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( EL MUNDO SECRETO DE ARRIETY )





Jungkook cerró la puerta detrás de sí con cuidado, tratando de no hacer ruido para no despertar a su familia. Se recargó en ella y soltó un suspiro, terminó negando la invitación de Yoongi de quedarse a dormir en su casa, no quería seguir molestando al mayor; se sentía como una carga.

Eso es lo que siempre he sido, pensó.

Unos pasos en el pasillo lo alertaron, temía que se tratase de alguno de sus padres, ya sabia que le iban a dar una buena reprimenda. Sin embargo, pudo relajarse un poco cuando reconoció la figura de su hermano en medio de la oscuridad.

— ¿Jungkook? —preguntó con voz adormilada.

— Estoy en casa —musitó en voz baja pero lo suficientemente fuerte como para que su hermano lo escuchase.

Sintió unos brazos rodeandole en cuestión de segundos, dejándolo sorprendido por un momento. Trago fuerte y abrazó a su hermano mayor devuelta, de repente sintió unas inmensas ganas de llorar; hacia tiempo que no lo abrazaba. Abrio la boca, listo para disculparse.

— Lo siento —Junghyun murmuró, abrazándolo más fuerte, como si temiera que Jungkook se desvaneciera—. No tenía idea de lo mucho que nuestros padres te presionan. Todo es mi culpa.

—No, no lo es. Sólo te estás esforzando en tener un buen futuro y es excelente, eres el orgullo de la familia, no deberías sentirte mal —musitó, con la voz rota. Apretó los labios con fuerza para evitar soltar un sollozo y despertar a sus padres.

—Jungkook... —se separó, pero sin soltarle de los hombros—, ¿tú me odias?

—¿Qué...? ¡No, claro que no! Eres... Eres mi hermano, jamás podría odiarte. Estuviste ahí para mí siempre que podías, me apoyaste incluso mucho más que nuestros propios padres; realmente tuve una infancia feliz gracias a ti... No te odio, no sería capaz de hacerlo —soltó una risa amarga, ya no se molestó en limpiar las lágrimas—. Ni siquiera soy capaz de tenerte envidia. Sé perfectamente que somos diferentes, que cada uno tiene cualidades diferentes. Pero... Es cansado, ¿si? Es cansado tener que escuchar a nuestros padres mencionándote en cada conversación para que siga tu ejemplo, sin molestarse en ponerse a pensar qué es lo que me apasiona realmente. Pero no es tu culpa, nada de esto es tu culpa, ¿de acuerdo? —exhaló, mirándolo con una pequeña sonrisa.

Se separó con lentitud, dispuesto a dar por terminada esa conversación y poder encerrarse en su habitación; temía que su madre se llegase a despertar, y realmente no tenía ánimos para discutir a altas horas de la noche. Tampoco quería hablar sobre sus sentimientos, o sobre lo que ha estado atormentado su cabeza las últimas semanas, dejándolo sin poder dormir y con una pesadez que nunca antes había experimentado.

Sin embargo, el agarre en su muñeca le hizo detenerse. Soltó un suspiro y volteó la cabeza ligeramente, mirando a su hermano mayor por el hombro.

—Jungkook, espera... Tengo que decirte algo.

—¿Podemos dejarlo para otra ocasión? Estoy muy cansado, quiero irme a dormir —murmuró.

—Lo sé, pero esto es realmente importante...

—Junghyun, —dijo, elevando un poco la voz— de verdad quiero irme a mi habitación. Hablemos mañana.

Fueron unos segundos en completo silencio hasta que Junghyun soltó su agarré y asintió con la cabeza a la par que murmuraba.

—Está bien. Buenas noches, que descanses.

—Buenas noches.

Una vez dentro de la comodidad de su habitación, se dejó caer en la cama y se cubrió el rostro con la almohada; no se molestó en cambiarse y colocarse la pijama.

Pero a pesar de haber sacado parte de lo que lo carcomía, todavía seguía sintiendo una opresión en su pecho.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2020 ⏰

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