4. En el armario.

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La botella dejó de girar sobre la mesa apuntando a dos personas diferentes. Maldecía entre dientes al ver que se trataba de Jhonny y la chica, de todas las posibilidades de parejas que podían ir al armario, estaba la mas dolorosa.

Tomé otro largo trago creando un ardor en mi garganta que bajó a mi pecha, el líquido que estaba tomando era tequila.

La chica y Jhonny se pararon con una sonrisa plasmada en su rostro para entrar en el armario, donde no había regla alguna por cinco minutos.

Empezaba a sentirme algo mareado por la cantidad de alcohol que había tomado, estaba mirando fijamente hacia la puerta que los guardaba a los dos. No sabia cuanto tiempo había pasado cuando se empezaron a escuchar ruidos de dentro del armario, intenté no imaginarlos besándose salvajemente pero los ruidos los delataban.

Desearía haberme traído mis audífonos, al menos así me distanciaría de todo por un momento. Di otro trago al vaso causando aun mas ardor.

-Ok, salgan atragantados-ordenó la chica con pelo rojo, deteniendo el cronómetro. Entonces la puerta se abrió

Se pudo ver como Jhonny y la chica salían despeinados y sonrientes. Apreté mis manos hiriendo mis palmas con mis uñas de nuevo, el nudo en la garganta se volvió a formar.

Entonces vi como había una marca en el cuello de Jhonny ¿un chupón? Tome el trago mas largo que pude acabando todo el contenido del vaso, hice una mueca al sentir ese poderoso líquido bajando hacia mi estómago.

-Voy por algo de comida- le mentí a Piero el cual respondió con un "ok".

Me paré y me dirigí hacía la salida de la casa. Debía salir de aquí o terminaría llorando, y eso era algo que debía evitar a toda costa.

Abrí la puerta principal de la casa y salí de ella, respirando algo de aire fresco. Toqué mi frente con mi mano dándome cuenta de que tal vez tomé más alcohol del que debía ya que me era algo difícil caminar en linea recta.

Miré a la calle recordando en que dirección llegamos para ir caminando hacia mi casa. Al ver un cartel familiar decidí ir en esa dirección.

Esta definitivamente no fue una buena idea, unirme al equipo, enamorarme de alguien inalcanzable y venir a esta fiesta, todo esto apesta ¿Que había ganado? Estar caminando solo por una calle solitaria para llegar a mi casa.

Apreté mis puños descargando conmigo mismo mi frustración, camine lo mas rápido que podía intentando no tambalearme por los efectos del alcohol.

Podía sentir el nudo en mi garganta creciendo, y el vacío en mi pecho no ayudaba a sentirme mejor. Era tan odioso no poder ser esa persona para el.

Yo quería ser la persona que lo conozca, quería verlo sorber el café caliente, quería saber como bailaba cuando nadie lo veía, quería verlo despeinado. Solo deseaba amarlo.

Pero en cambio estaba condenado a quedarme en silencio, apretando mis puños, siendo un error anti-natural para la sociedad. En ese momento en específico me di cuenta de que odiaba ser homosexual.

Y odiaba no poder hacer algo para cambiarlo. En este punto de la noche, ya mis palmas estaban tan atrofiadas que estaban en peligro de botar sangre. Miré hacia al frente, esforzándome para mantener las lagrimas dentro

Y entonces me di cuenta de que no conocía la calle en la que estaba, me había sumergido tanto en mis pensamientos que ya no conocía donde estaba. Definitivamente esta parte de la ciudad no era en la que yo veía.

-Tal vez podía regresar a la fiesta-pensé, pero en ese momento negué con mi cabeza. No estaba preparado para volver y verlos juntos de nuevo.

Cuando estaba pensando en mis opciones, una camioneta negra aparcó a mi lado. Miré interrogante hacia la ventana que se bajó y mostró el rostro de Jhonny.

Tragué en seco, impactado, sin poder decir nada ante el ¿La fiesta se había acabado? Lo dudo, pero hay estaba el, al parecer, solo y mirándome.

-Tu eres...-dijo señalándome con un dedo vago-El recluta que se cayó ¿cierto?

Esbozo una pequeña sonrisa al por aquello, los reclutas ,así nombrados por los demás chicos del equipo, eran las personas nuevas que se unían al equipo.

-Algo así-dije con un hilo de voz, no creí que hablarle seria tan difícil. Todavía seguía algo impresionado con el hecho de que el estuviese aquí

-Jhonny-me tendió la mano.

-Cameron-dije estrechándola, esperando que no se diese cuenta de las heridas que abarcaban mis palmas.

-¿Necesitas que te lleve a tu casa, Cameron?-preguntó el. Palidecí un poco ante esa pregunta, si estar en la misma habitación era doloroso, estar en el mismo carro -solos- no podía ser una buena idea.

No estaba seguro que responder, si necesitaba ir a mi casa, y si, estaba perdido. Pero no estaba seguro de si podría permanecer bien en el recorrido.

-Si-dijo mi boca automáticamente, sin permiso de mi cerebro. El me dijo que entrara, y lo hice, no podía medir mis acciones cuando estaba cerca de el. Parecía que mis instintos tenían linea directa con mi cuerpo, desconectando mi cerebro.

Cuando cerré la puerta de la camioneta, me di cuenta de que ahora eran mis instintos con Jhonny, solos en un carro.

Apreté mis palmas nuevamente, cuando me di cuenta de que estaba empezando a sudar. Por mi mente pasaban muchos pensamientos, los suficiente como para distraerme y no darme cuenta de que estaba hablando.

Lo miré ¿Qué? ¿Qué es lo que dijo? Demonios, si no le respondo pensará que lo estoy ignorando.

-¿Como?- me atreví a preguntar.

-¿Donde queda tu casa?-volvió a preguntar el. Aliviado, porque no fuese una pregunta muy difícil, le dije mi dirección y el se puso en marcha de inmediato.

Cuando estábamos avanzando cautelosamente por el carro, me atreví a mirarlo con los brazos cruzados. El mantenía su vista en el camino, con ambas manos en el volante.

Demonios, era tan difícil dejar de verlo. Pero se hizo mas fácil al ver el chupón en su cuello, esa mancha que significa que ya un territorio estaba marcado.

-Así que ¿Te gusta el atletismo?- preguntó el.

-Me gusta el atleta- pensé irónicamente.

-Si-respondí ignorando mis pensamientos-¿A ti?

-La primera vez que hice las pruebas fue para impresionar a una chica, pero si-declaró el haciendo que sus ultimas palabras retumbaran en mi mente "Impresionar a una chica" sentí una estocada de realidad en mi "Una chica" bajé la cabeza.

-¿Y ahora tienes novia?-preguntaron mis instintos, me arrepentí al segundo de hacer la pregunta. Parecía0 no tener control de mi mismo cuando estoy cerca de el, parece que mi cerebro se desconecta y solo dejo las palabras salir. Debe pensar que soy un entrometido.

-No estoy buscando una novia ahora-dijo el, demostrando que no le costaba hablar de ello-Ahora no quiero una relación seria.

No sabia como sentirme ante esa respuesta, supongo que por un lado me siento feliz de que esa chica no sea mas que una cosa de una noche, pero también es desalentador saber que no busca nada serio.

-Es aquí-dije intentando demostrarle que su comentario me afectó-Gracias.

Me bajé y el se despidió de mi, sin hacerle mucho caso, también murmuré una despedida. Finalmente había llegado a mi casa.

Love CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora