trenza lateral un poco despeinada.

Me puse mi gorra de Los Ángeles y me preparé una mochila de GAP negra como bolso, en la que metí el monedero, el móvil y algunas cosas más que vi como necesarias.

-¿Dónde vas? –me preguntó Ángela extrañada por no haberme tenido que despertar-.

-Al 40 Café. No creo que venga a comer.

-¿Has quedado con Kike?

-No, con Cris.

-Pero ella no vivía en Toledo?