Verdad o atrevimiento

5.1K 217 8
                                    

-¿Lo vas a matar, verdad? Porque o lo haces tú o lo hago yo.

Mimi con los brazos en jarras gritaba, pendiente de las imágenes de la televisión pero sin escuchar lo que decía. Mientras, yo aún apretaba fuertemente el móvil contra la oreja, caliente por el uso frenético de las últimas horas.

-Sabía que tenía que haberle dicho algo ayer, porque me pararon entre todos, pero sinceramente creo que se está pasando ya.

Di unos pasos cortos acercándome al televisor con el operador hablando en mi oreja, ofreciéndome dejar un mensaje en el contestador. Estaba demasiado en shock como para responder, apenas podía pestañear.

Una manada de reporteros bloqueaban el paso a Jadel y este intentaba hacerse paso entre la multitud arrastrando una maleta negra pequeña. Todos le acercaban el micrófono para que hablase, pero él los evitaba de una manera un tanto brusca. Respiraba nerviosa, con el corazón a mil, deseando que no dijese ninguna estupidez y que esperase a hablar conmigo. Por el momento no hablaba con ninguno, ojalá que el título que corría por la parte de abajo de la televisión fuese mentira.

Mimi ya no decía nada, parecía más tranquila pero no menos enfadada. Me miraba preocupada, una mirada a la que yo ya estaba acostumbrada y que, aunque suponía que yo le importaba, ya empezaba a estar cansada de ella.

Quería darle motivos para que me mirase orgullosa, contenta o como cuando intenta conseguir que no me enfade después de haberme vacilado. Esa mirada me encantaba.

Pero no, últimamente solo había miradas de preocupación, pendientes de mis reacciones, dispuestas a socorrerme en caso de que yo me viniese abajo, me rompiese, o como en este caso, me quedase sin ningún tipo de respuesta.

Dio un paso dudoso, pero luego se acercó a mí decidida. Posó su mano izquierda en mi mejilla, acariciándome, ahora sonriendo y con la otra me quitó el teléfono de la oreja, despacio, comprobando que yo no oponía ninguna resistencia. Seguía mirando a la televisión, notando los ojos secos por la falta de pestañeo.

No había llegado a oír absolutamente nada de lo que los reporteros decían, aunque por lo poco que vimos en las imágenes del aeropuerto, no debía preocuparme.

Moví los ojos, por fin, hacia ella. Sonriente, supongo que intentando quitarle hierro al asunto. Y en ese momento reaccioné, recuperé el móvil de su mano y marqué rellamar ante la atenta mirada de sorpresa de Mimi.

Miraba a la pantalla, comprobando que ni siquiera miraba el móvil aunque se oía perfectamente gracias a los micrófonos de los reporteros. El operador volvió a darme la opción de dejar un mensaje en su contestador y pulsé el uno con los latidos del corazón palpitando en mi cabeza.

-Jadel, estoy cansada de esta puta situación y estoy muy harta de tí. Te he dado mil y una oportunidades para que hablemos, porque sé que tú no eres así y que nos merecemos esa conversación. Así que si quieres, aquí estoy para actuar como personas maduras, pero si quieres ir de malas, recuerda que es tu decisión, no mía y que te puede salir muy cara.

Colgué y tiré el móvil contra la cama, descargando mi enfado con él. Con la misma energía me giré para buscar la aprobación de Mimi porque tenía la necesidad de saber que no la había cagado siendo impulsiva.

Sonreía con los brazos cruzados y las cejas muy levantadas.

-Pensaba que no podía estar más orgullosa de ti, pero va a ser que me equivocaba.

Dejé escapar un pequeño suspiro de alivio con el aire que pesaba en mi pecho.

Me sentía de algún modo, poderosa. Como si acabase de actuar sobre un escenario, con esa adrenalina invadiendo todo mi cuerpo. Era la primera vez que conseguía decir lo que realmente pensaba a Jadel, y vale que había sido a través del teléfono, pero era un primer paso en lo que empezaba a ser tomar las riendas de mi nueva vida.

Serendipia // WarmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora