Latigazo

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Afortunadamente completamos el resto de nuestra semana de instituto sin ningún problema, y pasamos el fin de semana haciendo cosas al aire libre, como llevar a Nashi al zoológico. Natsu y yo amamos ver cómo le brilló la cara a nuestra hija cuando vio a nuevos animales por primera vez, probablemente fue nuestro mejor día en familia desde que salimos de la isla.

Pero cuando llegó el momento de regresar al instituto el lunes, tuvimos que pedir a Layla que cuidara a Nashi una vez más, pero eso no era un arreglo conveniente.

-Tal vez pueda hablar con Grandine sobre que te vengas a vivir con nosotras... ya sabes, tratar de hacer que ella se sienta un poco mejor al respecto- le sugerí a Natsu, esperando realmente que la tensión en su relación con su madre acabara pronto para que ella pudiera ver de nuevo a Nashi. Yo amaba a mi madre, pero no estaba muy contenta al pensar que con ese cerebro lleno de travesuras cuidara todos los días de nuestra niña de un año.

-Lucy, ya te lo dije, no voy a dejar que la cuide más- dijo irritado.

-Pero nunca me dijiste por qué.

-Porque no es importante-me espetó, pero luego suspiró-Sólo déjalo ir, ¿de acuerdo?- dijo un poco más suave.

-Está bien- me encontré estando de acuerdo. Odiaba que me lo estuviera ocultando, pero confiaba en él más que en otra persona en el mundo y si él tenía una razón para mantenerme en la oscuridad cuando se trataba de su madre, entonces decidí no presionar con el tema.

Pero guardar secretos de otras mujeres nunca sería tolerado.

-¿Puedes decirme si Lisanna ha tratado de hablar contigo otra vez?- le pregunté con cuidado, pues no quería sonar como una loca paranoica y celosa.

-Sólo hablamos una vez, y las veces que nos hemos cruzado ya ni siquiera ha intentado saludarme. Realmente no es nada de lo qué preocuparse- me aseguró.

-Lo sé... pero sigo sin confiar en ella. Te apuesto lo que sea a que ella encontrará una razón para estar cerca de ti.

Soné como una idiota, pero afortunadamente Natsu se rió de mí y me acercó a él para poder besar mi frente.

-Te amo- murmuró en mi pelo.

-Yo también te amo- le contesté inhalando su aroma profundamente con los pulmones.

OoOoOoO

Esa tarde Natsu tenía su primera competición de natación, y por mucho que quisiera llegar a casa para ver a Nashi, no había manera de que me lo fuera a perder. Jude saldría temprano del trabajo y ayudaría a Layla con los deberes de cuidar a Nashi, así que me sentí un poco mejor al respecto.

Las gradas estaban atestadas, y cuando me senté allí con Levy pude oír retazos de conversaciones de la gente... todas ellas centradas en el 'niño de la isla' que probablemente fue perseguido por tiburones para conseguir nadar tan rápido. Una parte de mí quería confirmar sus chismes y decirles que lo que hizo en realidad fue estar en el agua con un tiburón una vez, pero realmente no me importaba lo que pensaran o dijeran, y sabía que a Natsu tampoco. Pero aparte de eso, yo estaba cada vez más nerviosa con cada minuto que pasaba.

-¿Crees que no va a hacerlo bien?- Levy preguntó vacilante después de notar la manera ansiosa en la que estaba moviendo mi rodilla y mordiéndome la uña del pulgar.

-No, creo que él va a hacerlo bien... es sólo que...- en realidad no estaba segura de por qué estaba tan nerviosa.

-Estás preocupada por él- adivinó Levy.

-Si. Creo que tengo la mala costumbre de preocuparme por él- admití mientras de repente tenía un flashback de la primera vez que nadó por el arrecife con un chaleco salvavidas. Y entonces se me ocurrió algo horrible- Dios, soy una idiota.

Fairy Tail en el Lago Azul [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora