3

14 0 0
                                    

Domingo por la mañana, el mejor día y el más trágico también. El último día que todas las personas sentimos irse volando, el último día de descanso de toda una semana terrible. Y saber que regresarás a ese trabajo miserable, a las rutinas, a las tareas de los profesores más odiosos. Todo eso se siente en tan solo un día. Para mí es todo eso, pero hay una sola cosa que me fascina de los domingos.

Mis padres cada domingo lo hacen inolvidable, despertar temprano, ir a comer algún lado o mejor aún, ir de compras al super. Es mi parte favorita, ir en familia al super y dividir la lista e ir corriendo por las cosas, es una competencia muy dura.

Regresando del super hacían la comida mis padres y ponían música, se ponían a cantar o a bailar,miraba siempre esa escena y pensé... Eso quiero hacer con mi propia familia siempre.

Claro, con Raquel es muy distinto, la amo pero...no me llena de felicidad como yo quisiera.

Tocaron la puerta, desconcertado me levanté, al abrir una enorme sorpresa me llevé.

— Hola Elliot ¿Te alegra verme?— Raquel entró al departamento sin decir otra cosa y a su paso yo cerré la puerta.

— Oh... Claro que me alegra verte, solo estoy algo confundido. ¿Cómo supiste la dirección?

— Tú hermano es fácil de convencer, que bonito departamento, muy lujoso ¿ Cuándo pensabas invitarme?

— Pronto, pero necesitaba acoplarme a este lugar primero. Me siento en un lugar desconocido y estando solo es extraño.— se acercó a mí,besándome, acariciándome. A cualquier hombre le gustaría esto, pero a mí no. Me hace sentir violado o usado, a mi casa nunca fue, ni a visitarme alguna vez, después de rechazarla para tener relaciones nunca más fue.

— Vamos hacerlo, anda... Yo traigo los condones, estrenemos tú departamento

— Aún no Raquel, vamos a desayunar, te haré algo rico

— Quiero que me hagas algo rico a mi, no el desayuno.

Me jaló y me tiró en el sillón, se puso encima de mí y se quitó la blusa, siempre tuvo un cuerpo de Diosa, pechos impresionantemente firmes y no tan grandes, un abdomen donde se notaba el constante ejercicio que ella hace, las caderas sensuales que tiene pero aunque tenga todo eso... No logra excitarme.

Seguía besándome y yo hacía lo mismo, traté de excitarme pero allá abajo nada de nada. Se comenzó a mover de una manera impresionante pero ni con eso mi amigo se levantaba, se anima.

Metió la mano en mi pijama y en ese momento me quité, tirándola al suelo, en estas 2 veces que lo hemos intentado siempre termina ella en el suelo.

— Perdón... Anda no me siento cómodo aún, vayamos a desayunar o acompáñame a ir de compras y conocer los lugares aquí cerca, podemos desayunar en el balcón ¿Te parece?

— Llevamos 3 años juntos Elliot, y en ninguna ocasión me has intentado tocar, ni un faje has querido. Hago todo para tener una ocasión así y nunca hemos tenido sexo, me he aguantado mucho para no dejarte,de la escuela soy la más atractiva, propuestas me llueven siempre pero las rechazo por ti y tu no me das lo que quiero. Si quieres que esta relación siga y yo sea tu novia siempre tienes que tener relaciones conmigo, deja de ser tan cobarde— se fue y me quedé de nuevo solo, más tranquilo.

Sexo...odio que le digan sexo, así se llama estoy de acuerdo pero es algo más que sexo, no quiero decir sexo, odio decir ¡SEXO!

Tomé mi teléfono y le llamé a Fernando uno de mis pocos mejores amigos.

— ¡Hola amigo! ¿Qué tal tu nuevo departamento? ¿Me llamas para que vaya a tu fiesta?

— Eres un idiota, no pensaba hacer eso, solo quiero una reunión contigo, hablar , necesito hablar con alguien

— Vaya, se escucha eso muy niña desesperada, mándame la ubicación iré en seguida.

Colgué y preparé el desayuno y un poco de botana para los dos, me pregunto ¿Cómo pudo Raquel entrar?. Llamaron al teléfono de mi casa, había llegado Fernando y no lo dejaban pasar sin mi consentimiento.

— Vaya que tienen mucha seguridad aquí, el oficial no dejaba de verme y me pidieron muchos datos

— Tranquilo, te tendrán registrado ahora y podrás pasar fácilmente.— entramos a mi casa y se quedó helado como yo la primera vez.

— Vaya, amigo que departamento tienes, para nosotros que seremos arquitectos este lugar está de pelos, es precioso. No quiero ser un ñoño pero qué preciosa estructura tiene, está muy bien diseñado.

— No has visto la mejor parte — tomamos el desayuno y la botana, lo llevé al balcón.

— Me he enamorado de tu departamento, se lucieron tus padres, es la mejor parte ¿Crees que soportaría una piscina aquí arriba?

— Vamos amigo no haré estupideces, en el baño hay una tina grande, métete allí si quieres— reímos y comenzamos a comer.

— Explícame algo, Raquel es la mujer más atractiva de todas las chicas, vamos tus amigos se tocan cuando la ven ¿Eso no te dice nada?

— Eres un cerdo Fernando, sé que es hermosa, no comprendo por qué está conmigo. Es que ella no tiene lo que a mí me fascina.

— En verdad eres un idiota ¿Qué es lo que no tiene?

— Si lo supiera te diría pero... Ella es tan diferente a mí, no quiere hacer cosas conmigo que a mí me gustan, ir a caminar, hablar de nuestros sueños, de cosas estúpidas, preparar el desayuno, leer un libro juntos, bailar y cantar en la calle. Es estúpido y no es enfermo, pero no quiero estar con alguien que no escuche mis proyectos de vida y solo quiera escuchar gritos de orgasmos o chanclas por la casa ¿Entiendes?

— Eso siempre me asustó de ti, si no te conociera ahora mismo me iría de tu casa porque pensaría que eres gay, pero por desgracia mía te conozco, sé cómo eres pero amigo Raquel es una en un millón que chica te pide cosas así,nadie lo hace. Oh... Ya sé no sé te para, te dije que una vez que te la jales sería bueno, ve porno yo lo hago así aprendes cosas que a ellas les gusta.

— Eres un imbecil, ahora entiendo porque estás solo, no me entenderás y ella tampoco, tengo miedo de tener disfunción eréctil. No siento nada cuando me besa, ni cuando me toca la entrepierna, nada de nada amigo y es terrible. No me imagino como se siente ella.

— Deberías ir al doctor que te chequen tal vez tu vagina quiere salir por tu pene — le aventé la lata de refresco.

— Piensa bien las cosas, nadie se ha fijado en ti, Raquel fue la única y no lo entiendo yo soy más guapo que tú pero cada quien sus gustos. Debo irme amigo, una conocida mía viene de intercambio a la escuela y debo ir por ella.

— ¿Intercambio? No supe de eso nunca

— La escuela me informó de eso y al saber quién es pues no me negué a ir por ella, sabes que soy el director de la asamblea estudiantil, tengo que ir por ella al aeropuerto, se quedará conmigo. Tendremos una bienvenida muy fluida, muy ruidosa.

— En verdad me das asco, pobre chica ¿Cómo se llama?

— Isabel Navarro...

Todo O Nada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora