CAPITULO 24

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Barbara había dado las órdenes de encontrarlos y de matarlos a todos. Ya habían matado a uno y habían dormido a una de las chicas para luego poder matarla. Los hombres que eran dieciséis, se dividieron por todo el bosque a su búsqueda.

-¿Que haremos con ella?

-La mataremos François. La mataremos como lo haremos con todos los demás. Mañana los quiero a todos muertos o vivos. Los quiero en el laboratorio.

_____

Se acercaba la noche y todavía no podían salir. ¿Porque? Porque la puerta estaba trabada y porque sería demaciado peligroso. Kika estaba curando la herida de Luca mientras Melody y Teo no lograban callar Amadito. Nacho, él se preocupaba mucho por Tefi y no paraba de pensar en ella. Estos últimos días, desde que había conocido Tefi, era distinto. Ya no era el mismo de antes. Digamos que este cambio de vida le había hecho bien. León se acercó a Thiago que estaba sentado en un rincón.

-¿Que pasa?

-¿Que pasa me preguntas? León no te hagas el que no está preocupado, los dos sabemos que los demás están en peligro.

-Si podrías empezar a decirme Lleca estaría bueno y, ¿que quieres que hagamos? No podemos hacer nada...

Hubo un momento de silencio hasta que Thiago le pregunte por lo de antes:

-¿Querrías hablar conmigo, que me querrías decir?

-Si... Es algo que tienes derecho de saber. Todos pueden saberlo pero la vez pasada no quisiste...

-No... No sé si es bueno saber eso...

-¿Tienes miedo de la respuesta no?

-Tengo miedo de lo que pueda pasar después.

-Entonces te voy a hacer unas preguntas primero. Y luego veremos... ¿Te imaginas una vida con Jazmín?

-No se. No creo. Me gusta y todo pero tal vez no me imagine una vida y tener hijos con ella. Es raro porque desde que pasó lo de Tacho, me doy cuenta de algo.

-¿De que te das cuenta? Preguntó León impaciente.

-Creo que no es para mi.

-¡Vamoooooos!

-¿Que? ¿Porque te pones así de feliz? Te estoy contando mis dudas y confusiones y te ríes en mi cara.

-Si, tienes razón, perdóname.

-Ademas, estos días, tuve la impresión de estar equivocándome y mucho.

-La verdad es que si. Estuviste muy mal. Muy mal... Comerce la mina de un amigo, zero códigos...

-¡para! ¿Con quien estaba Jazmín?

-Jazmín estaba con... ¿Sabes quue? mejor olvídate. Dijo levantándose. Pero Thiago lo agarró de la muñeca para que se siente de nuevo:

-Dime ahora mismo con quien estaba.

-Esta bien... Ella estaba con...

-¿Con?

-¡Con Tacho! ¡Estaba con Tacho! ¡Y tú con Mar! Thiago lo miró fijamente y después de unos segundos se levantó y salió corriendo hasta la puerta trabada. La empujó con mucha fuerza y por fín logró habrirla. La cerró tras él y se fue fue corriendo en dirección del bosque sin ser conciente de lo que le podría llegar a pasar. No le importaba nada. Solo tenía algo en mente.

______

-¿Como estas? Preguntó Mar

-Como voy a estar... Se me murió mi hermano.

-Yo también perdí una hermana sabes.

-Perdón...

-En realidad, nunca la conocí. Murió recién cuando nació y pocos años después vine yo. Pero ahora que lo pienso, no eran nuestros hermanos.

-Si Mar, si lo eran. Lo eran es este mundo y es lo mismo.

A Rama todavía le seguían callendo lágrimas, pero trataba de disimular el dolor. Mar lo detuvo, lo miró y lo abrazó con muchas fuerzas. De pronto, escucharon pasos que venían hacia ellos y ambos se escondieron detrás de unos arbustos. Esperaron un buen rato antes de poder moverse y cuando menos lo esperaban, Rama sintió una descarga eléctrica y se desmayó. Mar aterrada no se movía y traba de no respiraba. Luego, un hombre lo agarró por las piernas, y se lo llevó. Por suerte, no se dió cuenta que Mar también estaba escondida allí.

_____

-Ya no puedo más Tacho...

-Aaa bueno, encima que yo cargo todo el peso de tu cuerpo te quejas.

-¿Perdon? ¿Me estás diciendo gorda nene?

-El nene lo puedes evitar porque yo te salvé la vida ¿o te olvidas? Y no. No te estoy diciendo gorda... Respondió Tacho suspirando.

-¿A no? ¿Entonces?

-Entonces nada, mejor seguimos caminando.

-Pero ya no puedo seguir Tacho. Estoy cansada y tengo sed. ¿Hace cuanto que caminamos?

-Dos o tres horas, no se.

-Me duelen los pies y sobre todo el tobillo.

Tacho se arrodilló de espaldas a Jazmín pero ella parecía no comprender.

-¿Que haces?

-Dale sube.

-No Tacho, no da que me suba...

-¿Y porque no?

-Porque... Porque también estás cansado y no da.

-No importa, después tendré tiempo para descansar. Sube rápido o me voy a arrepentir.

-Bueno gracias. Respondió Jazmín un poco incómoda subiéndose sobre la espalda de Tacho. 

Casi Angeles 5- VOLVER A DESCUBRIRSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora