5. Compañero de clase

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Pude ver como la camioneta se fue, dejándome respirar profundamente desde que entré. Todavía no estaba seguro de como responder antes su declaración ,"no estoy buscando nada serio", pero sabia que el estar con el e intercambiar unas palabras me había levantado el ánimo.

Miré hacia mis palmas, tenían marcada cuatro medias lunas enrojecidas en cada una, producto de el apretón de mis cuatro uñas. Ademas de ello, podía sentir como el alcohol me hacia efecto en el estómago. No me sentía listo para entrar al mundo de fiestas adolescentes.

Con una mano en el estomago, subí las escaleras hasta llegar a mi departamento. Donde mi gato se había dormido en mi cama, y descubrí que había usado la caja de arena. A pesar de querer hacerlo, no la limpie, porque sabia que probablemente le vomitaría y dejaría la caja aun mas sucia.

Me dirigí a mi cama y me tumbe, donde pude, finalmente, descansar un poco. Miré la hora, 10:57 y me debia parar a las cinco en punto, lo que me dejaba con seis horas de sueño.

...

Oí la alarma sonar despertándome, todavía no había salido el sol. Suspiré deseando poder dormir unas horas más, no entendía como las personas tienen fiestas hasta amanecer y siguen luciendo bien.

Me sentía agotado y ni siquiera había salido de la cama.

Decidí que quedarme en cama más tiempo seria peor que levantarme, así que eso hice. Cuando me senté en la cama pude sentir que el alcohol había dejado de incomodar mi estomago y me dio una considerable resaca.

Me deslicé por mi cocina buscando una pastilla para el dolor de cabeza. Cuando lo hice, la saqué de su envoltorio y tiré una en un vaso con agua, esperando a que se disolviese por completo.

Al hacerlos, lleve el vaso a mis labios y tragué todo el líquido con sabor a pastilla.

...

Bajé las escaleras mientras me llegaban los mensajes de Dana, se supone que hoy me llevará a la universidad. Cuando salí, logré ver un diminuto carro de electricidad verde manzana, que reconocí como el suyo.

Al abrir la puerta me encontré con una Dana demasiado arreglada. Llevaba un conjunto ceñido al cuerpo algo provocativo, y el pelo arreglado -Como rara vez-

-¿Vas a una fiesta o...?-pregunté esperando a que terminara mi frase.

-Creo que estoy enamorada-dijo ella de inmediato mirando. Y cuando lo hizo, lo entendí todo, quería seducir a un hombre.

-¿Quien es el desafortunado?-pregunto a lo que ella me mira algo seria.

-Es perfecto-dijo ella, y preferí no recordarle que dice eso de todos-De hecho, esta en el equipo ¿Le hablarías bien de mi?

-No-negué riéndome-Le haces caso a cualquiera que se te pase por delante.

-Eso no es cierto-dijo ella.

-Lucas, Jorge, Alex-empecé a nombrar los ex's de Dana que se me venían a la cabeza-¿Y ahora quien?

-Te digo que el es perfecto para mi, planeo hablarle en la fiesta de Sarah-dijo ella haciendo una pausa-Y su nombre es Jhonny.

Mi corazón hizo una pirueta al oír eso ¿Acababa de decir Jhonny? Si, eso es lo que escuche: Jhonny.

Busqué en mi mente a otro miembro del equipo que se llamara Jhonny, pero nadie se me venia a la cabeza, excepto el.

-¿Jhonny Porter?- pregunté tragando en seco, a lo cual ella asintió con gran optimismo.

-Si, es el ¿Lo conoces? ¿Le hablaras bien de mi?- empezó a arremeter ella con un montón de preguntas sobre el.

Empezaba a sentirme mal ¿Eran los efectos del alcohol o solo eran mis celos? No, definitivamente eran mis celos.

-Detente-le pedí quitándome el cinturón.

-¿Que? ¿Por que?-preguntó ella. Miré a mi alrededor dándome cuenta de que estábamos enfrente de la plaza universitaria.

