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— No sé por qué te enojas tanto Elliot, fue un simple regalo

— Regalo costoso, que yo no pude haber pagado

— Regalo costoso que ayudó a reconciliarte con tu novia fin del comunicado, tengo que colgar ya casi llego a tu casa. — colgué me aliste rapidísimo, tenía todo acomodado, lave mi ropa antes de que viniera, limpié porque era un asco aquí, envolturas en todos lados, ropa interior tirada en mi cuarto... Puff vivir solo es más difícil de lo que pensé.

¿En el comedor o balcón? ¿En el balcón o comedor? Pensé, en donde le gustaría  comer, así que decidí en el balcón y se veía más romántico que algo amistoso.
Tocaron el timbre y salí corriendo, y allí estaba ella, esa mujer loca, sin sentimientos pero a la vez llena de emociones. Traía un vestido rojo super pegado y no porque ella lo desea, su cuerpo se acomplaba al  vestido.

— Hola Elliot — me dijo sonriendo y enseñado una botella de vino.

— En verdad creo gastaste toda tu fortuna en ese regalo y en el vino— hice que entrara al departamento y caminamos al balcón

— Eres exagerado Elliot, yo tengo suficiente dinero, trabajo todo el tiempo y bueno si seremos amigos tengo que llevarme bien con tu novia, no quiero problemas.— llegamos al balcón y se quedó parada unos segundos, observando todo, sentía como si su corazón se hiciera chiquito, se desvaneció enfrente de mi.

— ¿ Estás bien ? — la mire y ella no giro para verme también.

— Este lugar fue idea mía, tú papá no dio más dinero para este espacio dijo que fuera de todos los departamentos, pero no era posible, así que decidí que fuera una sorpresa, pensé que sería para él pero...lo hice más como para mí, este lugar lo hice a mi modo, lo que necesito, lo que siento. ¿Lo sentiste al verlo?  Puedes ser la personas más sola, apartada, sin amigos lo que tú quieras pero estando aquí no te sientes solo, te siente lleno de felicidad, puedes estar acompañado de las estrellas, del viento, de estas flores que te escuchan a ti y a tu dolor y solo eso importa... Perdoname si es algo grosero de mi parte haberte dicho esto.

— No, tranquila es lo mismo que pensé yo cuando llegué aquí, de hecho por eso nunca invito a nadie.

— ¿Y por qué me invitas a mi? — me miró, demonios nunca pensé en eso ¿Por qué?. No tengo ni la menor idea yo de eso.

— Porque...contigo se siente otra soledad— sonrío y nos sentamos a comer.

— ¿¡UNA FIESTA DE PINTURA!? Me sorprende  Elliot te ves tan tranquilo como para hacer ese tipo de cosas, ojalá fuera como tú...

— ¿Cómo yo? Vamos Isabel eres la chica más espontánea, más atrevida que he conocido.— me miró por unos segundos y se sirvió demasiado vino.

— Pues seré todo eso pero por dentro estoy podrida— de un solo trago se acabó el vino y se sirvió más, estaba siendo una persona mala, no paré su forma de beber, sabía que si lo hacía se iría o podría ya no decirme nada.

— ¿Por qué dices eso? Tienes un alma muy blanca, debo admitir que tienes muchos secretos pero mala persona no eres.

— Dile eso a mi padre, a mi madre, a mis hermanos o a los tipos que golpeo

— ¿Tipos que golpeas?... ¿De qué hablas Isabel?— se sirvió más vino.

— No lo entiendo... Doy todo, me arriesgo por ellos, me parto en mil pedazos, daría mi vida por ellos y simplemente para ellos yo soy... Yo soy... N-A-D-A. ¿Puedes creer que mi hermano se casó y no me invitó? Toda mi familia fue, ¡mi mejor amiga fue! Y yo llegué a la boda pensando qué tal vez se le olvidó pero no Elliot... Me dijo "no quise invitarte porque lo arruinaras"— traté de no abrazarla y dejar que siguiera, pensé que lloraría.

— Y lo arruine, sin ser invitada lo arruine, después de eso mi hermano su compañía quebró, no tiene nada ahora, solo a mis padres pero ellos también le dieron la espalda y yo pude saborear todo eso, verlo sufrir como a mí me hizo sufrir ahora no se que hace pero gracias a mis dotes pude quebrar toda su vida.

— Isabel... ¿ Por qué hiciste eso?

— ¿Y por qué no hacerlo Elliot? Tú crees que toda la vida es flores y mariposas, pero ve la realidad... Tienes que verla, algún día te van a engañar, te van estrujar, te van a clavar un cuchillo atravesando todo tu cuerpo. Así me hicieron ellos, estar sola es lo mejor que me pudo pasar, soy feliz. Sola...sin nadie que me quiera, yo no sé querer Elliot...no se hacerlo— le tomé la mano y me miró.

— Sé que me vas a lastimar Elliot... Lo sé, se que todos lo hacen, cuando yo confío.

— Te prometo que no lo haré, no te lastimaria después de esto. — me abrazó, fue un abrazo muy muy fuerte, donde quise unir todos su pedazos pero lo que no sabía es que ella, ya no tenía pedazos que unir.

—Bailemos, vamos a bailar, es viernes debemos festejar que somos libres un rato, y el domingo donde todos nos sentimos miserables regresamos a la normalidad— se levantó y me jaló para bailar con ella. La canción es lenta, nunca había estado tan cerca de ella como hoy, pero sentí que este baile en vez de unir nuestra amistad nos hacía más deprimentes... No me gusta eso pero ella es así, deprimente, me hace sentir triste todo el tiempo.

Se alejó de mi al terminar la canción, se veía desubicada, el vino ya había hecho efecto solo me miró sin decirme nada por un largo rato, me pasó por la mente que me iba a besar y no sabría que hacer sin embargo me puso su mano en la mejilla y sonrió — Eres un buen amigo, debo irme— me soltó y como pudo trató de caminar pero se resbaló, no dejaba de reírse.

— No puedes irte así Isabel te vas a quedar aquí, vamos a mí cuarto

— ¿Me vas a violar Elliot? Porque sería un tremendo gusto que lo hagas

— Eso nunca lo haré Isabel, vamos camina

— Yo sé que eres bueno en la cama, se nota y sería muy bueno probar que si lo eres, tienes un cuerpo muy atractivo para mí

— Gracias por el halago Isabel, pero no es lo correcto, estás diciendo locuras — no dejaba de reírme, la primera borrachera que tengo con ella y yo estando sobrio, la acosté en mi cama y me alejé, pero ella me tomó de la mano.

— No me dejes Elliot, odio dormir con diferentes personas cada día y después de eso sentirme sola, ven acuéstate conmigo será en plan amistoso...por favor — la mire y no quise rechazarla, ya sufrió bastante. Me acosté y se quedó completamente dormida, la mire hasta que yo igual me quedé dormido.

Todo O Nada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora