CHAPTER 14

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En la oscura noche dos varones compartían un mismo sueño, aunque el pelirrojo lo considerara una pesadilla ahora, ambos estaban en sus habitaciones, en sus camas y cubiertos por sus sábanas pero tenían el mismo recuerdo los dos, desgraciadamente Oliver no podía recordar el rostro de aquel chico con el que soñaba, sólo su voz.

...
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—Sonríe Ollie.

—Pero...

—Olvídate de eso, sólo fue un rasguño, tampoco podías hacer mucho al respecto sin salir herido —el paisaje era bonito aunque se hallaran en la escuela, no faltaba mucho para que terminaran las clases y el calor del verano ya se empezaba a sentir cada tanto, el rostro del mayor, aunque estuviera difuminado por una nube oscura, estaba sucio y magullado, también tenía hematomas ocultos por las mangas de su camisa, otra vez había sido maltratado por esos chicos.

—Tonto #*&@... sólo debías pedirme ayuda... sabes que soy sobrino de una maestra, podría haberlos asustado al menos —él rió y revolvió los cabellos del más pequeño, quien abrazaba su mochila mientras mordisqueaba la pajita con la cual debía beber su capuchino. La sonrisa nerviosa del mayor le hizo preguntar— ¿Qué es lo que más adoras en el mundo?

—¿Lo que más adoro? —el menor asintió— Supongo que sería ir a la casa de tu tía, su comida es incluso mejor que la de Luka jajaja... Y eso es poco —la sincera sonrisa del chico tiñó las mejillas de Oliver de un rojo intenso, esto despertó ternura en el contrario— ¿Y tú?

—Yo... —él pensó detenidamente lo que iba a decir mientras bebía lo último de su capuchino, sus mejillas no perdieron su color en ningún momento— Lo que más me gusta es tu sonrisa... es bonita y contagiosa.

—¿E-e-en serio? Wow... n-no sabía que a alguien l-le gustara verme sonreír... ni siquiera a mamá le gusta...  —esto último lo susurró, como si le avergonzara admitir lo triste que era el mundo en el que vivía. Oliver tiró el vaso vacío y se acostó en el regazo del mayor.

—#*&@... —los ojos distintos de Oliver se encontraron con los borrosos de él— ¿me regalarías tus sonrisas? —él no podía decir que no al tono inocente con el que el rubio preguntó, era muy débil ante Oliver. Sonrió.

—Si Ollie, todas mis sonrisas son tuyas... pensaré en ti cada vez que sonría, así podré regalártelas aunque no estemos juntos —aún con el rostro borroso se podían notar su mejillas rojas.

—¡Pero sonríe seguido! Casi siempre vas a tu casa y vienes de ella triste, no me gusta verte triste —él suspiró y vio sus manos tan pálidas como las de su padre, luego vio a Oliver sentado junto a él y nuevamente a sus manos, él tomó al menor del cuello en silencio, ni siquiera pensaba apretarlo y Oliver lo sabía, por eso estaba tan calmado.

—El monstruo me agarró así cuando volví de la escuela ayer, tenía una botella vacía al lado... —deslizó sus manos por los delgados brazos del contrario hasta sus muñecas y las sujetó de igual manera— También aquí, me arrastró fuera y dijo que durmiera allí como el perro que soy, me dolía mover las manos después...

—Que feo... ¿no dormiste bien porque estabas incómodo? —el mayor rió, eso era de lo que menos debía preocuparse estando en la puerta de su casa.

—Si... seguramente por eso me dormí en clase —el rubio se paró de golpe y ofreció su manito al más alto, nuevamente iban a dormir en casa de su tía.

—Mamá también se enojó conmigo ayer, me dijo que si seguía escapando de esos tontos concursos como hasta ahora sólo voy a servir para *$@*€$*^¡&)%!"!/#÷€¿

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Oliver despertó agitado "¿realmente mamá pensaba así de mí?" Pensó con una mano en el pecho, si era así entendía por qué le molestaba que su hijo buscara sus recuerdos perdidos en lo profundo de su mente. Incapaz de poder volver a dormir se puso sus zapatillas y salió en pijama a la acera, como supuso, Flower estaba sentada con una botella de vino.

—Del '94, el viejo tiene un buen gusto —dijo mientras sacudía suavemente un vaso de vidrio, Oliver la miraba desde la puerta de su casa— Acércate a la casa del vecino y sabrás que hago aquí emborrachándome —él hizo caso y se apoyó en la puerta del vecino de Flower, se oían gritos y súplicas de una mujer, golpes secos también, la ventana de Flower y la de la cocina estaban cerca una de la otra— me pasa por vivir en un barrio pobre —suspiró, él se sentó junto a la chica, quién sabe cuanto llevaba ahí pero sí sabía que ella tenía bastante tolerancia al alcohol como para tomar varias copas y seguir en sus cinco sentidos.

—¿Puedo probar? —la fémina sonrió con picardía, en raros casos como este en el cual Oliver aceptaba beber vino con ella siempre había algo detrás— maldita zorra barata.

—Sólo quiero saber... ¿era guapo? ¿Te hizo cosas sucias? ¿O acaso se te escapó lo hetero mientras dormías? Pero déjame decirte que este ardiente cuerpo de modelo tiene dueño —Oliver suspiró y tomó sus muletas dispuesto a volver a la cama, las bromas pesadas de Flower eran de lo más desagradables para el rubio— Oliver... no te vayas... si me dejas sola seguro algún negro vendrá por mí... —ella fingió sollozos para que Oliver "se apiadara" de ella. De la nada oyó el crujido de una rama y se tensó, aunque se hiciera la valiente y saliera a la oscura calle a las cuatro de la madrugada en realidad estaba muy asustada de quien se le pudiera acercar, era una niña aún.

—Ese fui yo, lo siento, deberías volver a entrar si tanto miedo le tienes a la oscuridad, seguro y tu viejo se despierta a compartir una copa contigo.

—Él... está con su mujer, si le digo que quiero dormir con él porque tengo miedo... y los vecinos están peleando otra vez la perra me va a dejar fuera y cerrará la puerta... —Oliver volvió a sentarse en la entrada de la casa, en cierto modo el miedo de la chica le recordaba al chico con el que soñó, su tono al hablar del "monstruo" era el mismo que el de Flower en ese momento, su corazón se ablandó al ver a la asustada albina ver a todos lados rápidamente y la abrazó con cariño, dejándose a sí mismo quedarse dormido en brazos de la fémina.

Un Reencuentro Inesperado <<Olikase>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora