Fairy Tail en el Lago Azul [Adaptación]

Epilogo

-¡Papi, papi, está sucediendo!- sus ojitos brillaban con tanta intensidad por la emoción que ni siquiera fue necesario coger las linternas para poder verlo- ¡Date prisa!- gritó cuando Natsu no se levantó lo suficientemente rápido.

-Vale, vale- dijo con una risita iluminada mientras se levantaba de la cama. Hizo una pausa sólo para darme un tierno beso- ¿Vas a venir?

Sonreí.

-No me lo perdería.

Miré a Laxus, todavía durmiendo pacíficamente en su cuna, y luego los seguí hasta la playa. La luna brillaba aquella noche de verano y las olas del océano entraban y salían con una constante calma, como si estuviera llamando a las tortugas marinas recién nacidas, adormeciéndolas para que fueran hacia él.

-¿Crees que todas lo lograrán?- preguntó ella con preocupación cuando la primera comenzó su caminata monumental hacia el mar.

-Técnicamente las posibilidades son...

Le puse la mano en el hombro a Natsu para que se callara.

-No podemos estar seguros de lo que les sucederá una vez que lleguen al agua, pero vamos a asegurarnos de que todas ella lleguen a la playa- le aseguré.

-En serio, esto va contra la ley de la naturaleza- murmuró Natsu- Si los chicos en el trabajo se enteraran de lo que estamos haciendo...

-Oh, cállate- le reprendí en broma- ¿Qué fue lo que me dijiste hace tiempo?, estas pocas tortugas no van a deshacer los ecosistemas del océano.

-Sí, lo dije la primera vez que hicimos esto... pero cada vez, cada verano, es una historia diferente.

-Esta es su primera vez, dale un descanso.

-Lo vimos el año pasado... y el año anterior- argumentó mientras veíamos a nuestra hija bailar protectoramente alrededor de las tortugas.

-Pero esta es la primera vez que realmente lo entiende- señalé- ¿Recuerdas lo emocionada que estuvo Nashi era la primera vez que realmente llegó a participar en esto?

-Sí- dijo con una sonrisa torcida- Ella se negó a ir a la cama hasta que la última de ellas estuvo en el agua fuera de nuestra vista... y entonces dejó de preocuparse.

-Oh, a ella todavía le preocupa, solo que realmente está cansada de lo ocupados que hemos estado, y sabe que habrá más tortugas más tarde.

Él negó con la cabeza en desacuerdo.

-Ya está sucediendo. Sólo espera un par de años más y va a empezar a decir que no quiere venir, nos rogará que la dejemos quedarse en casa en los veranos para que pueda pasar el rato con sus amigos y nos odie si decimos que no.

-Trataremos eso cuando llegue el momento- le dije con un suspiro. Yo estaba tratando de pensar en maneras para convencerlo de que estaba equivocado, pero Nashi era una mariposa social y secretamente me preocupaba que él tuviera más que un poco de razón. Si Nashi no quería ir a la isla nunca más, sería doloroso para los dos.

-¡Papá!- Yuri gritó unos pocos metros lejos de la playa. Natsu y yo corrimos hasta nuestro hijo para ver qué pasaba- Una serpiente perseguía a una tortuga en esta zona sagrada. La tengo cogida de la cola para que no pueda seguir adelante, pero no estoy seguro de qué tipo de serpiente es.

-Está bien- dijo Natsu antes de coger la serpiente de Yuri- Id para atrás- nos indicó.

-Natsu, ten cuidado- le dije preocupada.

-¿Qué es eso?- la pequeña Meredy preguntó con curiosidad. La agarré por la cintura y tiré de ella para que no se moviera.

Poco a poco Natsu tiró del tronco de la serpiente y luego sonrió mientras la examinaba.