Capítulo 12 "Noche descontrolada"

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Danilo abandonó la fiesta en segundos, me hizo subir a su auto y aceleró como si lo persiguiera unos ladrones. Yo solo lo podía ver con sorpresa. Danilo tenía apretada la mandíbula y solo veía hacia el frente. Ni siquiera me dedicó una mirada. Yo me puse muy nerviosa.

Cuando llegamos a la villa, Danilo se estacionó de golpe y salió con rapidez, yo apenas había abierto mi puerta cuando ya lo tenía al lado y me ayudaba a salir. Entelazo su mano con la mía y me llevó con prisa a la casa. Cuando cerró la puerta, se apoderó de mis labios y me pegó a la pared. Sus labios se comían los míos con desespero. Colocó sus manos en mi trasero y lo apretó a su cadera. Gemí de placer. Danilo subió mi vestido hasta mi cintura.

- Rodeame con tus piernas---hice lo que me pidió. En esa posición podía sentir mucho mejor su excitación. Ambos nos besábamos con desespero. Así como estábamos, Danilo camino con dificultad hacia mi habitación. Cuando cerró la puerta y colocó el seguro, me apoyó en ella y besó mi cuello. Yo le quitaba el corbatin y desabotonaba su camisa. Danilo bajó los tirantes de mi vestido y su boca se apoderó de mis senos. Gemí de placer. Yo movía mis caderas hacia su miembro. Perdí el control de todo mi ser. Solo lo quería a él. Lo ansiaba a él. Danilo gimió cuando moví mis caderas y sus movimientos fueron más bruscos---ya no puedo más, lo siento, ya no puedo controlarme---en la bruma de la lujuria, escuché sus palabras y cuando las entendí, ya Danilo se había bajado la cremallera de su pantalón y rompía con fuerza mis bragas. Me observó con deseo mientras invadía con fuerza salvaje mi interior. Grité por la impresión. Danilo se apoderó de mis labios y así como me invadía con fiereza con sus caderas, también lo hacía con su boca. Cada movimiento me llenaba más profundo. Sin saber que lo hacía arañe su espalda. La pasión nos consumía a ambos. Perdimos la razón. Yo recibía cada embiste de su cuerpo con deseo. Movía mis caderas buscando más de él. Danilo abrió más mis piernas y sus movimientos fueron más desesperados y acelerados. Trataba de hundirse más en mi. Podía sentir su descontrol y cuando él se corrió dentro de mi, sus fuertes gemidos hicieron que me viniera justo después de él. Grité de pasión al sentir esa liberación. Danilo seguió moviendo sus caderas paulatinamente mientras su cabeza se apoyaba en mi hombro. Yo hice lo mismo con él. Ambos teníamos la respiración agitada.

Ninguno de los dos dijo nada. Danilo quiso bajar mis piernas de su cintura, pero mi cuerpo se negaba a cooperar. Él suspiró y con delicadeza me ayudó a bajar. No lo quise ver a los ojos. Miré nuestros cuerpos y una tremenda vergüenza me inundó. "Ni siquiera nos quitamos la ropa" pensé mortificada. Me descalze los tacones y no supe que hacer o qué decir.

- Cariño mírame a los ojos---sorprendida por el apelativo, lo miré con los ojos agigantados. Danilo me observaba con intensidad. Desató el moño de mi cabello y gimió por debajo. Dio un paso hacia mi y sonrio con suavidad---eres muy hermosa---acarició mi mandíbula con uno de sus dedos y mi cuerpo se volvió a encender. Danilo se dio cuenta porque sus ojos brillaron de pasión y algo más que no pude descifrar. Se empezó a quitar la ropa con lentitud. Yo no podía apartar la mirada de sus movimientos. Parecía un felino moverse. Cuando estuvo completamente desnudo, no pude respirar. Era demasiado hermoso para la vista. Mi cuerpo y mi mente no reaccionaban. Danilo sonrió al ver mi rostro. Agarró una de mis manos y me dio la vuelta para bajar la cremallera de mi vestido. Cuando este cayó al suelo, quedé completamente desnuda ante sus ojos. Por el tipo de vestido no llevé brassier y él rompió mis bragas. Los ojos de Danilo despedían admiración y posesión. Me atacaron los nervios. Por un impulso me tapé, pero Danilo no me dejo hacerlo. Sonrió divertido--- ¿no crees que es un poco tarde para la timidez?

