Desperté por las rayos del sol sobre mis ojos, los restregué y me incorporé con cuidado.
-Buenos días mi amor.- Entró Zayn sonriente.
-Buenos días.- Sonreí.
-Amor, hoy es tu tercera quimioterapia.- Mi sonrisa desvaneció y negué.
-No quiero ir.- Negué. -Estoy harta de sentirme peor cada vez que..-
-Mi amor escúchame.- Me tomó de las manos. -Hazlo por nosotros, para que estemos juntos, para que estes bien; te necesito fuerte y sana para tener la familia que tanto añoramos.-
-Nunca podremos tener una familia Zayn, la leucemia nunca se irá.-
-Nunca digas nunca.- Me sonrió. -Confió en que si será, tú solo sigue todos los consejos del doctor.- Besó mis labios. -Por favor.-
-Te amo Zayn, por ti haría cualquier cosa.-
-Y yo te amo más, nunca dudes de eso mi cielo.-
Sonreí y lo besé tiernamente.
(.....)
Esperé una hora y media para que saliera, cuando así lo hizo estaba muy pálida, agarrándose de las paredes.
-Pezz.- La tomé y ella acostó su cabeza sobre mi pecho. -¿Estás bien?-
Ella negó, la ayudé a sentar y esperé a que le pasara todo.
-No mereces esto.- Habló débil. -Mereces a una mujer completa, una mujer que te pueda hacer feliz.-
-Perrie entiende que te amo a ti, te necesito a ti para estar feliz.- Hablé un poco enojado. -¿Porque no lo entiendes?-
Ella sonrió débil y tocó mi mejilla.
-Siempre lo diré, porque cualquier hombre me hubiera abandonado ya.-
-Pero yo no soy cualquier hombre.- Saqué su cabeza de mi pecho para que mirara. -Soy el hombre que más te ama.-
Ella sonrió y la besé.
-¿Quieres que nos vayamos?-
Ella asintió y con calma nos encaminamos hacia el auto.
(.....)
Pasaron dos meses y todo seguía igual, hoy en Turquía harían un evento y fui invitado.
-Pezz, mi amor.- Sonreí al verla cantando en la cocina.
-Hola cielo.- Sonrió y besó mis labios.
-Tenemos que hablar.- Me miró un poco seria y dejó todo para prestarme atención.
-¿Pasa algo?-
-¿Me acompañas a un evento esta noche?-
Ella me miró y continuó cocinando.
-Pezz.-
-Sabes mi respuesta Zayn.- Volteó a verme. -Sabes perfectamente que no iré, mira mis brazos, mi cuerpo, mi cara, estás ojeras horribles; estoy hecha un maldito desastre.-
-Mi amor, estás hermosa.-
-No Zayn.- Me miró enojada. -Eso lo dices para hacerme sentir bien, pero tú y yo sabemos que estoy horrible.-
-Perrie, esto es parte de. Pero verás...- Me interrumpió.
-No quiero discutir Zayn.- Apagó la estufa y negó. -Esto no nos llevará a nada.-
(....)
-Ya me voy, ¿estás segura?-
-Si.- Seguí leyendo mi libro. -Busca a una chica que te acompañe, no quiero que vayas solo y todos acompañados.-
-¿Sabes que?- se echó un poco de perfume. -Ya me voy.-
Tomó sus llaves y salió.
-Hola Hazza.- Hablé luego de que sonara un poco.
-Hey Pezz.- Habló emocionado. -¿Como estás?-
-Mal.- Negué.
-¿Quieres que vaya a verte?-
-No, no.- Negué. -No es necesario, pero gracias.-
-¿Quieres hablar un rato?-
-Si, por favor.-
(.....)
-Zayn Malik, un gusto.- Me saludó el productor de Selena.
-Hey.- Estreché mi mano y el la aceptó.
-¿Donde está su esposa? Me enteré que hace meses se casó.-
-Ella no pudo venir.- Sonreí sin mostrar dentadura.
Hablé unos segundos más y me retiré. Tomé mi celular y llamé a Perrie, pero nada. Comencé a teclear y envié el mensaje.
"Te extraño demasiado, hubiera dado lo que fuera para que estuvieras aquí conmigo. Te amo y odio estar enojado contigo."
Lo envié y me dispuse a tomar una copa de champán.
Minutos después observé cómo la gente comenzaba a bailar y yo como un idiota solo los observaba.
Cuando decidí irme una joven me detuvo.
-¿Bailamos?-
-No gracias.- Le sonreí. -No se bailar y tengo que irme.-
-Pero es una balada, es muy fácil.-
-Gracias otra vez, pero..-
-El viene conmigo.-
Cuando voltee a ver era Perrie, sonreí exageradamente, se veía hermosa, demasiado hermosa. Hacían meses que no se maquillaba, no se ponía tacones y mucho menos vestido; su cabello largo, lacio y sus ojos resaltaban más que nada.
-Hola mi amor.- Me sonrió y besó mis labios.
Aún estaba anonadado, ¿que la había hecho cambiar de opinión?
La chica se fue y tomé a mi mujer de la cintura.
-¿Que haces aquí?- Le sonreí.
-Hablé con Harry.- Colocó sus brazos alrededor de mi cuello. -Me hizo entender muchas cosas y la verdad es que no quiero perderme de nada; mucho menos de mi matrimonio, de mi esposo.- Sonreí y la besé.
-Te amo demasiado Perrie.-
-Te amo más mi vida.- Sonrió. -¿Bailamos?-
-Bailemos.-
Reímos y bailamos aquella balada abrazados y besándonos en ocasiones.