Mauro POV.
-Feliz cumpleaños- susurró Noa contra mis labios antes de besarlos.
Me había saludado toda mi familia y ella esperó a un costado, de vez en cuando la miraba mientras sonreía en mi dirección.
Levantó una caja en mi dirección.
-Un regalo. Espero que te guste porque me mate pensándolo- la miré un poco asustado por sus palabras -Sin presiones- agregó chistosa.
Pude reconocer la caja de cuero y negué en su dirección. Sabía que era joyería.
Cuando levanté la tapa una cadena de oro blanco brilló, fue lo primero que pude reconocer por su tamaño. Dentro del círculo que formaba la cubana había una pulsera del mismo color y para terminar, en el centro había un dije.
-Inoa- me quejé. No podía imaginar cuánto había gastado.
Podía estar pagando esto el resto de su vida.
-¿No te gustó?- trató de buscar mi mirada.
Cuando nuestros ojos se conectaron pude ver que estaba preocupada realmente por esto.
-¡Me encantó!- estiré una de mis manos y acaricie su cara, levantando su mentón para que no aleje sus ojos de los míos -Pero es mucho, ¿no te parece?-
Se encogió de hombros -Quería regalarte esto-
Me mordi los labios y tuve que contener las ganas de besarla efusivamente, solo apreté nuestros labios juntos con más presión de lo normal.
-Lo hice yo al diseño, después se lo mandé a Roque-
-Sí, ya hubiese sido un montón que también hagas cadenas-
Trace con cuidado el dije. Era una brújula pero cada dirección tenía la inicial de mis hermanos y mis papas. Entre cada dirección había años y reconocí que eran fechas importantes que habían marcado mi carrera. El centro de la brújula eran mis iniciales.
-Atrás dice algo también- miré a Noa una vez más. Estaba sorprendido por su nivel de creatividad y cuando di vuelta el dije no entendía muy bien por qué esas palabras.
"Mucho más".
-¿Por qué?- pregunté sacando el colgante de su lugar para sostenerlo en la mano.
-Hubo una noche. La primer noche que me invitaste a comer después de todo lo que había pasado y me dijiste que yo era mucho más- sus mejillas se iban incendiando a medida que explicaba -Quería que sepas que vos también sos mucho más. Sos más que Duki y todo lo que eso conlleva. Sos el que hace reír a tus hermanos con cada una de tus ocurrencias, el que los alienta a siempre hacer lo que les gusta y a jugarsela. También sos el que hace que le brillen los ojos a tus papas cuando se acuerdan todo lo que superaste y todo lo que te falta todavia-
Quería aferrarme a Noa y no soltarla nunca. El corazón me explotaba de amor y me hacía sentir capaz de comerme el mundo. Que ella me vea de esa forma me hacia entender que estábamos bien, que era el camino correcto y que después de todo estábamos destinados.
Se apoyó en mis hombros y se puso en puntas de pies. Podía oler en su respiración el vino que había tomado para acompañar la comida con una mezcla de su perfume que se desprendía de su piel.
-También para mi sos mucho más- agregó antes de besar mis labios.
El resto de la noche transcurrió entre risas, comida y tragos. Noa no había dejado de darle conversación a las personas que estaban en el lugar y yo trataba de disimular que la seguía de cerca por si alguien metía la pata con el tema de las fotos.
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RED EYES 2 / Mauro Lombardo, Duki.
Ficção AdolescenteBusca la primer parte para poder leer la segunda.