- ¿Estás seguro Liam?---lo miré dubitativa. Ambos estabamos en el aeropuerto de Madrid. Esperando a bordar el avión
- Si Clare--Liam sonrió--- se que aun no quieres volver a Londres, por lo que te puedes quedar el tiempo que quieras en mi isla privada, por eso no te preocupes. Ya preparé todo para que te quedes allá. Mi personal de seguridad está en cuenta que tu irás, así que pídeles lo que quieras, están a tu disposición. La isla queda a diez minutos de Nassau en helicoptero. Igual tengo mi casa en Nassau, por si al final te sientes agobiada en la isla--- miré a Liam con ojos aguados y lo abracé.
- Gracias Liam---exclamé con un nudo en la garganta. Liam me abrazó con fuerza
- De nada Clare---él acarició mi mejilla---en serio lamento no haber estado contigo en tu convalencia, pero sabía que estarías segura con Alberto--- suspiré y le sonreí levemente.
- No te preocupes Liam. Alberto y su familia me trataron de mil maravillas
- ¿Incluyendo a Danilo?---me puse tensa por su pregunta. Liam arrugó el rostro--- ¿Danilo te dijo algo? ¿te trató mal? porque si fue así me va a oir.
- No Liam---mentí pálida--- él no me hizo nada, en serio---Liam me miró con intensidad
- Si tu lo dices---ambos nos quedamos en silencio. A lo lejos escuchamos que llamaban a los pasajeros del vuelo a Las Bahamas. Abracé otra vez a Liam, le envié besos a Allegra y al pequeño Alessandro y nos despedimos. Busqué la zona de embarque. Luego que revisaron mi pasaje, caminé por el pasillo para abordar el avión. Cuando ya estaba sentada en mi puesto. Miré por la ventanilla y suspiré. Dejaba este hermoso país con emociones agridulces. Recordé lo que hizo Danilo y apreté los puños. "No le perdonaré lo que me hizo".
****
Miré el hermoso azul turquesa del mar y suspiré. "Este lugar es esplendido" pensé admirando el paisaje. Fue buena idea venir. Cerré los ojos y disfruté el viento que acariciaba mi rostro.
Apenas llevaba cuatro días en la isla de Liam, pero me siento distinta. Es como si el estar alejada del mundo, de las personas, pusiera las cosas en otra perspectiva. El mar es tan infinito como el cielo, y las cosas que creía gigantes, como mis problemas, al compararlas, tan solo son microscópicas. Un ráfaga de aire entre toda la existencia.
Estar así, tan sola, me ha ayudado a buscarme a mi misma. ¿Qué es lo que quiero para mi misma? ¿Qué voy a hacer a partir de ahora? Esas preguntas rondan por mi cabeza como torbellino.
Lo sucedido con Armando, si lo reflexiono, fue lo mejor que me pudo haber pasado. Lo nuestro jamás hubiese llegado muy lejos. Lo quería como amigo. Le tenía aprecio y mucho cariño. Fueron dos años de noviazgo, pero más allá de eso, fue un amigo que tenía muchos defectos. Y así lo acepté. Acepté que fuera impulsivo y no pensara las cosas. Él siempre fue así. Después que hacía o decía las cosas, pensaba y se arrepentía. Y aunque eso no le dio el derecho de humillarme de esa forma, lamentablemente esa es su forma de actuar. Suspiré y estiré mis piernas al sol.
Con respecto a Danilo, las cosas son distintas. Me digo a mi misma que pase la página e ignore su existencia, pero es dificil porque mi cuerpo traicionero se despierta en las noches buscando su calor. Solo la arena y el mar han sido testigos de mis lágrimas y rabietas. ¿Cómo es posible que no lo pueda olvidar? Él se aprovechó de mi falta de memoria. Además que cumplió con sus palabras. Aun recuerdo cada palabra dicha y cada gesto frío y humillante de esa noche.
El día de la boda de Janni y Louis no pensé en ir. La noche anterior había roto con Armando por una discusión tonta, pero luego me dije a mi misma que ¿por qué debía perderme una boda por no tener acompañante? así que me fui sola. Allí por supuesto me conseguí a Allegra, que aun estaba embarazada, y a Liam. Me senté con ellos. Así conocí a su prima, que a pesar de ser amigas desde niñas, nunca conocí a Leah en persona, y a Arianna.
Durante la recepción, Liam me presentó a varios conocidos de su trabajo. Sin embargo, cuando saludó a Danilo Álvarez y fuimos presentados, mis ojos cayeron hechizados por sus ojos negros azabaches. No podía apartar mi mirada de él, a pesar que era observada por una mirada gélida. Danilo me miraba de forma fría, por lo que me puse muy nerviosa, además que por tan solo conocerlo, algo raro nació en mi. Tenía la ansiedad de conocerlo más.
