Capitulo 14: Superheroes.

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Abigail y Ricky contemplaban horrorizados lo que le estaba pasando a su pequeña Eva.
Sabían que sus hijos no eran normales como los demás, pero esto ya era demasiado. No tenían a quién recurrir. La medicina o cirugía convencional no les serviría, pues este caso era insólito, nunca había pasado un suceso semejante. Además del temor que tenían de que usarán a su pequeña para experimentar.
Abigail acercó su mano a la especie de crisálida que envolvía a su pequeña, y noto un corazón palpitante en su interior. Al menos su hija, o lo que de ella quedará aún estaba viva.
Notó entonces cómo la mano de Ricky se posaba sobre la suya, en señal de apoyo. Sea a lo que se tuvieran que enfrentar, estaban juntos.
Así que lo único que hicieron por el momento fue contemplar en que resultaría aquella transformación.
Se notaba gran actividad en el interior de la crisálida, así como el aumento de tamaño de esta.
Finalmente fue cesando toda esa ebullición interior y una especie de seda espesa empezó a cubrir todo alrededor de esa especie de capullo o larva.
En ese momento casi al amanecer, después de haber pasado una noche de inquietud y desvelo apareció el pequeño Sander por la puerta de la habitación donde se encontraban sus padres, y de aquello que en su momento había sido su hermana.
- Mamá, papá, me duele mucho la cabeza y las piernas.
- Estás ardiendo - Dijo Abigail, después de tocar la frente a su hijo.
Seguidamente Sander se desplomó al suelo.
- ¡Deprisa! pongamos al niño en la cama, y llamemos a un médico.- Dijo Ricky, sintiéndose desbordado por la situación, mientras Abigail se cubría el rostro estallando en llanto.

De repente un crujillo procedente de la larva gigante, acaparó la atención de ellos. La cubierta de la crisalida empezaba a desgarrarse lentamente, hasta que gradualmnte se rompió por completo, dejando al descubierto a una bella adolescente cubierta por una especie de resina babosa transparente.
La joven luchaba con todas sus fuerzas intentando respirar, pues sus orificios nasales, estaban tapados por esa sustancia.
Rápidamente Abigail, fue a buscar una esponja humedecida para limpiarle el rostro y destapar sus fosas nasales.
Después de unos segundos de empezar a limpiarla, la joven empezó a toser bruscamente y a vomitar una sustancia pringosa. Pasaron unos minutos que se hicieron eternos para sus angustiados padres, hasta que acabó todo aquello, pero ahora su pequeña Eva, se había convertido en una joven de apariencia de unos 16 o 17 años. Rápidamente Abigail abrió su armario y busco entre su ropa, alguna prenda con la que vestir a su hija. Era evidente que la ropa anterior que usaba Eva, ya no le serviría nunca más.
Eva fue a mirarse rápidamente al espejo, quedando aturdida, e impresionada al ver el cambio que había experimentado su cuerpo. Ese nuevo rostro y cuerpo de mujer, que estrenaba ahora ella.

Nuevamente la atención de Ricky y Abigail se centró en el pequeño Sander, que estaba estirado sobre la cama. Su cuerpo ardía y una especie de telaraña empezaba a brotar por los poros de su piel.
- Sander, grito Eva a su hermano.
La joven recordaba el nombre de su hermano y todos los detalles de su corta vida anteriores a su transformación.
- No llamemos al médico aún, - Dijo Ricky a su mujer. - El niño está empezando a tener los mismos síntomas que tuvo Eva, antes de su transformación. - Siguió hablando a su esposa.
- No os preocupéis - dijo Eva a sus padres - Sander está bien, solo que esta comenzando a pasar tambien por su propio proceso de crecimiento. Mejor que nos vayamos de la habitación, Sander necesita descansar. - Animó ella a sus padres a dejar de interferir para que el proceso continuará por si solo con normalidad.
Era increíble cómo la chica comprendía aquel proceso, como si fuera lo más normal del mundo, sin habérselo explicado nadie, sin haberlo estudiado en ningún libro, simplemente percibiendo que tenía que ser de esa manera.
La joven noto arder la señal en forma de media nuez que tenía en la espalda, esa mitad, que completaba su hermano.
Era evidente la fuerte conexión que unía a ambos.
Gradualmente el cuerpo del chico fue cubierto por esa especie de crisálida, al igual que le había pasado a su hermana hacia unas breves horas, hasta que finalmente se completó el proceso.
- Eva, ¿ Dónde estás ?, Tengo miedo y me falta el oxígeno. - ¿ Habéis oído eso ? dijo la chica a sus padres.
- ¿ Oír el que ? - Respondió su madre a Eva.
- ¡Eva, respondeme!, Me estoy ahogando...- Oyó nuevamente esa voz ella.
- Ahora tenéis que haberlo escuchado a la fuerza ? - Dijo Eva gritando visiblemente exaltada a sus padres.
- Todo está en silencio, ¿ Que te pasa ? - Respondió Ricky a su hija.
Por fin comprendió que solo ella podía escuchar aquella voz, que estaba dentro de su cabeza y nadie más podía oirla.
- ¡Sander está en peligro, la crisálida no se abre! ¡Tenemos que hacer algo, o morirá asfixiado! - Acto seguido Eva salió corriendo hacia la cocina, después de decir aquello.
Abrió uno de los cajones del armario de cocina, y agarró uno de los cuchillos más grandes y afilados que encontró allí, y se dirigió otra vez a la habitación donde estaba su hermano, envuelto dentro de aquella larva.
- No te preocupes, pronto saldrás de ahí - Trató de comunicarse mentalmente con Sander, para comprobar si le escuchaba.
- ¡Por fin, date prisa! - le respondió él con aquella clase de comunicación mental, que solamente su hermana podía escuchar.
Ahora ella hincó el cuchillo por uno de los extremos del capullo, ante la mirada preocupada de sus padres.
- Hija ¿ Sabes lo que haces verdad? Ten mucho cuidado.- Abigail estaba desconcertada con todo lo que estaba pasando, pero confiando en que su hija sabría lo que estaba haciendo.
-Tranquila confiemos en ella - Dijo Ricky a su esposa mientras ponia su mano encima del hombro de su mujer.
Con una rapidez asombrosa fue abriendo Eva esa espesa cubierta que envolvía a su hermano.
Un cuerpo adulto joven, quedaba expuesto ahora a la vista de todos ellos, igualmente cubierto de esa espesa baba, que cubría toda la cara de él.
Rápidamente Abigail fue en busca de una esponja mojada para limpiar el rostro de su hijo y desprender esa sustancia que estaba ahogando a su hijo.
- Sander... ¡responde, responde!- Dijo ahora audiblemente en voz alta Eva, al comprobar que no se podía comunicar mentalmente con su hermano mientras zarandeada el cuerpo inerte de él.

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Hasta aquí el capítulo de hoy. Después de milenios...
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Los Conectores 2: La ResistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora