Capitulo 10

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Anabelle estaba apoyada en la pared no sabia como reaccionar ante aquella llegada tan repentina, su pecho subia y bajaba con brusquedad.

-¿Qué, Hermanita no te acordabas de mi? Tengo mucho sin verte... Tu carita de princesa aun no cambia - rio sarcástico-.

+¿C-como entraste?...

- No tengo por que decírtelo, mejor sientate y consiente a tu hermano -se mojo los labios y con su mano izquierda palmeo el sofá indicándole que se sentara-.

No otra vez... Pensó Anabelle al ver El ceño fruncido de su hermano por que ella  no acató las ordenes que le indicó.
En un parpadeo Zack estaba ahí, frente anabelle con vista embriagante y pícara pero en su interior llevaba una pizca de molestia al no corresponder lo que le pidio hace unos minutos.
Zack llevo sus labios rosas alos de Anabelle bruscamente como un animal devora a su presa, él invadió con su lengua toda la boca de anabelle hasta que tuvieron que separarse por falta de aire.

+ ¡Alejate! ¡Maldita sea! ¡LARGATE! No quiero volver a verte ...

- Vamos, Anabella recuerdo tu desnudez aquella noche en la que hubo fuego en mi habitación, lo recuerdas ¿verdad? Tu brillante piel bajo aquella luna...

+ ¡Callate! ¡vete! Tu nunca volverás a hacer mi hermano... ¡Abusaste de mi Zack, ¿¡aun no lo comprendes?!

- Yo no soy tu hermano... Hay mucha diferencia y aun así te dignas a decir que soy tu hermano, vaya absurdes la tuya, no lo fui antes y no lo sere ahora. Solo mirate Anabella tú castaña,  piel blanca, ojos marrones y ¿Yo? Rubio, piel blanca de pecas, ojos color esmeralda y de altura envidiable. Pequeña Ana... Ambos no somos hermanos lo que nos une es una simple coincidencia de que tu padre buscara a otra bella mujer cuando su verdadera mujer murió, arrastrando con el a un niño y encontró a otra dama se casaron y tuvieron un bebé y desde ese momento solo somos hermanastros y listo ¿Me comprendes? Solo nos une un poco de sangre y eso nos define= testarudos, melancólicos, sufrimos de muchas cosas pero, lo mejor de esto es que jamas dejamos algo si lo queremos lo conseguimos cueste lo que cueste - le tomó la pequeña cintura y la atrajo a el en un ágil movimiento para besar su cuello -.

Anabelle lo empujo hacia la pequeña mesa que hacia en la entrada, Zack callo gimiendo de dolor no se esperaba algo asi de parte de su Anabelle.

+ ¡Vete ahora! No se como entraste a esta casa pero vete - sus ojos se empañaron tan rapido que en un par de segundos lagrimas calleron por sus mejillas mojandolas- Te odio Zack, te odio en El preciso momento en el que me encerraste en tu habitación, te odio cada vez que te recuerdo - sollozo-.

- Vivir algo es lo mas magnífico, ¿no? yo estoy satisfecho de haberte "abusado" dices tu, no me arrepiento de absolutamente nada, resignate nadie te creyó antes, nadie te creerá ahora Ana - sonrio malicioso-.

Zack camino lentamente, Anabelle retrocedía cada paso que El se acercaba. Mala idea pensó Anabelle al chocar con la pared.

- Siempre me as gustado, desde que te vi sonreir cuando tenias dos años me di cuenta que eras mi chica para toda mi vida, ¡oh dios! Recuerdo aquella vez que te cambiaste de ropa interior en mi habitación por que nuestros primos no dejaban hacerlo... Dejaste tus bragas en mi habitación las tengo en El segundo cajón de noche si es que aun todo esta en su lugar... - susurro en su oreja - .

La arrincono en la pared haciendo que sus cuerpos chocaran, Anabelle por su parte lloraba silenciosamente mientras su hermano la tocaba, sabia que si intentaba escaparse la atraparia y le iria peor. Zack era una persona de parecer un grandísimo torpe pero no era asi todo lo manejaba perfectamente asu antojo, su capacidad de razonamiento era increible . Era un súper héroe... Decía Anabelle antes de sus 12 años de edad.







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Cristales Rotos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora