Menta & Chocolate

Let's dance for awhile

—si... ¡SI! ¡soy kyle, del bar!— respondió el pelirrojo.

Su rostro era un poema, pero con tan solo verlo sabía que decía la verdad; aquel esmeralda que recordaba, esas pestañas largas, su cabello rizado pelirrojo, sus pecas adornando su bello rostro... todo golpeó en mi mente como un balde de agua fría calando mis huesos, recordando por realmente pocos y escasos segundos, que kyle, moishe el mejor amigo de mi primo, sabía a lujo de detalle lo que había ocurrido con Tweak, y como en una mala película de romance después de que la electricidad en el aire provocada por nuestro mirar invadiera el lugar, nuestras miradas se interrumpieron por la voz de mi reciente ex prometido.

—kyle, dos Croissants más — dijo Acercándose al pelirrojo quien tardó más de un minuto en reaccionar.

—enseguida chef — respondió continuando con su labor mientras ambos rubios abandonaban el área para continuar atendiendo el lugar.

Relamí mis labios un par de veces, mis ojos buscaron los del chico y una sonrisa socarrona se dibujo en mi rostro mientras que el suyo pecoso se teñía del mismo color de su cabello al escuchar una ligera risa que salió de mi boca.

—con que mi cita de esa noche era Moishe... — murmuré recargado aún en el marco de la puerta mientras lo veía morderse los labios y fruncir el ceño — ¿decepcionado? Jamás pensé que te importara tanto saber cómo me..

—¡no era una cita! ¿¡ y por qué carajo no me dijiste que tu nombre era Craig Tucker!?— soltó terminándo el pedido mientras tocaba la campanilla y kenny venía por las cosas, en ese momento mi rubio amigo no tenía idea ni de dónde esconderse, al parecer aquella pequeña discusión le había tomado por sorpresa.— ¿en ningún momento mi nombre te dijo que yo era el amigo moishe de tu primo?

—¿disculpa? — pregunté de inmediato tratando de no ofenderme por aquel tono severo que el menor usaba en mi—¿acaso esa noche me dijiste que te llamara moishe? ¡Me dijiste que tu nombre era kyle! ¿Yo que iba a saber que tu nombre no era Moisés? ¿Quién demonios te puso de apodo moishe?

—¡tu primo me apodo moishe por qué soy judio! Al menos moishe tiene sentido, ¿que es eso de Perú? — me reprocho frunciendo el ceño, logrando que mi corazón diera un vuelco al ver su rostro molesto contra mi, dejándome callado por unos cuantos segundos— ¡oh! ¿¡No planeas responder ahora Perú!?

—¡en primer lugar soy tu jefe! No tengo por qué darte explicaciones, en segundo deja de verme así, no hice nada malo y tercera no grites en el área de trabajo — le pedí al no saber que responderle; ver su ceño fruncido me gustó, e hizo que soltara una enorme sonrisa juguetona que no quería desaparecer de mi rostro por más que lo intentara. Era como molestar a un pequeño niño, esas cosas que hacía uno en primaria con la persona que te gustaba, tirar de su cabello, o lanzarle pequeñas bolitas de papel, simplemente incordiarlo.

La tarde pasó rápido y al trabajar no pude evitar sentirme algo culpable al respecto, la mirada de kyle y la mía se conectaban continuamente, verlo molesto, verlo sin saber que decir o cómo reaccionar me gustó, era tan distinto a cualquiera que hubiera visto antes, un gruñón, un sujeto de carácter fuerte y firme por las pláticas que había escuchado entre el y mi primo sin mencionar su estupida forma de responderme. El hombre tras el teléfono no me estaba decepcionando.

Aún había cosas que no me quedaban en claro de esa noche, sabía que posiblemente nos habíamos besado, sabía que posiblemente el lo recordaba, y más aún, sabía que si Tweek se enteraba iba a estallar aquí una guerra, y es que no había pasado aún ni una semana de que dejáramos de estar comprometidos, ¿pero realmente importaba?.

Al salir de el restaurant, kyle se veía aún algo afectado, parecía estar triste y feliz a la vez, y no solo yo lo note, ya que Stan llego por el y pareció volverse un cachorro pegado a su dueño, moviendo el rabo alegre tratando de llamar su atención; por su parte Tweek parecía esperar a clyde, aunque justo al irse en realidad fue barbara quien lo recogió, con una mirada de desaprobación increíble, esa que desapareció cuando la llamada de clyde apareció, avisando que ella no tendría que cuidar a vodka los siguientes tres dias, que tweek lo haría, parecía quitarle un peso de encima a la rubia, por qué siendo sinceros, ella parecía odiar de muerte a los perros.