5 |El alfa|

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—Mamá, no es que me queje, pero ¿no podías decirlo por teléfono? —Preguntó Scott siguiendo a su madre por la sala de emergencias

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—Mamá, no es que me queje, pero ¿no podías decirlo por teléfono? —Preguntó Scott siguiendo a su madre por la sala de emergencias.

Viajó varias horas por carretera desde la universidad porque su madre dijo que era urgente, aunque no veía un escuadrón de zombis comiéndose a todos. no podía ser tan urgente o algo tan malo como parecía.

—Observa. —Llegaron hacia una habitación y Melissa apartó una cortina de plástico, Scott frunció el ceño. —Por esto te llamé.

—Dime que no es mi hermana perdida. —Suplicó el alfa. Tras la cortina estaba una niña de rostro adorable, sentada en una camilla y con un libro de texto sobre las piernas. —Hola. —Levantó su mano y la saludó.

—Hola. Es un placer conocerlo. —Respondió ella moviendo su mano, luego volvió a su lectura.

—¿Ya puedo tener una explicación? —Preguntó Scott y su madre lo sacó de la habitación para que Letty no escuchara la conversación.

—Ella es Letty Brice, vino desde Inglaterra completamente sola y dice ser la hija de Deucalión. —Ahí si Scott prestó toda la atención del mundo. —Está sola, Scott, vino solo para buscarte a ti.

—¿Qué necesita? —Preguntó Scott viendo en dirección a la habitación de Letty. Ella estaba leyendo su libro de cuentos que el sheriff Stilinski le había prestado para que no se aburriera. —¿Cómo puede ser su hija? —Debía parecerse a la madre, porque de Deucalión no tenía ni el más mínimo parecido.

—Es como tú. —Para Melissa el término "mujer lobo" en Letty seguía sonando terrible y "niña loba" sonaba ridículo. Scott volteó a verla. —Además de que fue la única sobreviviente de un accidente de autobús.

De nuevo Scott volteó a ver a la niña que no se había movido, buscando algún parecido con Deucalión. No lo encontraba, tenía el rostro muy redondo, aunque eso cambiaria con la pubertad, tenía las mejillas rosadas, lo que mostraba que estaba muy bien alimentada, el cabello castaño, eso podía ser un parecido, pero luego estaban los ojos que extrañamente le recordaban a Peter Hale.

—¿Qué debo hacer, mamá? —Preguntó viéndola. Era muy tierna, con sus piernitas balanceándose en el extremo de la camilla ¿Qué debía hacer? ¿Decirle que su padre estaba muerto y que era huérfana? ¿Tenía madre siquiera?

—Solo habla con ella. —Recomendó Melissa y luego le entregó un vaso de plástico a su hijo. —Y dale esto, es zumo de naranja, debe tener vitaminas. —Por último, empujó a su hijo de vuelta a la habitación mientras él trataba de evitar que se cayera el jugo a mitad de camino.

Solo al estar seguro de que no podía huir Melissa se retiró y Letty levantó la mirada hacia Scott.

—Hola otra vez. —Dijo ella con una sonrisa infantil, que linda y tierna. Scott notó su acento inglés entonces.

—Hola, Letty. —Dijo Scott y Letty dejó a un lado su libro de cuentos. Él le tendió el vaso de zumo. —Es para ti.

—Gracias. —Letty tomó el vaso y le dio un sorbo, tenía mucha sed y el ácido curiosamente le refrescó la garganta. —¿Cómo te llamas?

She Wolf {Teen Wolf}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora