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( MI VECINO TOTORO )




—Por cierto, Jungkook, ¿qué es lo que deseas estudiar? — Yoongi preguntó, haciendo que el menor lo mirase con sorpresa.

—La verdad es que me gustaría ser escritor —respondió con timidez —. Pero mis padres creen que serlo no me dejará nada bueno, que al final terminaré muriéndome de hambre. Ellos quieren que estudie derecho, igual que mi hermano mayor, pero sinceramente no es algo que me llame la atención o que... me guste.

Jungkook soltó una pequeña risa, evidentemente forzada. Le dio un sorbo al vaso de leche que se encontraba tomando y prosiguió.

—Hay ocasiones en las que incluso yo mismo me replanteo si lo que quiero hacer está bien, si es lo correcto. De tantas veces que me han dicho que el ser escrito no me llevará a ningún lado más que a la miseria, estoy por creérmelo y ser lo que mis padres quieren que sea; aunque sí es un martirio que estén comparándome con mi hermano todo el tiempo —musitó esta última parte en voz baja, pero lo suficientemente alta para que Yoongi escuchase. Su tono de voz cargado con tristeza y desilusión demasiado notable.

—Quiero que me los leas, Jungkook.

—¿Perdón?

—Tus escritos —sonrió levemente —. Me gustaría mucho que me los leyeras, estoy seguro que son buenos.

Las mejillas del menor se tornaron de un color rojizo. El hecho de que alguien más (aparte de él, obviamente) leyera lo que ha estado escribiendo desde hace años, le avergonzaba demasiado.

—No... No creo que le gusten, la verdad —hizo una mueca.

—Eso no podremos saberlo si no los he leído aún.

Jungkook soltó un suspiro en resignación —Está bien, hyung.







El invierno estaba por acercarse, y Jungkook no podía estar más que feliz. Era una de sus épocas favoritas, aunque siempre termina temblando incontrolablemente; en vacaciones podía quedarse en casa y acurrucarse bajo las mantas, leer un libro o releer uno viejo mientras disfrutaba de chocolate caliente, ver películas o simplemente relajarse al escuchar su música favorita.

Pero ahora trataría de incluir a Yoongi en esos planes.

Al salir de su casa, lo primero que sintió fue la brisa fresca golpear suavemente contra su cuerpo, haciéndolo estremecer. Sujetó las correas de la mochila que llevaba puesta y caminó por un rumbo ya muy conocido para él.

—Buenas tardes, hyung —saludó al entrar. Cerró la puerta detrás de sí y dejó la mochila en uno de los sillones —, ¿cómo se encuentra?

—Estoy bien, gracias. Pero dime, ¿qué tal tú? ¿Ya has terminado los exámenes?

—Ayer tuve el último, creo que saldré bien. Realmente no me preocupo mucho —rió levemente, a la vez que se sentaba en el suelo. Igual que siempre —. ¡Oh! He traído algunas historias que he escrito, no son muy largas pero han sido mis favoritas. ¿Quiere que empiece a leérselas ya mismo?

—Me encantaría. Pero antes, quiero contarte una historia, Jungkook.

SUSURROS DEL CORAZÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora