Capítulo 5: Diferentes

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Abigail contemplaba extasiada y sorprendida a los dos pequeños mientras se los acercaban para que los cogiera. La sensación de ser mamá era increíble. Sin duda una experiencia única.

Primero le dieron a la niña. Era una niña hermosa, con una suave y escasa pelusa rubia en su cabeza. Piel blanca brillante. Con ojos grandes de color azul grisaceo, inquisitivos. Escuchaba atentamente a su madre y le seguía con su mirada. 

Seguidamente le pasaron al niño. Fuerte, robusto, que ya apuntaba a tener constitución atlética.

El tenía una abundante cabellera negra, a diferencia de su hermana. Era de piel algo más oscura que la de ella. Los ojos de él eran marrón oscuro. Sus manos pronto agarraron con fuerza los dedos de su madre, hasta casi causarle dolor por la fuerte presión que ejercía él.

Después de estar un rato con su madre, se los pasaron a su padre, a Ricky. Primero le pasaron a la niña, mientras el varoncito aún estaba siendo alimentado por su madre. Se notaba la falta de experiencia, cómo padre novato, no sabía exactamente cómo sujetarla, por lo que las enfermeras le tuvieron que ayudar para que estuvieran ambos cómodos.

Ricky sentado en el sofá, la miraba y le hablaba dulcemente, con el tono de voz característico que hablan los padres y madres a sus bebes.

El joven padre se sentía profundamente feliz, con su amada Abigail, y con el fruto de su amor, unos preciosos bebes.

Poco después le pasaron a su hijo e hicieron intercambio con Abigail, que ahora cogió a la niña entre sus brazos.

Ricky cogió a su hijo, con un poco más de soltura, después de su primera experiencia al tener a la pequeña en sus brazos.

  Habían acordado que Ricky elegiría el nombre del niño y Abigail el de la niña.Pero no faltaron los innumerables nombres, y recomendaciones de amigos, familia, etcétera.

— ¿ Cómo está mi campeón? Eres un niño muy fuerte. — Dijo Ricky mirando a su niño con gran satisfacción.

>> Yo he escogido el nombre para ti, y a mamá también le gusta. Te vas a llamar Sander. Es un nombre Griego, que significa "Protector".— Prosiguió hablándole al pequeño su padre.

 Abigail ya tenía decidido el nombre de la niña, que había acordado también con su esposo. Su nombre de origen Hebreo, significaba: "Aquella que da vida"

— Hola pequeñita, te vas ha llamar por nombre Eva. ¿Te gusta? — Dijo Abigail con voz suave a su niñita.

— Eva — Repitió la pequeña.

— ¿Has oído eso?— Preguntó Abigail entre sorprendida y algo asustada a Ricky.

— Habrá sido casualidad. Será un sonido parecido, el que ha hecho la niña. — Le respondió Ricky.

— Eva — Volvió a repetir la pequeña.

Esta vez no había duda, la pequeña había hablado, cómo ya había dicho la palabra "niña" poco después de nacer.

 — Gusta Eva — dijo la bebé mirando a su madre.

— Me estás asustando Eva, — Dijo Abigail a la niñita, poniendo gran cara de preocupación.

—Tiene un don excepcional, no cabe duda de ello.— Ahora dijo Ricky preocupado.

Por suerte las enfermeras no habían escuchado esas palabras. De conocerse ese don excepcional que tenía la pequeña  haría que posiblemente se armara un gran revuelo, y pronto se llenaría el lugar de médicos, científicos, y quizás hasta agentes especiales del gobierno, para investigar el fenómeno. Eso no presagiaba nada bueno para la pequeña. Quizás la alejarían de sus padres, a fin de examinarla y hacerle pruebas minuciosas.

  Y eso sin contar que se enteraran  de ello los purpúreos. Que sin duda también la haría una presa apetecible.

— Shh, no digas nada— , dijo Abigail a la pequeña al ver aproximarse a una de las enfermeras.

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Valum, después de darse ese baño energizante, volvió a transformarse en la forma auriana/humana otra vez.

Los seres humanos y aurianos tenían cuerpos iguales entre ellos, no se diferenciaban si era una u otra especie, excepto en el hecho de que los humanos tenían más fortaleza física y energía.

En cambio el mundo de donde procedía Valum, habitaban dos especies muy diferenciadas entre sí. Una era la forma humana, considerada inferior y esclavizada por la otra especie, de característica y forma radicalmente diferente. Una peculiaridad notable era la de mimetizarse y cambiar de forma imitando al ser o cuerpo que deseara. Era por tanto muy difícil de distinguir cuando trataban de pasar desapercibidos, cambiando su forma. Esos genes que poseían con el poder de mimetizar, los hacían muy escurridizos, pues su perfecto camuflaje confundía a sus enemigos.

Hacía mucho tiempo que algunos de ellos convivían con los Aurianos, sin percatarse  siquiera de ello los habitantes de Aurin. De hecho el poder y la ambición de los infiltrados no conocía límites.

 Valum era un líder respetado entre los de su especie. Y ahora se había trasladado a Aurin, con el fin de culminar lo que los purpúreos no habían conseguido. De hecho el inicio de los purpúreos no había iniciado en Aurin sino en Kylion...


Espero que os haya gustado el capítulo. Os he dejado un video para que veáis ejemplos de mimetismo en la naturaleza. Un saludo. Hasta pronto.


Los Conectores 2: La ResistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora