Confianza

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La mañana después del mejor cumpleaños de mi vida estaba siendo tan genial que empecé a sentir como si nada nos fuera a hundir de nuevo. No éramos sólo fuertes, éramos irrompibles y no había una sensación mejor que eso.

Pero aunque la mañana estuviera siendo increíble, no era exactamente perfecta. Esa tarde yo tenía que ir a hacer la prueba para conseguir mi licencia, así que mi padre decidió sorprenderme con lo que él llamó un regalo de cumpleaños tardío, pero yo sólo lo llamé vieja camioneta.

-¡Wow Jude, es impresionante!- Natsu dijo con entusiasmo cuando la vio.

-Uh... gracias papá- le dije mucho menos entusiasmada que mi media naranja. Quiero decir, yo estaba agradecida y todo eso, pero la cosa era horrible y estaba preocupada de que pudiera asustar al tráfico del sentido contrario y causar un accidente enorme.

-Bueno, sé que no se ve bonita, pero es fuerte y confiable-explicó Jude-Tú podrías tener una accidente con esta camioneta y todavía estar bien.

-Es perfecta para ella-dijo Natsu casualmente.

Durante un momento miré a mis dos hombres favoritos, antes de suspirar y decidir que tenían razón. La antigua yo hubiera arrugado la nariz y se hubiera negado a ser vista en eso, pero la nueva se negaba a pensar en cómo se veía la camioneta, siempre y cuando fuera lo suficientemente segura para Nashi.

-Así que, ¿qué te parece si vamos a un aparcamiento y damos unas clases?-se ofreció Jude.

-Uh...-miré el reloj-Creo que tenemos un poco de tiempo.

Dado que había cambiado mi horario, Natsu y yo empezaríamos el instituto a las diez y volveríamos a las dos. Era realmente perfecto considerando que cuando Nashi estaba más activa era entre las siete y las nueve de la mañana, y por las tardes entre las tres y las seis. Todavía odiábamos dejarla, pero nos encantaba estar con ella cuando estaba más despierta y feliz.

-Vale, ahora el cinturón de seguridad-me ordenó Jude.

-Papá, aún me acuerdo de cómo conducir- le dije. Yo tenía mi permiso antes de quedarme tirada en la isla, y como la mayoría de los adolescentes había conducido más de los que mis padres me habían permitido, así que todavía confiaba en mi capacidad.

-Sí, bueno, parecías tener problemas para recordar un montón de cosas cuando regresaste- argumentó.

-Eso fue sólo porque mi cerebro estaba en modo isla y había alejado todo lo demás... pero ahora que estoy de vuelta, recuerdo todo de nuevo... incluida la forma de conducir.

-No es como andar en bicicleta, Lucy... y sólo para que estemos en la misma página, yo también recuerdo todo lo sucedido antes de la isla.

-¿Qué se supone que significa eso?- pregunté haciéndome la ofendida.

-Todo el mundo en Fiore recuerda cómo conducías en ese entonces... especialmente los propietarios de los cuatro coches aparcados que golpeaste.

Ah, sí, supongo que me había olvidado de esos incidentes menores.

-Ahora me siento más responsable de lo que solía ser antes- traté de asegurarnos a los dos.

-Bueno, tienes que serlo, ahora eres una mamá.

-Exactamente, así que ten un poco de fe.

Fairy Tail en el Lago Azul [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora