( PORCO ROSSO )
Estaba a punto de entrar a la casa de Yoongi cuando escuchó una risa (algo fuerte y escandalosa) que provenía de adentro. Recordó lo que su mamá le había dicho, acerca de que el mayor ya no rechazaba las visitas de sus amigos, así que supuso que estaba con ellos. Se quedó parado en la entrada, dudando en si entrar o irse a casa, ya que Yoongi no se encontraba solo y no quería interrumpir.
Así que optó por tocar el timbre en lugar de entrar como Pedro por su casa. Al instante escuchó los ladridos de Holly, provocando que sonriese; normalmente venía a esta hora del día, el canino ya sabía de quién se trataba. Sólo bastaron unos cuantos segundos para que la puerta se abriese, revelando a un chico (un poco más alto que él) con un extravagante cabello color rojo y una enorme sonrisa.
—Buen día, señor —hizo una reverencia, correspondiendo la sonrisa, pero sin mostrar la dentadura.
El chico con cabello llamativo se mostró ofendido, pero sin desaparecer la sonrisa de su rostro.
—¡No me hables tan formalmente! Me haces sentir viejo —bromeó—. Jung Hoseok, es un gusto. Tú debes ser Jungkook, ¿verdad? ¡Yoongi me comentó que vendrías! Pero creo que tardaste un poquito, aquel ya se estaba poniendo algo depresivo.
Jungkook rió levemente. —¿Puedo pasar? ¿O interrumpo una charla importante? Porque si es así puedo irme...
—¡Para nada! Vamos, entra.
Volvió a hacer una reverencia mientras entraba. Caminó por el pequeño pasillo y se encontró a Yoongi sentado en el sofá de siempre, con Holly en su regazo; en la mesa central habían dos tazas vacías y un plato con unas pocas galletas, las mismas que Jungkook le había traído hace días.
—¿Cómo estás, Jungkook? —preguntó, dedicándole una sonrisa.
—M-muy bien, ¿y tú, hyung? —se maldijo mentalmente por tartamudear, sólo habían pasado dos días desde que lo visitó, ¿por qué se encontraba tan nervioso?
—Estaba bien hasta que alguien vino a interrumpir mi paz —respondió, refiriéndose a Hoseok, quien ya se encontraba sentado a su lado nuevamente —. Pero nada que no pueda controlar.
—Deja de decir tonterías, Yoongi. Ambos sabemos que me amas, por eso no me has corrido de tu casa aún.
Jungkook observó la escena en silencio, tragó fuerte y se sentó en el sillón individual; normalmente se sentaba en el suelo, pero con alguien más ahí le resultaba algo bochornoso. Se sentía un poco fuera de lugar, no se le dificultaba hacer amigos, pero en esta ocasión Hoseok es amigo de Yoongi, y ambos se encontraban en una atmósfera diferente que Jungkook temía hablar y romperla por completo. Sus mayores se adentraron en una conversación de la que no tenía idea, parecía que se habían olvidado de su presencia; se levantó y se dirigió a la cocina.
Tomó un vaso, se echó agua hasta la mitad y bebió sin prisas. Había pensado en no asistir, después de la no tan grata conversación con su madre, sus ánimos decayeron completamente. Sus padres se la vivían comparándolo con su hermano mayor, quien se encontraba estudiando en el extranjero para nuevas y mejores oportunidades. No podría decir con exactitud si lo hacían para hacerlo sentir como un inútil o para alentarlo, pero Jungkook al final terminaba como la primera opción.
Después de tomarse toda el agua, volvió a la sala principal, encontrándose con que Hoseok ya no estaba. Pestañeó confundido, ¿tan sumido estaba en sus pensamientos que no se había dado cuenta?
—¿Dónde está Hoseok hyung? —cuestionó.
Vio cómo Yoongi daba un pequeño respingo en su asiento, se mordió el labio para no reírse. Se acercó y se volvió a sentar, esta vez en la alfombra, delante del mayor.
—Se ha ido hace unos momentos, tiene una cita con su novia.
Oh.
—¿Novia? Creí que estaba soltero... —murmuró, sintiéndose algo estúpido por sacar conclusiones antes de tiempo.
Al parecer no lo escuchó ya que no dijo nada más. Frunció el ceño, confundido, Yoongi estaba más callado de lo normal; una pequeña ola de preocupación lo recorrió, pensando que algo malo pudo haber ocurrido.
—¿Hyung?
—No hables. Necesito tranquilidad después del escándalo anterior.
Tragó.
—Pero hyung... —exclamó ansioso.
—Silencio, Jungkook.
Obedeció, pero al cabo de unos segundos volvió a hablar, levantando la voz un poco más que de costumbre.
—Detesto el silencio.
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SUSURROS DEL CORAZÓN.
Fanfiction© 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐊𝐎𝐎𝐊 : Min Yoongi fue un gran fanático de los instrumentos cuando era niño. Sin embargo, debido a su enfermedad, continuar haciendo lo que más amaba le fue imposible.