El alba, las primeras horas del día que presenciaban la luz del sol, era el más ideal de los momentos para contemplar los bellos paisajes que ofrecía la Tierra en sus inmensidades. Y lo seguía siendo, a pesar de no existir para ese entonces el caso en el que eran propiamente llamados de ese modo (debieran serlo para cualquiera que, a su manera, los supiera interpretar así). Recién despuntaba el amanecer del día siguiente cuando Keroge, poco antes de despertar, percibió una sensación de ligereza recorriendo su cuerpo. Ya no se esparcía nada de sangre desde sus heridas; de hecho, empezaban a curarse con pausada prontitud, lo que durante un breve tiempo lo detendría de realizar varios movimientos bruscos. Aún le costó algo de esfuerzo levantarse del suelo de la cueva, pero le fueron suficientes las fuerzas para vencer la desorientación y asomarse a echar un vistazo.
Con los ojos aún adormilados escudriñó el horizonte, y se quedó perplejo del asombro con lo que logró distinguir de entre el húmedo y brumoso claror naciente, bajo la oscuridad de las nubes. Un extraño fenómeno de magnífica belleza y lucidez, realmente único entre muchos: las gotas de la lluvia de rocío eran de un volumen mucho mayor al de las finas normales, y en contra de lo que sugería aquel tamaño, caían en gran cantidad con el mismo movimiento suave de los copos de nieve. Cuando les empezaba a dar la luz, Keroge llamó apresuradamente a sus hijos para que lo pudieran apreciar también. Ante sus miradas estupefactas al asomarse al borde de la grieta, les explicó que la gente lo solía llamar "Mar de Cristal", debido a que la luz que pasaba a través de las gotas se reflejaba en múltiples direcciones produciendo numerosos brillos relucientes, y al ocurrir en los momentos del amanecer, se formaba un efecto de profundidad y viva visión con el paisaje mientras esclarecía la luz. Nunca antes lo habían visto, por lo que para los niños resultó sumamente fascinante, y para Keroge, fue un momento único de los que solo se viven en familia.
La primera disposición del día, una vez dejaron de verlo, fue salir de la cueva y dirigirse al lugar donde se había estrellado el transporte. En este buscarían cualquier cosa restante que les fuera útil, y después seguirían la carretera en la dirección que llevaban durante la huida de la ciudad, la ruta hacia el sur. Sin embargo, Louge y Mint no consideraron irse de ahí dejando oculto lo que habían encontrado, creyendo que era algo que no podían hacer; sin ningún recelo se acercaron a su padre y le hablaron sobre aquella sala de más atrás, el viejo laboratorio de pruebas con los extraños símbolos en las paredes. Ahora con más luz diurna, sería posible verlos mejor, y buscar su significado.
Guiado por los dos niños, Keroge cruzó el pasaje oscuro llevando a Sym de la mano, y por fin estuvieron los cuatro en la sala, que ahora parecía ser más estrecha con la tenue luz que entraba a través de grietas en el techo. Louge volvió a encender la lámpara para iluminar la pared sobre la mesa en la que habían hallado el documento del informe. En esta, sobre una lámina de un papel desconocido, había dibujados como tatuajes varios de los pictogramas elaborados con extrañas figuras, de los cuales el que parecía ser el principal, con cierto asemejo a un logotipo, mostraba entre dos círculos de diferentes tamaños un grupo de formas claramente identificables: personas. Cerca de quince figuras humanas con proporciones anormales se reunían en torno a otras tres, más grandes, con menos aspecto humano, que se elevaban hacia la esfera menor bordeada por un anillo. La esfera mayor estaba incompleta hacia abajo y tenía una apariencia rasgada bastante irregular, siendo sólida únicamente alrededor de las figuras. Los otros símbolos representaban aparentes entidades o mapas con sistemas de navegación, y demás cosas ya carentes de sentido. Al pie de la lámina había una línea escrita en extraños caracteres, que estaba también en varias de las hojas esparcidas por el piso, e incluso en una copia de aquel dibujo en el mismo documento. Pero aquí, se expresaba claramente un mensaje.
Scrt: Prem de Riv-Arche in G'chaen, mog Nindan ger Entity, rouud I-ydri ourah Nae.
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NIRMITI: La Nueva Tierra
Science FictionEl Poblado perdido en la inmensidad del mundo conserva un último aliento de escencia de vida: un antiguo y complejo relato que narra lo que ocurrió en el pasado. La Leyenda de NIRMITI. Durante una gran guerra, el mundo fue transformado por una catás...