v e i n t i c i n c o.

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era un día especialmente frío. no se esperaba nada menos a principios de noviembre, y la verdad es que a felix no le molestaba. los climas fríos eran una de sus cosas favoritas, mejor que el calor pegajoso y abrumador. ese día en específico el australiano se sentía muy nostálgico. estaba nevando y él se encontraba paseando por las oscuras calles alumbradas sólo por farolas cada tantos metros.

aún recordaba la mirada que changbin le había dirigido cuando dejó su apartamento esa tarde. ellos no peleaban, en realidad. preferían hablar las cosas con calma. esa vez no había sido la excepción, pero pese a eso, felix había dejado ese lugar con un sabor amargo en la garganta. no entendió cuál había sido el problema, porque para él no era un gran asunto.

felix siempre había sido una persona sociable y amistosa, a dónde fuera, él hacía múltiples amistades. su novio lo sabía mejor que nadie, y aunque eran diferentes, eso es lo que los había juntado en primer lugar. se detuvo en frente de la pequeña cafetería acogedora y dirigió su mirada al cielo, un copo de nieve cayendo sobre sus pecas y derritiéndose ante el calor que su piel irradiaba.

"¿pero por qué tienes que ir?" murmuró changbin sentado en su cama, mirando al suelo fijamente.

"¿no lo entiendes, binnie? no tengo que ir, es sólo que quiero..." sus palabras no habían sido de ninguna manera con la intención de herirlo, pero la mirada en su rostro le indicaba que eso es lo único que había conseguido. tragó saliva sintiendo un pinchazo de culpa atravesarle. "¿por qué te molesta tanto? es agradable, sólo quiero que seamos amigos."

changbin negó con la cabeza sin contestarle nada, y felix suspiró. podía quedarse, podía decirle a hyunjin que algo se había presentado, que ya no podía ir y listo. pero eso... ¿dónde dejaría eso su relación?

salió del departamento dándole un suave beso en los labios al mayor.

entró al lugar con una sonrisa. había hecho lo correcto. no podía condicionar su relación así. ellos no se decían a quién podían hablarle o cuándo podían salir con amigos. esa no era una relación saludable, y aunque eso hiriera a su novio de momento, sabía que a la larga estaba cuidando de su relación.

vio al otro chico ya esperándolo en una mesa y le saludó agitando la mano mientras se acercaba a él. tomó asiento justo en frente y hyunjin le acercó una malteada de vainilla que ya le esperaba en la superficie.

"¿cómo supiste?" alzó las cejas con sorpresa y una sonrisa de incredulidad. dándole un largo trago, disfrutó del líquido dulce y algo espeso.

"¿saber qué?" replicó el pelinegro con una sonrisa de lado. sus ojos se desviaron a la mesera, que llegó a su mesa con una segunda malteada, ésta de fresa. "gracias." la chica se alejó y felix siguió con sus ojos la manera en la que hyunjin tomó la cereza de encima de la crema batida y la llevó hasta sus labios. "¿felix?"

"eh... q-que cómo supiste que la malteada de vainilla era mi favorita." aclaró su garganta, con una risa nerviosa tomó la cereza y la metió a su boca, entonces empezó a anudar el tallo con su lengua.

"tienes cara de fanático de la vainilla y las cosas dulces." se encogió de hombros y dándole un trago más a su malteada, se recargó en el respaldo, observándole y poniéndole un poco incómodo. "dicen que si eres capaz de hacer un nudo con el tallo, es porque eres buen besador."

felix sintió que se atragantaba, escuchó las carcajadas de hyunjin y se sintió avergonzado, sus mejillas poniéndose rojas. había logrado anudar el tallo, pero por algún motivo que desconocía, no quería que el chico lo supiera. así que hizo lo que sus instintos le indicaron.

se tragó el puto tallo.

le dio un sorbo a su malteada y hyunjin alzó una ceja con curiosidad.

"¿te tragaste el tallo, felix?" le preguntó con diversión tiñendo su voz. "bueno, te lo tragaste, creo que eso indica tus habilidades en otros aspectos."

