Casi Angeles 5- VOLVER A DESCUBRIRSE

CAPITULO 26

-¿Que hacemos Teo? Preguntó Lleca al ver que nadie reaccionaba.

-Propongo que mañana, en la mañana, Luca y yo salgamos. Pero solo nosotros dos.

-¿Y yo, porque no puedo salir?

-No. No sería estratégico salir todos. Dos es suficiente.

-Esta bien, me quedaré. Eso si, no tarden mucho o nos preocuparemos.

-Por el momento no salgan. Pero cuando estemos todos, ahí si estaremos listos para poder enfrentar a Bárbara y sus hombres.

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Era Jazmín. Tacho acababa de golpear a Jazmín. Se sintió aún más angustiado cuando la llamo pero ella no se levantó. Se acercó su pecho para ver si seguía respirando y por suerte, seguía viva.

-¿¡Que haces Tacho!? Se despertó brutalmente Jazmín empujándolo.

-Perdoname, no sabía que eras tú. En serio lo siento... ¿Estas bien?

-Si, estoy bien pero, ¿de que lo siento?

-Lo siento por... Por haberte lastimado, no quise... Pero... ¿Porque saliste si te dije que te quedarás ?

-Ahora es mi culpa si casi me matas ¿no?

-No, nunca dije que fue tu culpa pero era peligroso.

-Porque mejor no tratamos de volver a la guarida. Mira si somos los únicos y que todos los demás ya están reunidos.

-No creo, lo mejor sería escondernos. Por lo menos durante la noche y después vemos mañana.

-Está bien, si quieres quédate escondido. Pero yo aquí no me quedo. Replicó Jazmín con un tono muy frío.

-No Jazmín, estás loca si piensas que te voy a dejar sola en el medio del bosque y en plena noche.

-Has lo que quieras Tacho...

Tacho le tendió la mano para ayudarla a levantarse pero ella lo rechazó sin prestarle atención. Tacho no entendía que había hecho de malo. Él había sido bueno con Jazmín. La había ayudado y salvado. Solo quería que se de cuenta de eso y que fuera menos dura con él.

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Por más que Thiago buscaba y buscaba por el bosque, no servía ya que se alejaba más de los demás. Sin embargo, tuvo la suerte de poder escuchar la conversación de dos hombres cerca de una camioneta, que trabajaban para Bárbara.

-Marcos, ¿Sabes lo que van a hacer con esa, la mocosa?

-¿La que recién se llevaron?

-Si esa, la petiza.

Al escuchar esa palabra, Thiago sabía que hablaban de Mar.

-Al laboratorio. Es lo que dijo Bárbara.

-¿Para que al laboratorio?

-Ni idea. Solo escuché a Francois hablar de unos experimentos. Lo que si sé, es que la primera etapa es encontrarlos y matarlos.

En este momento, Thiago salió de donde estaba y le pegó un puñatazo al uno de los dos hombres que hizo que se desmayara. El otro trató de levantar su arma pero no logró dispararle porque Thiago se la quitó con el pie. Se precipitó y entró en la camioneta con el objetivo de lograr alcanzar, y si es posible, frenar la otra en la que supuestamente se encontraba Mar. Cambió de velocidades y poco a poco, fue accelerendo. Logró distinguir una luz a unos 200 metros de él. Entonces no dudo más y mercó la máxima velocidad. Cuando estuvo cerca de la otra camioneta, el conductor se dió cuenta que era uno de los fugitivos y intentó sacarlo de la pista empujándolo con su coche. Digamos que no le fue tan mal pero le costó la vida porque ambos coches chocaron entre sí, y fueron automáticamente eyectados hacia arriba. Thiago solo fue expulsado de la pista y se golpeó la cabeza contra el volante, lo cual le provocó un desmayo inmediato. En cambio, el coche del otro conductor, voló por los aires girando, hasta aterrizar al revés.

El sol que recién aparecía después de tantas horas de infierno, iluminaba la carretera y los elementos del coche distribuidos al rededor de 50 metros. ¿Seguirían con vida después de lo ocurrido?