Rompiendo El Hielo

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Necesitaba una manera de obligar a las ramas a juntarse para nuestro refugio, así que encontré algunas vides muertas en el follaje de la selva, y por suerte se deshicieron con facilidad, por lo que fui capaz de ponerlas en tiras finas. Empecé a envolver las tiras alrededor de las ramas, cuando…

-¡Ouch!-grité mientras una astilla grande se clavaba en mi dedo.

-¿Qué ha pasado?- Natsu preguntó.

-Nada, estoy bien- le dije rápidamente, sin querer admitir que estaba fracasando miserablemente en hacer el refugio.

-Y la gente dice que soy raro- murmuró Natsu en voz baja sin dejar de cortar la madera que sostenía.

La astilla dolía como el infierno y mis manos estaban latiendo después de todo el destrozo que estaba haciendo, por lo que me frustré y me rendí. Si tuviera que estar meses sin nada más que hacer que juntar ramas, estaba segura de que finalmente acabaría con ello, pero por el momento era demasiado doloroso y una pérdida de tiempo, y estaba esperando totalmente ser rescatada más pronto que tarde. En realidad no importaba de todos modos, se estaba lo suficientemente caliente como para simplemente dormir bajo las estrellas como lo había estado haciendo, así que pensé que no era importante. En cambio, me encontré curiosamente viendo a Natsu concentrarse intensamente en la madera que estaba tallando. Yo no había trabajado tan duro en mi vida para nada, y su determinación me estaba fascinando absolutamente.

¿De dónde provenía eso? Tal vez él sólo quería comer más cosas que no fueran bayas ni gusanos. La imagen de un conejito regordete en una rueda con una zanahoria colgando delante de él brotó en mi mente, pero rápidamente la alejé. Realmente necesitaba esforzarme más para no ser tan mala.

Cuando finalmente estuvo seguro de que estaba lo suficientemente fuerte, se metió en el arrecife con el fin de ponerlo a prueba.

Pero, por supuesto, el palo se rompió.

Sin embargo Natsu no pareció demasiado molesto por su falta de éxito como yo hubiera estado, sino que simplemente tomó otro palo y comenzó a tallar de nuevo. Seis intentos fallidos más tarde fue capaz de hacer uno lo suficientemente fuerte como para realmente apuñalar a un pez, pero aprender a tener éxito en la historia era diferente.

-¡Lo has perdido!- grité.

Él miró hacia atrás y me miró.

-Sólo estoy tratando de averiguar cómo se hace- dijo mientras caminaba más lejos en el arrecife.

-Oh, consigue ese- le dije, pero él me ignoró.

Cuando lo perdió de nuevo, en realidad mostró algunas emociones normales y gritó con frustración antes de tirar la lanza hacia el suelo.

-Bueno, eso no es muy útil- dije casualmente- Supongo que cenaremos gusanos otra vez.

-¿Puedes callarte durante cinco minutos?- dijo irritado- Por lo menos estoy haciendo algo. No veo que tú sigas tratando de hacer el refugio.

-Está bien, lo siento- dije y me fui a sentarme en las rocas. Supuse que tenía razón, me había dado por vencida mucho antes que él, así que no tenía por qué hablar.

Natsu pasó por el borde y luego cogió su lanza antes de volver a donde estaba. Después de otra hora sin un poco de suerte, se enfadó y abandonó también.

-Pensé que habías dicho que no te detendrías hasta que atraparas uno- yo le tomé el pelo mientras él ponía mala cara en la arena.

-Simplemente no hay muchísimos peces por ahí- dijo a la defensiva- Tal vez en lugar de burlarte de mí, podrías tratar de ayudar.

Fairy Tail en el Lago Azul [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora