Casi Angeles 5- VOLVER A DESCUBRIRSE

CAPITULO 17

-¡Aléjate Diego! Gritaba Ramiro descontrolado.

-¡Ramiro por favor cálmate!

-¡No! ¡No me voy a calmar!

-Mejor sentémonos y cuéntame porque estás así... ¿Que fue lo que pasó?

-¡Que pasó me preguntas! ¿¡Que pasó!? ¡Una vida de mierda pasó! ¡Una vida sin sentido!!

-¡Te lo suplico baja el cuchillo!

-¡No! ¡No bajo el cuchillo! Ramiro acercó el cuchillo a su muñeca llorando.

-¡No lo hagas! ¡Si es por mamá no lo hagas que ella no merece la pena!

-¡No entiendes nada! ¡Para mi mamá esta muerta! ¡No existe esta mujer!

-Ya va a venir la policía y si no quieres terminar en un hospital psiquiátrico te pido que sueltes el cuchillo y diremos que fue un error...

-¡Porque la llamaste! ¡Traidor! ¿Pero sabes que? No eres un traidor porque nunca estuviste de mi lado... Nunca te importé...

-¡Si que me importas hermano! ¿Recuerdas cuando yo volvía borracho? ¿Quien me ayudaba? ¿Quien hablaba conmigo para que cambie? Bueno ahora me toca hacer lo mismo y te ruego que sueltes este puto cuchillo y que hablásemos como verdaderos hermanos que somos...

Ramiro bajó un poco el cuchillo pero rápidamente lo volvió a colocar sobre su muñeca

-¡No! ¡No pienso escucharte!

La policía no tardó en llegar y como Ramiro estaba demasiado sacado, no tuvieron  otra opción que de desmayarlo.

Ramiro cayó al suelo y Diego se apresuró sobre él llorando. Francisca todavía no realizaba lo que acababa de ocurrir.

-¿Diego Ordóñez? Preguntó la policía.

-Si si, soy yo. Diego se levantó y siguió al hombre.

-¿Que fue exactamente lo que pasó?

-No se... Entre al apartamento y encontré a mi hermano gritándose a él mismo en la cocina... Luego entré para ver qué pasaba y se puso como loco. Agarró el cuchillo y comenzó a decir que su vida no servía, que era un error.

-hum hum...

-Trató de suicidarse...

-No exactamente, por lo que veo, no trató de suicidarse. Pero quiso.

-Y, ¿Que van a hacer con mi hermano?

-No sabemos muy bien... ¿Tuvo algún traumatismo de chico?

-Que yo sepa no. Nuestro padre nos abandonó a nosotros y a nuestra madre pero fuimos felices y no nos faltó nada.

-¿Y desde cuando está así?

-¿Así como?

-Digamos, sacado.

-Unos días antes, le tuve que contar la verdad sobre nuestra madre.

-¿Podría preguntarle qué verdad?

-Si... Hace un par de años ella nos dejó y se fue a vivir en Bolivia. Supuestamente se fue para casarse con un hombre pero no creo. Nunca nos lo presentó. Nunca una foto de él. Nada. Pensamos que se fue para alejarse de nosotros y vivir una nueva vida.

-Desde que se fue en Bolivia, ¿Recibieron novedades de ella?

-Al principio si, nos vino a visitar dos veces pero después ya no.

-¿Y no se les ocurrió pensar que también se podía tratar de algo más...?

-¿como?

-Tal vez no fue un abandono. Le pudo haber pasado algo ¿No cree?

-No.... Mire, yo no le conté todo a Ramiro. De hecho no le querría contar esto pero como llegue borracho, se me fue un poco la lengua.

-¿Que es lo que no le contó?

-Hace un par de meses recibí un vídeo. Era de mamá y nos decía a los dos que no nos querría y que se arrepentía de habernos criado. También dijo que lo del casamiento era una excusa. Bueno al principio me dolió. Lo negué y pensé que había sido un error. Que le habían obligado a decir esto. Que tal vez había sido amenazada. Pero me tomé un tiempo y entendí como eran las cosas. Que no lo podía negar más. Que tenía que enfrentar la realidad. Sín embargo, no logré decirle la verdad a Ramiro. O mejor dicho nunca tuve la oportunidad de hablarlo con él. Nuestra relación de hermanos nunca fue... Como se lo digo... Siempre estuvo tensa y nunca nos entendimos bien. Si ve a lo que me refiero.

-Si si...

-Pero... ¿Que van a hacer con Ramiro?

-Mire, le voy a ser sincero y tiene que saber que su hermano está muy mal. Emocionalmente y psicológicamente sobre todo. Lo mejor será la reeducación psiquiátrica.

-¿Durante cuanto tiempo?

-Lo que pasó fue muy grave, y pienso que durante dos o tres meses por lo menos.

-Si, entiendo.

-Y cuando vuelva, tendrá que vigilarlo mucho y nunca dejarlo solo en el apartamento. Alejarlo de los cuchillo, las tijeras... En fin, cualquier objeto filoso. Será lo mejor, créame.