Casi Angeles 5- VOLVER A DESCUBRIRSE

CAPITULO 15

Luca y Teo se despertaron atados a una silla. No sabían donde estaban. Lo único que recordaban era que estaban caminando en un pasillo y de pronto aparecieron aquí. Teo trató de desatarse pero no lo logró.

-¿¡Donde estamos!? Gritó.

-Y es obvio man, estamos secuestrados. Teo y Luca voltearon la cabeza y vieron a dos chicos. El que acababa de hablar estaba golpeado pero parecía soportar el dolor. En cambio, el otro estaba tirado en el piso con mucha sangre que le chorreaba del ojo derecho.

-¿Thiago y Nacho? Preguntó esta vez Luca sorprendido al reconocer sus dos amigos.

-Luca, ¿Que haces acá?

-Es largo, les contaremos todo cuando salgamos de aquí ¿pero porque los tienen secuestrados?

-Que se yo, están locos y nos acusan de haber lastimado a una Marianella que es la hermana de uno de ellos y que conocimos en el boliche ¿te acuerdas?

-si pero tú no le hiciste nada porque estabas con nosotros.

-¿Luca, de donde conoces a estos dos?

-Nada, a Nacho lo conocí el verano pasado y a Thiago justo hace como una semana.

-¿Quien es ese? Preguntó Nacho mirando a Teo.

-Es Teo un amigo pero hay que pensar en cómo lograremos salir de aquí...

-Imposible Luca, no logramos desatarnos y mira que estamos en el sótano hace un montón.

-¿Hace cuanto?

-Huff, como dos o tres días no se...

-Bueno encontraremos una solución ¿pero como esta Thiago?

-Está medio muertito, hace media hora que no despierta. Hey Thiago, ¡despiértate! Ahora no es el momento para dormir ¡Arriba!

Thiago abrió lentamente el ojo que le quedaba en buen estado. Él solo tenía  las manos atadas a la pared.

-Bueno.  dijo Teo.  -Me voy a acercar con la silla y tratas de deshacer el nudo con tus diente, ¿Esta bien?

-No lo lograré, apenas puedo hablar...

-Inténtalo por favor, ¿o prefieres morir en un sótano? Yo no.

-Dale...

Teo trató de acercarse a Thiago con la silla y lo logró.

-Ahora desátame.

Thiago mordió un poco la soga pero de inmediato soltó un grito por el dolor que le causaba hacer esfuerzos:

-¡Aaay! ¡No, no puedo!

-Teo espera.  susurró Luca.  -¿Viste a tu izquierda, la pared está un poco rota y tiene partes filosas?

-Inténtalo tú que estás más cerca.

Luca se pego a la pared y en menos de diez minuto logró desatarse. Luego hizo lo mismo con Teo, Nacho y Thiago.

-¿Y ahora? Preguntó Nacho.

-Ahora no se. Tal vez puede haber una salida que nos lleve a las tuberías.

Mar seguía caminando a lo lejos vio unas luces y música. Se acercó para ver qué era y había un gran mercado lleno de gente. Aprovechó esta oportunidad para comprarse algo de comer y de beber. Luego, cuando la gente se iba, decidió descansar cerca de una fuente, pero no vio el tiempo pasar y se quedó dormida.

Unas horas más tarde, Marianella se deportó y lo primero que vio, fue a quatre chicos saliendo del alcantarillado. Se quedó sorprendida al ver esto.

Eran Teo, Luca, Thiago y Nacho que habían logrado escapar del sótano por las redes de tuberías. Habían caminado en las aguas que despejaban un olor nauseabundo y asqueroso. Pero por fin habían encontrado una salida. Subieron por las escaleras y llegaron cerca de una fuente, en el medio de una plaza. Donde se encontraban cara a cara con Marianella.