Quité el seguro y abrí la puerta cuando ella aminoró la velocidad, salí del carro en medio del estacionamiento de la universidad para dirigirme al campo.

Podía oír los gritos de Dana llamándome ¿En serio? ¿De todas las personas en el mundo? Le gustaba Jhonny.

Miré a mi palmas viendo su condición, se había formado costras en mis palmas, el tejido de alrededor estaba rojizo. Había dicho algo sobre una fiesta de Sarah, entonces se me ocurrió una idea.

Seguí caminando pasando por entre las personas, para entrar a la universidad y dirigirme al comedor. Cuando lo hice, pude ver que Piero estaba con los chicos del equipo desayunando.

Me dirigí hacia su mesa y ,al parecer, notó mi presencia porque dirigió una mirada hacia mi.

-Sarah va a dar una fiesta, quiero estar ahí- se que mi yo de hace cuatro día nunca hubiese actuado así, pero los celos me transformaban en la peor versión de mi mismo.

-Buenos días, yo estoy bien, gracias por preguntar-dijo el mordiendo una manzana.

-Hablo en serio ¿Alguien del equipo irá?- pregunté concentrándome.

-Algunos poco-se limitó a responder. Abrí la boca para decir algo, pero fui interrumpido por el timbre que indicaba la entrada a clases.

Empecé a caminar, rezando para no encontrarme con Dana, ahora no estaba listo para dar explicaciones sobre mi comportamiento.

Había descubierto algo, y es que, el hecho de estar en el equipo te daba un tipo de "pase" para poder llegar a una fiesta (con la chaqueta del equipo) y poder pasar sin problema. Y ahora yo usaría ese pase

Cuando entré en el salón, mi yo celoso se calmó, y el tímido regresó. Decidí sentarme en la parte de atrás, planeando mi estrategia para esta noche.

Pensé en decirle a Jhonny que Dana tenia herpes, pero luego me retracté. El celoso yo, estaba saliendo a la luz y eso no estaba bien.

Mis estrategias se derrumbaron cuando llegó el profesor, debía ponerle plena atención.

-Ok chicos, quiero que hagan un proyecto de psicología conociendo a sus parejas, primero les daré sus parejas y luego les daré las pautas y el contenido para realizarlo.

-Miller y Granger-empezó a nombrar el profesor mirando una tabla, con papeles.

-Villarroel y Farnos-siguió nombrando el profesor sin parar, a veces, era difícil seguirle el paso cuando hablaba tan rápido.

-Jhonny y Cameron-dijo, dejándome pasmado y sin respuesta alguna ante su rapidez. Busqué con la mirada a Jhonny y pude ver que este tenia su mirada clavada en mi, nos había tocado juntos.

El profesor nombró otro puñado de apellidos, y luego nos pidió que nos reuniéramos en grupo.

Me paré y me encaminé a el frente de la clase, para poder sentarme a su lado.

-Hola-dije algo tímido esperando a que el iniciara la conversación.

-Hey-saludó escribiendo algo en su cuaderno. Me incliné a su lado, viendo que escribía.

No habia escrito nada, solo estaba garabateando unos tornados de bolígrafo. Suspiré, escuchando las pautas del profesor.

En pocas palabras, teníamos que hacer una experiencia psicológica de proceso comunicativo con la pareja que te haya tocado.

-¿Que días estas libre?-me preguntó el sin aviso.

-Oh, bueno...-puse mi mano en mi barbilla, estaba libre todos los días. Pero no quería decir eso porque parecería que no tengo vida social.

-No la tengo- pensé para mis adentros, pero la idea es que el no supiese eso.

-¿Te parece el viernes en mi casa?-pregunté aleatoriamente.

-Esta bien-dijo el anotando algo en la esquina de su hoja-Se donde vives, pero por si acaso.

Me entregó el papel que contenía un numero de teléfono, al parecer, el de el. Entonces me di cuenta de que el y yo, estaríamos solos en mi casa, conociéndonos.

Love CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora