Los chicos a mi alrededor no paraban de hablar y reírse. Habíamos vuelto a la casa de los hermanos Mansilla como hacíamos varios fines de semanas.
-¡Noa!- me sacudi en mi silla y traté de fingir que había escuchado todo lo que hablaban.
-¡Sí!- le respondí a Marcos como si supiera lo que me había preguntado.
-Bueno, porque nos invitaron de onda y la verdad me parecería mal que digas que no-
Junté las cejas -¿Qué?-
Marcos giró los ojos y sacudió una mano en mi dirección antes de cambiar de tema y hablar con los otros chicos sin ni siquiera contestarme.
Cuando miré en dirección a la puerta entraba Mauro junto con otros chicos que nunca antes había visto.
No iba a negar que el momento era extramadamente incómodo y más cuando su mirada se cruzó con la mia unos segundos, antes de que yo, obviamente, me haga la preocupada revisando el celular.
Dam me dio el control de la play porque me tocaba jugar contra Wolf y eso me ayudó para tratar de hacerme la distraída acomodando el equipo con el que iba a jugar en el PES.
-Hola- miré hacia arriba y Mauro estaba esperando que lo salude con un beso en el cachete.
Me acerqué y lo saludé, tratando de parecer la persona más normal del mundo.
-¿Todo bien?- sonreí un poco.
Asintió mientras hacía una mueca antes de seguir saludando a los chicos y yo saludé a sus acompañantes.
-Yo diría que te voy a hacer 5 goles con Messi- presumi viendo todos los arreglos que Wolf hacia en su equipo.
Además había hablado para tratar de tener un tema de conversación y no estar preocupada con Mauro en la misma habitación que yo después de lo del otro día.-Cállate, Noa-
Me crucé de brazos y seguí escuchando lo que decía Marcos frente a nosotros.
Después de haber ganado varios partidos en la play con Dam nos estábamos preparando para volver a casa.
Sentí como un brazo rodeaba mis hombros y no le di mucha importancia porque seguramente era alguno de los chicos.
-Yo la acompaño-
Miré a mi costado cuando escuché la voz de Mauro tan cerca mio.
-¿Qué?- solo llegué a preguntar al no entender nada de lo que estaba pasando.
-Te acompaño a tu casa- ni siquiera estaba preguntándome, lo estaba dando por hecho.
No sabía si lo había escuchado bien pero no me podía negar mucho a estar con Mauro. Esto era uno de los motivos por lo que lo había ignorado tanto tiempo.
Pasé la lengua por mis labios antes de contestar.
-Bueno-
ESTÁS LEYENDO
RED EYES 2 / Mauro Lombardo, Duki.
Teen FictionBusca la primer parte para poder leer la segunda.