"¡hyunjin!" las risas de ambos chicos llenaron el lugar, y de ese modo el tiempo voló. incluso si había veces en las que el pelinegro lograba incomodar o avergonzar a felix, se sentía a gusto. quizá hyunjin buscaba algo más que una amistad, pero felix no era idiota y sabía poner límites.

"entonces... ¿cuánto tiempo llevas saliendo con changbin?" le preguntó casualmente y felix no pudo evitar sonreír un tanto idiotizado.

"once meses. a finales de diciembre cumplimos un año." contestó con orgullo y una enorme sonrisa.

"oh, eso es mucho tiempo. supongo que se tienen mucha confianza."

"pues, duh... claro que sí."

"¿lo sabes todo de él?" la mirada en el rostro del otro era seria y felix sintió el ambiente tensarse.

"no lo creo."

"¿estás seg- ¿qué?" hyunjin parecía sorprendido con su respuesta y felix sonrió de lado intentando ocultar la preocupación que empezaba a sentir.

"que no creo conocer todo de él. sí, somos pareja, pero seguimos siendo individuos independientes. no soy nadie para quitarle su privacidad." le dio un último trago a su malteada, acabándosela y tronando sus nudillos. "él me tiene confianza, yo le tengo confianza. sé que, si es algo relevante, él me lo contará. fuera de eso, no hay necesidad de que me cuente todo."

hyunjin se quedó en silencio viéndolo, su mirada empezaba a cambiar, pero el australiano no podía definir qué pasaba por su mente. finalmente, el pelinegro se acabó su malteada y habló.

"eres muy distinto a lo que imaginaba, felix."

"¿jisung te habló de mí?" sintió escalofríos repentinamente.

"no." le respondió extrañado, poniéndose de pie y dejando el dinero de la cuenta en la mesa. felix imitó sus acciones. "¿por qué habría de hacerlo?"

ambos se quedaron de pie bajo la nieve y el cielo color azabache. felix sopló en sus manos para calentarlas y frunció el ceño.

"dijiste que era distinto a cómo imaginabas. pensé que no sabías de mí hasta que nos presentaron."

hyunjin le regresó la mirada con sorpresa.

"uh... no, quiero decir... yo... da igual. me la pasé bien contigo hoy, felix."

el mencionado asintió, tratando de dejar pasar esa extraña conversación.

"yo también, hyunjin. gracias por invitarme."

el pelinegro dio un paso más cerca de él y felix se tensó. sentía su respiración caliente chocando contra su rostro, pero felix se mantuvo en su lugar. tenía que marcar los límites ya mismo.

"¿qué haces, hyunjin?"

"yo no estoy haciendo nada. ¿qué haces tú, felix?" eso último fue casi un susurró contra sus labios. sentía la mirada de hyunjin fija en su boca, y se vio tentado a dar un paso atrás. pero no, no lo iba a dejar ganar.

"estoy despidiéndome de mi amigo, porque ya es tarde y debo ir a casa con mi novio." murmuró con una sonrisa de medio lado.

hyunjin no pareció afectado por su comentario, y con ambas manos rodeó su cintura. ese chico era uno de los pocos amigos que le sacaba unos centímetros de altura, y eso de alguna manera lo intimidaba un poco.

"hyunjin, amo a mi novio. así que éste soy yo, dejándote en claro que no me interesa serle infiel, mucho menos contigo."

no quería ser tan directo, pero él no le dejaba otra opción. sin embargo, hyunjin se acercó a su oído, apretando su cintura un poco más. esta vez, felix puso sus manos en los hombros del otro, listo para empujarlo con fuerza si intentaba cualquier cosa.

"y éste soy yo, dejándote en claro que no me importa." se alejó de él, dejando a felix boquiabierto. nunca se había encontrado en una situación parecida. ¿hyunjin acababa de rechazar... su rechazo? "espero podamos vernos pronto, felix. vuelve a casa a salvo."

lo vio darse media vuelta e irse con un paso tranquilo. felix negó con la cabeza, yéndose al lado contrario. quería llegar a casa pronto.

no notó que había algo en el bolso de su gabardina que no le pertenecía.

Next door. [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora