Mis manos se pierden en las curvas de su cuerpo, sus besos y los míos se mezclan para formar lo más bello en mi vida.
Sus gemidos son como música para mis oídos mientras me dejó embriagar por el vaivén de nuestros movimientos.
No sé que tiene Annelise Ward que pierdo hasta la última parte de mi cordura.
Hago cosas que no debería, nada de lo que digo o hago están en el protocolo que me inculcaron mis padres.
Si para poder estar con ella eternamente debo dejar el trono, entonces no quiero ser el rey, prefiero mil veces que alguien más se haga cargo de dicha responsabilidad.
Ese pensamiento siempre inunda cabeza cuando la tengo así de cerca, cuando el calor de su cuerpo me conforta, su aroma me embriaga y me vuelvo adicto a ella.
Pero luego vuelvo a mi dolorosa realidad aquella de la que nunca podría escapar, mi deber está antes que cualquiera de mis deseos.
Y es jodido tener que anteponer un reino y una empresa por encima de las personas que amas.Las embestidas aceleran y Annie da la vuelta a la situación quedando sobre mi regazo.
Instintivamente mis manos trazan caricias desde su cintura hacia su espalda, pero justo cuando mi mano roza su omóplato está suelta un gemido doloroso haciendo que detenga todos mis movimientos.—¿Te he lastimado? —le pregunto pero ella no me responde, simplemente baja la mirada.—Annie...¿Quieres que me detenga? —
Ella asiente y de forma casi dolorosa baja de mi regazo y cubre su desnudes con una sábana.—Es mejor que me vaya de aquí su majestad.—su labio inferior tiembla y parece estar librando una batalla interna consigo misma.—No se por que permití que todo esto pasará.—dice de manera preocupada. Retrocede lentamente y se deja caer en una esquina de la habitación y entonces la escucho sollozar, se a roto de eso no hay duda y temor de preguntar qué le pasa es principalmente por qué tengo miedo de darme cuenta que todo es mi culpa.
Y sin embargo... Sé que lo es, me dolieron las palabras de Zac por qué son parte de una realidad que no puedo cambiar.
La humillación y el tratarla mal 24/7 han cobrado su factura. Ella ya no es mi Annie y sin embargo no hay mucho que pueda hacer para recuperarla.
Mientras mi abuela tenga el poder yo sólo cumpliré con sus órdenes, por más doloroso que sea, es lo mejor para Annie y para mantener todos sus sueños intactos.—Annie... ¿Hay algo que no sepa?—le digo poniendome de pie e intentando acercarme a ella, ella sigue en el suelo balbuceando cosas que no se entienden muy bien por culpa de las lágrimas y sin embargo alcanzo a distinguir un "todo esto es mi culpa, yo me lo he buscado"
Ella parece reaccionar y se pone de pie de un saltó
—Debo volver a mi dormitorio.— voy detrás de ella y veo el ascensor abrirse y la tomo del brazo.
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Príncipe Sádico
Ficção AdolescenteKendall Mason es el heredero del imperio millonario más grande de todo el país, tiene fama y poder, ya que también es el futuro heredero al reino de Romanova. Sin contar el hecho de ser el chico más intimidante y popular de todo el colegio, es tanta...