changbin sabía que había bastante gente que creía que felix era infantil, poco maduro y hasta idiota. también sabía que él no era nada de esas cosas, y eso es uno de los motivos por los que cada día se enamoraba de él. después de por fin contarle las cosas que lo acechaban, y cumpliendo tres meses de relación, estaba frente a su mayor miedo.
él mismo.
¿quién no se tiene aunque sea un poco de miedo?
aunque se negó mil veces, felix logró hacerle ver que no podía seguir reprimiendo todos sus traumas, fobias, y demás. y sobre todo que, si llegó tener a tener depresión, ansiedad o ataque de pánico, no importa cuánto se amaran, tarde o temprano regresarían.
porque el amor de alguien más no es suficiente para curar una enfermedad o un trauma emocional. eso es algo que sólo el amor propio puede.
y es así como decidió acudir a un especialista, hablarle todo, resolver sus problemas, liberarse de esa carga. tenía nervios, claro que sí. estaba cagándose en sus pantalones, sí. pero también estaba listo, porque no sólo quería ser la mejor versión de sí mismo para felix, chan o jisung. quería serlo para él mismo.
quería sentir que merecía la felicidad que estaba recibiendo, y quería esforzarse por más. quería sacar la tristeza y el dolor de su pecho por fin.
quería empezar, pero no desde cero, no desde un lienzo en blanco. su lienzo era todo menos blanco, estaba lleno de manchas oscuras y tenía sangre derramada en él. pero quería empezar una obra maestra encima, porque él era todo un artista, y no había pinturas más hermosas y coloridas que sus amigos y lee felix.
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Next door. [Changlix]
Hayran Kurgufelix ni siquiera hablaba apropiadamente coreano, pero necesitaba la beca y eso requería horas enteras de estudio. parecía que al chico que vive a su lado no le importa, porque siempre tiene una maldita canción a todo volumen retumbando hasta su cua...