- Al no recordar nada de mi pasado, estar así frente a ti, es como si fuera mi primera vez---susurré avergonzada--- además de sentirme vulnerable---la mirada de Danilo fue intensa. Se acercó a mí y besó mis labios con dulzura. Me sentí pérdida ante su labios. Me cargo entre sus brazos y me llevó hasta la cama. Allí se dedicó a explorarme con su boca. Cada lugar que era acariciado por sus labios, dejaba rastros de calor. Cada centímetro de piel estaba sensible a sus acaricias.

- Lamento haberte tomado de esa forma. Perdí el control---comentó Danilo mientras bajaba por mi cuello besando mi piel---no merecías ese trato.

- No es la primera vez---susurré. Danilo alzó su mirada mientras besaba el valle de mis senos

- Tienes razón,  pero la diferencia esta en que ésta vez ambos llegamos al orgasmo, y lo disfrutamos. Esta vez haré que olvides ese episodio de nuestras vidas---exclamó él mientras se apoderaba de uno de mis pezones. Gemí de placer. Apoyé mis manos en su pecho y quise acariciarlo, pero me cohibi. Danilo me sonrio, agarró una de mis manos y la colocó en su trasero. Lo observé avergonzada---cariño no tengas miedo de tocarme, yo también deseo que tus manos acaricien cada parte de mi cuerpo, así como yo lo hago con el tuyo---dejé a un lado la timidez y me dejé llevar. Acaricié cada músculo de su cuerpo. Supe que siempre recordaría cada linea de su cuerpo, así me quedara ciega. Era como una obra de arte viviente. Cuando llegue a su parte íntima dudé, sin embargo, Danilo agarró mi mano y la llevó hasta su miembro, enseñándome como le gustaba que lo acariciara. Por unos instantes me sentí poderosa. Ver como Danilo cerraba los ojos y gemía de placer, me hacía sentir con poder. Danilo en segundos alzó mis brazos hacia arriba de mi cabeza y me abrió las piernas. Con su miembro acariciaba la entrada de mi vagina. Gemí frustrada---quiero que sepas que a partir de ahora eres total y completamente mía---sus ojos me observaban con pasion y posesion---En tu mente y en tus ojos no habrá más nadie sino yo. Cuando tu cuerpo necesite ser calmado, pensaras únicamente en mi. Eres mía. Toda tu, es mia---volvió a rozar su cuerpo y temble de deseo. Empuje mis caderas hacia arriba, pero Danilo se alejó---quiero escuchar de tus labios que eres mía---lo miré a los ojos. Supe que tenía razón.  Desde que lo conocí mi mente ya le pertenecía. Tanto mi cuerpo como mi alma son suyos. A pesar de todas las cosas lo amaba con locura.  Me alce un poco y susurré en sus labios.

- Soy total y absolutamente tuya Danilo, hasta el fin de los tiempos---rocé sus labios---te amo Danilo---él se apoderó de mis labios y me embistió con fuerza. Grité en su boca. Danilo se movía despacio y yo seguía su ritmo. Con cada movimiento sentía su poderosa fuerza. Él abrió más mis piernas tratando de entrar con mayor profundidad. Yo empujaba mis caderas también buscando una unión más fuerte. Los movimientos se aceleraron. Ambos gemíamos sin control. Abrí los ojos porque sentí su intensa mirada. Danilo me observaba triunfante y posesivo. Acaricié sus labios---te amo Danilo---Alcé las caderas y apreté mi vagina, por lo que el clímax fue arrasador. Danilo callo mis gritos con su boca, aceleró sus movimientos y se corrió dentro de mi. Mi boca callo sus fuertes gemidos, dijo algo que no entendí. Siguió moviéndose hasta que su cuerpo no dio más.  Ambos permanecimos abrazados. Danilo suspiró y me abrazo con fuerza sin siquiera salir de mi interior. Hizo apoyar mi cabeza en su pecho. Estar así me hacía sentir tranquila. Como si ese fuese mi verdadero lugar. El cálido cuerpo de Danilo me daba la sensación de hogar. Suspiré y sonreí.  Lo amaba. Cerré los ojos por el casancio, sin embargo sentí como Danilo besaba mi frente entrelazaba nuestras manos y nos arropaba con el cobertor.

Derritiendo Tu Frío Corazón- N°5 Serie Amigos de la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora