Kendall Mason es el heredero del imperio millonario más grande de todo el país, tiene fama y poder, ya que también es el futuro heredero al reino de Romanova.
Sin contar el hecho de ser el chico más intimidante y popular de todo el colegio, es tanta...
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Sali de la ducha envuelto en una toalla y mire a la chica que terminaba de vestirse y arreglarse el cabello.
-¿Vas a ir a la fiesta?-me pregunto mientras terminaba de vestirme.-Y no me digas que no, por que te garantizo que no te dejo salir de aquí hasta que no digas que si.-Sus intimidantes ojos verdes me observaron con detenimiento.
Así era ella siempre exigiendo cosas a diestra y siniestra, tan diferente a ... Saque el recuerdo de mi cabeza y respondo.
-Si, si voy a ir.-le dije terminando de arreglarme a lo que ella sonrió .-Pero primero tengo algo más que hacer, te veré allá -le prometí y seguidamente le besé la frente.
Malorie asintió y luego me dispuse a abrir la puerta.
Y ahi estaba ella, con su cabello castaño y ojos cafe. Su sonrisa se amplio pero al notar a la chica detrás nuestro esta decayó y cuando notó la cama desordenada esta se convirtió en una mueca.
-Yo...Yo solo.-Su voz titubeo y la vi tragar saliba-Te traje las tareas.-me extendió los cuadernos.
Abrí la boca dispuesto a explicarme pero la voz chillona de Malorie me recordó que no podía hacerlo.
-Oh bien hecho.-le dijo a Annie dándole un golpecitos en la cabeza como si de un cachorro se tratara.-Ahora que tenemos las tareas de la semana no habrá excusa para faltar.-me advirtió mientras salía de la habitación.
Annie y yo nos quedamos en silencio mientras Malorie desaparecía por el pasillo.
-¿Necesitas decirme algo más?-me atreví a preguntar mientras me aclaraba la garganta y cerraba la puerta detras de mi. Ella asintió levemente y de su bolsillo sacó una pequeña tarjeta "Saint Thomas Hospital " se leía en esta. Pensar en asistir me causaba taquicardia, pero era necesario que ambos asistiéramos.
-El avión estara aqui el domingo a mediodía, ya hable con la directora y reanudáremos clases el martes - su mirada era timida y yo sabia que no era al unico que le dolia tener que asistir-Bueno te veo luego.
Lo pensé un instante, era una locura y sabia que tal vez ella lo rechazaría pero igualmente decidí actuar.
Mi mano se cerro al rededor de su brazo y ella se detuvo para mirarme.
-Esta noche hay una fiesta y quiero que vengas.-le dije con voz tranquila, pero al ver que pensaba negarse decidí hablar con firmeza.-Necesito que vengas, es una orden.
No se sentía bien obligarla a hacer algo que no quería, pero definitivamente ella necesitaba distraerse tanto como yo. Era viernes asi que no quedaba mucho antes de que ambos debiéramos enfrentar la realidad.
-Esta bien, te veré en el estacionamiento del edificio en una hora- murmuro y seguido de esto se soltó de mi agarre. Siempre había admirado a Annie por ser tan fuerte, por que mientras el resto se escondía de los problemas ella los enfrentaba con la cara en alto. Pero desde que el accidente había ocurrido... Tenia miedo, miedo de que su armadura se estuviese rompiendo y ella se perdiera. Por que si ella se perdía yo me ahogaría.
