Fairy Tail en el Lago Azul [Adaptación]

Adaptándose

-Bueno, pero asegúrate de girar el brazo todo el camino sobre tu cabeza... mueve las piernas más duramente y más rápido- le instruí a Natsu.

Él estaba haciéndolo muy bien y entendía rápidamente todo lo que le decía... Sin embargo, conseguir que aumentara su nivel de confianza conmigo, fue una historia diferente.

-No puedo hacerlo- dijo frustrado.

-¿Qué quieres decir? Lo estás haciendo- le dije confundida.

-Pero yo no puedo hacerlo por mucho tiempo, me canso y entonces me asusto.

-Natsu, puedes hacerlo, sé que puedes- le dije alentadoramente.

Nuestros ojos se encontraron inesperadamente, y curiosamente me encontré encerrada en su mirada llamativa. Supuse que nunca antes lo había mirado a los ojos, no realmente, y estuve hipnotizada por la extraña profundidad de su color jade intenso.

De repente él asintió con la cabeza, rompiendo la extraña conexión que nos había atrapado.

-Vale- murmuró antes de girarse y alejarse de las rocas para practicar el movimiento de la natación una vez más.

Después de eso Natsu pareció obsesionado con la natación. Siempre que no estaba pescando, estaba nadando en el lago y yo estaba empezando a preocuparme de que se marchitara como una ciruela por todo el tiempo que pasaba en el agua. Unos días más tarde me detuve con las lecciones. No había mucho más que pudiera enseñarle y de todos modos él estaba frustrado por mis técnicas a nivel juvenil. Por lo general lo miraba desde un lado del lago para asegurarme de que estaba bien, pero después de un tiempo ya tuve la suficiente confianza en su capacidad y llegó a ser demasiado inquieto sentarse allí todo el día. De todos modos yo no podía sacarlo físicamente del agua si era necesario, así que pasaba ese tiempo caminando por la playa y recogiendo conchas.

*-*-*-*-*-*-*-*

-¿Estás seguro de que estás listo para esto?- le pregunté nerviosamente antes hacer su primer intento de nadar hasta el arrecife sin el chaleco salvavidas- Nadar en el mar es un poco más difícil, sobre todo cuando llevas una lanza- le advertí.

-Corrientes subterráneas y ventiscas, ya lo se- dijo con confianza. Me miró con una sonrisa torcida y tranquilizadora, curiosamente hizo que mi aliento se enganchara. No llevaba las gafas porque estaba a punto de nadar, y su pelo crecido colgaba en su rostro dándole un aspecto diferente... como si fuera más mayor. Sus rasgos habían cambiado desde su llegada a la isla, su nariz estaba más definida, y sus mejillas y su barbilla eran cada vez más angulares. Si yo estuviera siendo honesta conmigo mismo, incluso podría pensar que era casi hermoso. Casi. Pero era Natsu Dragneel de quien estaba hablando, y palabras como hermoso no tenían sentido cuando se le describía.

-He estado practicando la natación con la lanza y también estoy listo para las otras cosas- agregó.

-Está bien- le dije tratando de ignorar los pensamientos no deseados que circundaban por mi mente. Pero de repente me sentí un poco protectora con él, como una especie de madre pato llevando a su patito hacia las aguas abiertas por primera vez, así que decidí ir a nadar con él... a pesar de que debería haber hecho caso a mi propia advertencia, la corriente subterránea era fuerte y me costó un poco entrar. Pero estuve más allá que sorprendida con la velocidad y la facilidad con la que Natsu fue hacia las olas, yo todavía era más rápida, pero no por mucho.

-Vaya, casi me ganas- le dije cuando estuvimos a salvo en el arrecife.

-Bueno, antes siempre podía sentir las corrientes, incluso con el chaleco salvavidas, así que sabía qué esperar. ¿De verdad crees que lo he hecho bien?- preguntó con orgullo.