Capitulo 4: Reencuentros

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Noté cómo  alguien me zarandeaba por los hombros para despertarme.

-Cinco minutos más –dije con la cabeza enterrada en la almohada-.

-Venga cielo, levántate que vamos a comer dentro de nada –dijo la voz de mi madre-.

-¿Qué hora es? –pregunté girándome y quedándome boca arriba-.

-Las doce y media –dijo mi madre mientras subía las persianas (diréis qué pronto para comer, pero cuando está mi madre en casa comemos a la una)-.

-¿Ya se ha ido papá? –pregunté-.

-Sí, se fue esta mañana temprano.

-¿Y no se ha despedido de mí? –dije un poco molesta por no haberme podido despedir de mi padre-.

-No quiso despertarte, paro tranquila que mañana le verás –me recordó el viaje-. Anda venga, levántate ya que es muy tarde –dijo desapareciendo por las escaleras-.

Me quedé mirando al infinito sumida en mis pensamientos cuando mi móvil anunció que me habían enviado un mensaje de WhatsApp. Alcancé el móvil y vi que el mensaje era de Eva, decía de quedar las tres hoy. Segundos más tarde llego uno de Kike preguntándome lo mismo.

Le pregunté a Kike si no le importaba venirse con mis amigas y conmigo, y a Eva  le pregunté qué pasaba s venía Kike.

El primero me contestó que le daba igual siempre y cuando él pudiera traerse a un par de amigos para no sentirse acoplado, y la segunda me preguntó quién era Kike.

Les conté un resumen muy resumido de lo que pasó en la discoteca (solo les dije que lo conocí allí) a Eva y a Carla (las dos chicas que me dejaron tirada) y ellas aceptaron venirse con las chicos.

A petición de Kike, hicimos un grupo de WhatsApp para poder hablar los seis.

 

*Carla:

¿A qué hora quedamos?

 

*Cristal:

Por la tarde que tengo que hacer la maleta.

*Kike:

¿Qué os parece a las cuatro y media en el Starbuks de Callao?

 

*Eva:

Ala el otro a las cuatro y media, ¡¡¡nos vamos a asar de calor!!!

 

*Kiko (un amigo de Kike):

Pero vamos a tardar un rato en llegar a dónde os vamos a llevar y además fuimos en coche.

 

Les dejé hablando y discutiendo la hora, mientras yo me vestí. Me puse un vestido violeta con unas sandalias del mismo color, vi que hacía un poco de aire y me puse una rebeca blanca.

Me metí en el baño y me peiné con dos lacitos blancos con lunares violetas.

Volví al armario y comencé a sacar ropa para prepara la maleta. Me iba solo unos días, pero parecía que iba a estar fuera unos meses.

-¿Me podéis ayudar a cerrar la maleta? –grité por las escaleras para que mi madre y Ángela me escuchasen-.

-Ahora voy –dijo esta la última desde un rincón de la casa-.

Me senté en la cama a esperar a que Ángela subiera y cogí el móvil para ver en qué habíamos quedado al final.

-Mierda –me quejé al ver en un mensaje que ponía que fuésemos con ropa cómoda-.

-Siempre ahí. -Junto a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora