One for the road

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—¡No puedo creerlo! ¿¡Como se atreve!? ¡Me mando directo a buzón! ¡Esos dos están en graves graves problemas! — escuche al chef Craig gruñir mientras Kenny y yo tratábamos de hacernos cargo de barra y cafetería, de solo verlo podía sentir como los vellos de mi piel se erizaban, ¡Daba terror verlo así!, jamás me había topado con alguien de carácter tan ... especial, aunque justo ahora debo aclarar que motivos para estar así no faltan. — ¡ni Tweak ni Donovan! No entiendo que demonios pasa por la cabeza de esos dos ¡no me pasaba por la cabeza que el se atreviera a hacerme eso! De Tweek es una cosa, ¡oh pero Donovan! No se ha sacado el premio gordo... ese est...

—¡Craig!— interrumpió el rubio con el sueño completamente fruncido — no me interesa que seas el jefe, cállate, hay mucha gente y tú estás gritando enojado... —  su rostro de inmediato paso a una sonrisa asomándose por la puerta de producción que daba directo a la barra y plantó una sonrisa enorme y cordial y con ayuda de sus manos la estiro un poquito más— recuerda, el servicio al cliente debe ser completo, eficiente, cordial y veloz así que ... sonríe "corazón".

—podría ser más eficiente si tuviera a Broflovski de este lado — murmuró molesto.

parecía que había más gente de lo normal dentro del lugar, mi corazón estaba agitado y en cualquier momento al chef Tucker le iba a saltar una vena de la sien, y explotaría por segunda vez... y es que... el chef Tweek no daba señales de vida, al igual que Clyde, ya habían pasado otras ocasiones donde Kenny o Tucker se marchaban de la cafetería por asuntos personales, pero de haber sabido que el faltaría hoy nos hubiéramos preparado para ello, pero no era así, llevábamos horas sacando un servicio infernal mientras observaba cómo la cocina sacaba producción tras producción... no tenía fin. Al parecer una revista de moda juvenil había hecho una reseña de la cafetería y ahora era un lugar popular para los "fotógrafos" de Instagram que solo suelen subir cosas de los postres que piden  en lugares populares... si bien sé que es buena publicidad... ver a todos tan  sobrepasados por la situación era algo que estresaria a cualquiera.

— necesito tres tiramisu, dos opera, tres tartas de limón, y un mouse de chocomenta para la mesa 5 Craig, te dejo comanda ¡cierto!  y pecas ya que estás en la cafetera, ¿puedo encargarte un café americano, un té chai... y prepárate... un latte frío, con leche de almendras, poca espuma café de especialidad.... el que tenemos de Colombia ¡ah! Y no lo vayas a pasar con hielo, agitado en shaker no revuelto...  así lo pidieron no me mates en tres minutos te pasó comanda de mesa 8 —

Mi cabeza dio un giro por completo en eso, de inmediato voltee la mirada dentro de la cocina algo espantado por ese pedido y solo pude ver al chef sacando el pedido, la única ventaja de la producción de postres, es que una vez están listos,  el montaje es rápido, sencillo pero llamativo, los adornos y cualquier cosa que va en ellos ya está previamente elaborado, comprado o las salsas son de fácil emplazado, sin mencionar que el Chef Tucker es más rápido que la mayoría de cocineros que he visto antes.

tarde un poco en reaccionar... ver a Craig trabajar era un deleite, me encantaba su trabajo, aún si el a veces solía ser insufrible, en un momento podía estar tranquilo explicando y enseñándote algo y al segundo esperaba que te saliera perfecto y observaba atentamente cada movimiento, poniéndome nervioso.

—¡pecas! ¡Mis cafés! — escuche a Kenny llamarme tratando de sacarme del trance en el que estaba mientras me tronaba los dedos para llamar mi atención— ¡por dios! ¡Que mal momento para que Tweek decidiera fugarse!

—si enseguida... —

La tarde pasó fugaz y la hora de cierre fue larga y pesada, pero un alivio para todos, y aún con todo no podía darme el lujo de quejarme, podía ver a Kenny cansado, y a Tucker prácticamente molido por la producción reserva que había tenido que hacer incluso para mañana ... ellos habían corrido de un lado a otro durante todo el día y yo solo había estado en la barra, si comparábamos el esfuerzo físico de ellos al mío, prácticamente no podía quejarme.

—hoy en mi casa whisky y ron, no aceptó un no por respuesta de ninguno— gruñó el azabache. Sus ojos se veían agotados, parecía que no había un alma ahí dentro y aún así nos regaló una sonrisa bastante amplia— vamos.

—te alcanzaré un tu casa, la verdad quiero pasar por algo rápido a casa de Bebé— murmuró Kenny observando su celular con bastante insistencia— al parecer terminó con clyde y quiere que yo recoja un par de cosas, no quiere verlo, aunque bueno sigue con el celular apagado. ¿Crees que por eso tengan el cel...

—no me interesa, en mi casa en un rato —

Todo quedó en silencio, observe como Kenny se iba y dejaba a un Craig completamente enfadado tras de sí, y no es que le tuviera miedo, después de dos meses trabajando juntos había visto varias facetas de el, pero sin dudar era la primera que observaba esa clase de mirada.

—¿estas molesto? — cuestione estúpidamente mientras escuchaba como el soltaba un gran suspiro.

—no estoy molesto... estoy decepcionado— sentenció apagando su teléfono mientras pasaba su mano por su nuca — sé que la relación entre Tweak y yo es tensa e incómoda, no solo para mi, si no para todos aquí, pero este es nuestro trabajo ... debe avisar, no somos muchos, nos entorpece  y sobre todo damos mal servicio al cliente, trabaje mucho como para que me arruine esto. Nos quedamos en silencio por un momento y el azabache observó la hora en el reloj— puedes irte, Kenny fue con Bebe, acaban de terminar ella y Clyde, está claro que no irá a beber. Eres libre pecas.

—yo creo que no debemos ir a tu casa, podemos ir a un bar o a un café que siga abierto, quizá un Izakaya ... de hecho conozco uno cerca y ...

—espera, ¿quieres salir  conmigo pecas? Pensé que después de esa vez en la que te dije "rompe corazones" no querrías salir más —

Mi rostro se tiño casi de inmediato del color de mi cabello y pude sentir esa mirada llena de sorna sobre mi. Sabía que no se refería a una cita como tal, sabía que no hablaba de "salir" en plan romántico, pero cada que hacía esa clase de comentarios maliciosos sentía mi piel del rostro arder; aún se trataba del hombre que más admiro en el ámbito profesional.— siéntete afortunado, hoy tengo ganas de un ramen, y si puedo arrastrarte a un izakaya conmigo lo haré, a demás conozco un lugar donde el ramen es de res o pollo; está cerca de Central Park.

—así que soy afortunado— murmuró negando lentamente con la cabeza mientras soltaba una sonrisa ladina— bien me convenciste  vamos, ya se de donde hablas, pero iremos en la moto, niego ir caminando o usar el transporte público; así que nada de quejas. Al salir de la cafetería pude observar como me pasaba un casco, mi corazón se oprimió al verlo subir y arrancar  —¿que estás esperando? ¿Una invitación?

—siguen sin gustarme las motos ... —murmuré antes de escuchar una pequeña burla mientras me subía. No era la primera vez que el me llevaba... en un par de ocasiones el me había llevado a el departamento, días en los que la producción había sido devastadora y la salida había sido en la madrugada.

—no llores y súbete, ya de regreso te pediré uno para el camino  —

Menta & ChocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora