changbin sentía que no existía.
¿era posible?
no era algo ocasional, no era sólo en su hogar. sus padres ignoraban su llegada cuando regresaba a casa, sin preguntarle cómo le había ido en el colegio. en la escuela tampoco le hacían caso de todos modos.
pero iba más lejos que eso. a veces se paraba en frente de la caja registradora de los restaurantes de comida rápida, y la persona no le atendería hasta que él tuviera que reclamar. como si no existiera, como si su presencia no fuera algo notorio.
changbin se preguntaba cómo sería desaparecer.
¿cómo reaccionarían sus padres si un día no llegaba a dormir?
¿qué le diría su hermano?
no quería saber la respuesta.
no sabía que le dolía más, pero sabía que estaba cansado. cansado de sentirse inexistente, y cansado de ser notado sólo por las cosas negativas. él quería hacer sonreír a alguien, quería que la gente se sintiera feliz en su presencia, quería ser extrañado. deseaba que alguien pensara en él al ver gatitos callejeros, esos que siempre deseaba adoptar pero no podía. o que alguien le enviara una canción diciendo que al escucharla creyeron que le gustaría.
pero uno podía pasar toda su vida deseando algo, y de todos modos, no conseguirlo. es por eso que se resignó. sólo esperaba que las cosas mejorasen algún día. quería graduarse pronto y aunque estaría obligado a ir al colegio al que iba woojin, nadie tenía porqué enterarse de que eran hermanos.
la mirada de culpa y dolor que el mayor le dirigió cuando changbin le exigió guardar su parentesco como un secreto le revolvió el estómago. pero hay cosas que tenían que hacerse, y no pensaba repetir el infierno que había vivido esos tres años. había tenido suficiente.
conoció a jisung en un mal momento de su vida, pero eso no impidió que el castaño lo quisiera con todo su corazón. sus tardes de soledad en su habitación se volvieron tardes entre risas y comentarios sarcásticos en un parque. jisung no sabía que su changbinnie era hermano pequeño de woojin, y el pelinegro no pensaba decirle.
las cosas sí habían mejorado. nadie lo molestaba ya, y no veía a su hermano en la escuela casi nunca. la gente seguía sin notar su presencia, pero con la amistad de jisung le bastaba. luego conoció a bang chan. era un chico tan cálido y confiable que al instante conectaron. descubrieron que amaban la música, los tres se hicieron más unidos; fue ahí cuando decidieron que podían componer canciones. no como algo serio, pero como un pasatiempo.
changbin encontró su catarsis en las letras, en los ritmos, en los versos. todos los días, escribía al menos un párrafo para alguna canción. y empezó a guardarlo todo en una libreta. pronto, en menos de seis meses, se trataba de un libro con exactamente cuarenta y dos de canciones donde él reflejaba su alma. se sentía orgulloso, y apoyado por sus mejores amigos.
woojin también componía música, se enteró en una comida familiar. normalmente changbin se abstraía, comía en silencio porque sus padres jamás le preguntaban nada y a él no le interesaba oír de woojin y de chismes vecinales. pero la palabra música le llamaba instintivamente.
"¿música, cariño? siempre supimos que cantas como un verdadero ángel. nos hace feliz que hayas encontrado algo que te apasione." el corazón de changbin se había acelerado, pero no fue hasta que alzó su mirada que lo notó. no le hablaban a él. por supuesto que no le hablaban a él.
"gracias, llevo bastantes años... en serio, varios, y no había decidido hacerlo público. pero por fin con mi grupo vamos a empezar a hacer presentaciones." changbin rió sin ánimos, siempre un paso por detrás de su hermano.
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Next door. [Changlix]
Fanfictionfelix ni siquiera hablaba apropiadamente coreano, pero necesitaba la beca y eso requería horas enteras de estudio. parecía que al chico que vive a su lado no le importa, porque siempre tiene una maldita canción a todo volumen retumbando hasta su cua...