Love Cameron

18. Huéspedes

El arrancó la camioneta y se puso en marcha hacia su casa. Tragué en seco, tomé el sobre con el dinero y me pregunté cuanto dinero contendría.

No sabia lo que pasaría de ahora en adelante, no se cuanto tiempo estaré distanciado de mis padres, y de su dinero.

Sabia que esta pelea familiar me afectaría económicamente, pero no estaba seguro de hasta que punto.

El viaje fue silencioso y corto, supongo que ninguno de los dos quería incomodar la situación. Miré a mi teléfono notando que había llegado un mensaje.

Me acabo de dar cuenta de que tengo una llamada tuya
Dana

¿Es importante?
Dana

Suspiré al ver esa notificación, deslicé mi dedo por la pantalla dispuesto a responderle.

Si, algo sucedió
Cameron

Hablamos en la escuela
Cameron

Apagué el teléfono y pude ver que habíamos llegado. A diferencia de mi, Jhonny vivía en una casa, y grande.

La fachada estaba cuidadosamente pintada de un color crema decorado con detalles de madera oscura que, supuse, era caoba.

Salimos de la camioneta y el me vio.

-Aquí vivo-declaró el-¿Entramos?

Lo miré y asentí con la cabeza. Nos acercamos a la puerta, y me pregunté si vivía con sus padres o solo.

Y también tenía curiosidad de si era mantenido por sus padres, como yo, o esta casa era producto de su trabajo.

Cuando abrió la puerta me di cuenta de lo lujosa que era la casa, tenia un concepto abierto y cielo raso que la hacía muy elegante.

-Es de mi padre la casa-mencionó el al notar mi rostro de asombro-Ha sido una noche larga y quiero dormir.

-Claro-acepté yo apretando los labios.

-Es por aquí-dijo y entró por un amplio pasillo.

Lo seguí y noté que en el pasillo había dos medidas de crecimiento. Como las que hacen los niños marcando la pared para medir su altura a través de los años.

Pasé mis dedos delicadamente por las marcas hecha por los años y, a pesar de estar casi borradas por completo, se podía leer al lado de dos marcas "Jonathan y Elliot"

-¿Elliot?-pregunté yo. El se giró y vio que estaba viendo las marcas, sonrió melancólicamente y se acercó a mi.

-Es mi hermano-mencionó el-No está ahora en casa.

Siguió caminando tras decir esto y entró a una puerta. Lo seguí y cuando entré, Jhonny cerró la puerta con pestillo.

-¿Necesitas una camisa?-preguntó el sacando una camisa de un cajón.

-No-negué admirando su cuarto. Era amplio y básico.

Tenia una cama muy grande, un televisor, una biblioteca llena de libros, un mueble para sentarse donde reposaba su guitarra y un escritorio donde había un radio con varios cassettes regados por toda la habitación.

Me senté en la cama y vi por el rabillo del ojo como Jhonny se sacaba la camisa y el pantalón, quedando solo en bóxer para luego dejarse caer en la cama y arroparse con la suave sabana que la cubría.

En cualquier otra situación estaría detallando con la mirada su cuerpo semidesnudo, pero ahora mismo no estaba de humor para hacerlo.

Me saqué los zapatos y cuidadosamente entré en la cama, quedando acostado a espaldas de Jhonny.

-¿Vas a dormir así?-preguntó mirando mi vestimenta. Dormir con unos jeans y una camisa de botones no era lo mas cómodo del mundo. Pero estaba muy cansado como para que me preocupara.

-No me importa-repetí dejando hundir mi cabeza en la suave almohada.

Al decir esto, nos quedamos en silencio por un momento. El apagó la luz de la lampara que nos iluminaba y todo quedó a oscuras.

-¿Estas bien?-preguntó el, rompiendo el silencio.

-No-respondí sincero-Pero estaré bien.

-¿Qué vas a hacer ahora?-preguntó el.

-No lo se-carraspeo-Tengo que ordenar muchas cosas en mi vida antes de arrastrarte a ella.

Pude sentir como se giró entre las sábanas para mirarme.

-No me estas arrastrando a nada-desmintió el-Yo quiero ser parte de tu vida.

-Gracias-dije sinceramente-Por dejarme quedar.

-De nada.