Sin embargo, eso no fue posible. Durante toda la noche estuve bailando. Apenas terminaba una pieza de baile, cuando ya otro caballero me invitaba a bailar. Varios de ellos los conocía desde niña. Eran de la aristocracia europea y siempre coincidíamos en los bailes y reuniones sociales. Y aunque mi cuerpo estaba en la pista de baile, mi mente estaba en esos fríos ojos negros. Con la mirada lo buscaba con desespero y cuando lo hallé, mi corazón latió a mil por horas. Él me observaba con intensidad. Yo me puse tan nerviosa que perdí el paso del baile y me tuve que disculpar con mi pareja. Me escondí en el baño para calmar mis nervios y mis emociones revueltas. Ningún hombre me había mirado como él y lo peor, ninguno me había puesto tan nerviosa. Duré un tiempo allí hasta que salí de mi escondite y fuí hasta la barra para pedir una copa de champaña.
Para mi mala suerte, a los segundos llegó Danilo para pedir un escocés. Mi corazón latía aceleradamente y las manos me sudaban. Lo tenía tan cerca que podía oler su fuerte y embriagadora colonia. Él no me veía, pero tenía tantas ganas de hablar con él, que agarré coraje y lo saludé.
- Hola---Danilo me observó con sus fríos ojos que por unos minutos me arrepentí de haberlo hecho, sin embargo no me dejé aminalar-- soy Clare, la hermana de Liam Payne
- Si, lo sé---exclamó él con frialdad
- Y... ¿tu eres amigo de mi hermano desde hace mucho tiempo? Porque veo que conoces a Zayn, Harry y Louis, y ellos son así como inseparables--- estaba diciendo tonterias, pero cuando estaba muy nerviosa hablaba hasta por los codos. Danilo no me respondió, solo se quedó ahí viendome con intensidad. Yo tragué grueso. Él me ponía muy nerviosa. Desvié mi mirada a la pista y una loca idea cruzó por mi cabeza--- oye ¿no quieres bailar? He visto que desde que llegaste no has bailado---en el momento que esas palabras salieron de mi boca quise golpearme o lanzarme desde lo alto de un edificio. Me puse en evidencia con él. Ahora sabría que lo he estado mirando toda la noche. Sus ojos se achicaron un poco y luego se tornaron despectivos.
- ¿Y tu crees que bailaría contigo?---sus palabras me pusieron fría---¿has estado esperando que te saque a bailar?---sonrió con crueldad--- Yo no bailo con mujeres de sonrisa fácil que les gusta estar de hombre en hombre. Porque eso es lo que has estado haciendo desde que llegaste. Has bailado con casi todos los hombres de este lugar, ni siquiera te ha importado si son solteros o casados. Solo les sonríes de forma seductora y los muy tontos caen en tus redes. ¿No has notado como las mujeres te miran?---no podía ni respirar ante sus palabras--- No gracias, no quiero, ni deseo bailar contigo--- Él sonrió cruelmente y se acercó un poco--- por tus ojos se que me deseas. Lo han hecho desde que nos conocimos. Me han perseguido toda la noche. ¿No te bastan todos los hombres del lugar, no? No deseo ser otro más de tus trofeos masculinos---lo observé azorada--- y aunque sé que por tus ojos y tu cuerpo podemos tener unos minutos de sexo, no tengo ganas. Quizás más adelante, porque igual, tu cuerpo siempre me deseara y buscará. Lo dicen tus ojos---gemí ahogada--- Lo lamento querida, pero en estos momentos, al verte con tantos hombres tan solo me repugna el tan solo hecho de tocarte--- ahogué un sollozo. Su rostro cruel me sonreía de forma humillante.
- Eres repulsivo----exclamé sin casi voz
- Pero igual me deseas---respondió Danilo cruel--- lamentablemente para ti, puedo tenerte donde, cuando y como yo quiera---gemí por debajo y le di la espalda para salir corriendo del salón, para esconderme en los jardines. Recuerdo que esa humillante noche ha sido el peor recuerdo de mi existencia. Nadie, ni siquiera Allegra sabe lo que ocurrió entre Danilo Álvarez, Conde de Barrabás y yo. Lo oculté muy en el fondo de mi corazón y cada día odié a Danilo por humillarme de esa forma. Me trató como si fuera una prostituta. Y lo peor del caso es que con los hombres que había bailado eran amigos de la infancia y de la familia. Duré semanas con ese dolor humillante, aunque nunca lo dejé ver. En ese momento Allegra pasaba momentos críticos con su embarazo, así que me tragué eso y odie a Danilo. Solo al año me enteré que el Conde de Barrabas, era un conocido misógino español, que repelía a las mujeres.
Abrí los ojos y miré el mar. No importa. Danilo es agua pasada. Armando es agua pasada. No volveré a dejar que me humille ningún hombre. "Una nueva Clare Payne ha nacido" Sonreí triunfante.
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Derritiendo Tu Frío Corazón- N°5 Serie Amigos de la Realeza
Lãng mạnClare no entendía por qué aquel hombre de ojos negros como el azabache la odiaba tanto. Si ella no lo trataba. Ni siquiera cuando lo conoció en la boda de los amigos de su hermano, Janni y Louis. Esa noche cuando lo conoció, por primera vez en su vi...