León lo pensó mucho. No sabía porque pero tenía el presentimiento de que lo tenía que hacer. Por fín un misterio había tocado a su puerta. Él vivía en un pueblo chiquito y era hijo de unos granjeros, padres de ocho hijos y dos hijas. León era el menor de todos y nunca le había gustado esta vida. Siempre soñó con irse a la capital y hacer grandes estudios. Ahora, estaba en la capital hace solo pocas horas. León se había escapado de casa con su hermana que le llevaba por 3 años más. Se entendían muy bien y ella le había suplicado para venir con él. La primera vez que León leyó todo el papel con las direcciones, estaba escrito la suya. Le pareció muy raro hasta que se dió cuenta que su hermana con la que estaba ahora en la capital, Estefanía, era una de las 12 otras personas. ¿Pero, en la otra vida, había verdaderamente sido su hermana? Se questionaba mucho sobre en eso.
-Bueno, aquí es. Ya llegamos.
-¡Waa! ¡Que lindo! ¡Una comisaría! Replicó Estefanía con un tono totalmente irónico.
-No te hagas la graciosa...
-León, ¿cuando me vas a decir porque sigues aquellas direcciones?
-Ahora no te lo puedo decir. Solo sígueme y has lo que te diga Tefi.
-¡No me digas Tefi! ¡Que no me gusta este apodo!
-Bueno esta bien Estefanía.
Entrarón a la comisaría y ahí estaba. Un hombre rubio de pelo largo y con rulos, con un bebé en los brazos. Hablaba con el comisario pero estaban demasiado lejos para entender su conversación.
-Creo que es él...
-¿Él quien?
-Nada. Ve a esta dirección, León le entregó una hoja.Y no te muevas de ahí hasta que vuelva.
-Esta bien pero no te metas en líos...
-No te preocupes. Sé lo que hago.
El comisario hizo entrar a Teo en la sala donde se encontraba Juán y el bebé
-Teo Gorki, siéntese por favor. Teo se sentó y fulminó de la mirada a Juán que se había quejado por haber encontrado huellas rojas en el cuello del bebé.
-¿Juán Morales, usted me está diciendo que Teo Gorki tocó a su puerta le dejó así de la nada el pibe? Juán asintió con la cabeza.
-¡Yo no Lo robé y menos le hice daño! Se levantó Teo muy enfurecido.
-¡Silencio! Marc, hace pasar a la madre. La señora entró y señaló a Teo gritando:
-¡Él! ¡Él me robó a mi hijo, mi bebé! ¡Es un Sin vergüenza!
De pronto, León entró a la sala y se exclamó:
-¡Esta mujer miente! La verdad, es que León no tenía la menor idea de la verdad. Pero como Teo era un conocido de su otra vida, confiaba en su palabra.
-Bueno. suspiró el comisario ya irritado. -Quiero acabar con este asunto. ¡Saquen a ese mocoso que no sabemos ni quien es!
-¡Soy un testigos! Volvió a gritar León.
-¡Afuera! ¡No queremos falsos testigos!
Lo que León había preparado salió mal. Sin embargo, tenía otro plan. Tal vez no era la mejor opción porque era un poco peligroso pero no le quedaba otra.
Prendió fuego en toda la comisaría. Su objetivo no era que alguien saliera lastimado. Solo era asustar a la gente para que salgan todos de ahí y así, poder reunir a Teo y Juán. Toda el mundo de adentro salió lo más rápido que pudieron. El fuego crecía y el humo se extendía por toda la calle. Todos gritaban y lloraban.
-¡Teo Gorki! ¡Por acá! ¡Ve a esta dirección y no salgas de ahí! León le entregó otra hoja.
-¡Que! ¿¡Porque!?
-¡No digas nada que yo te salvé o te olvidas que te hibas a pudrir en la carsel el resto de tus días! Teo con el bebé en los brazos siguió esta dirección y se fue corriendo.
-¡Juán Morales! ¡Sígueme! Juán no supo porque pero lo siguió sin decir nada. Seguramente serían buscados por la policía pero esto ya no tenía importancia. Era demasiado tarde para dar marcha atrás. León había pensado en todo. Había encontrado un refugio donde los iría reuniendo a todos poco a poco. Haría todo lo posible para lograrlo y no defraudar a su "papu". Así lo llamaba desde que lo había conocido.
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Casi Angeles 5- VOLVER A DESCUBRIRSE
FanfictionAl final de la cuarta temporada, los chicos se preparaban para volver a su tiempo que dos años antes habían dejado. Sin embargo, algo salió mal y hambos fueron expulsados en otro plano totalemente desconozido, donde otros idénticos a ellos llevaban...