v e i n t i s e i s.

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changbin vio cómo felix salió a su encuentro con hyunjin y se le hizo un nudo en la garganta. se sintió mal, culpable e infantil. no debió pedirle que se quedara, porque después de todo, ser su pareja no le daba derecho de condicionarlo o mandarle. pero sintió desesperación cuando escuchó a su novio decir que hyunjin le había invitado a platicar.

claro, platicar. cuando se conocieron pensó que estaba siendo paranoico. pero después de la semana anterior, estaba seguro de que no tenía nada que ver con inseguridad o celos. 284 mensajes en unas horas. un escalofrío le recorrió toda la columna vertebral al recordar el veneno pasivo-agresivo (o más bien agresivo-agresivo) que se derramaba de los mensajes del nuevo.

decir que tenía miedo era una manera de ponerlo. y no era miedo de que su novio lo dejara por él. bueno, quizás eso un poco. pero su verdadero gran temor es que hyunjin convenciera a felix de que él era una mala persona. trataba con toda su fuerza de voluntad de salir adelante. de dejar los pensamientos negativos atrás. los malos hábitos. pero desde hace siete días esas palabras quemaban en su cerebro con fuerza.

felix, no te molesta salir con un asesino?

él no era un maldito asesino. no lo era, no lo era, no lo era, no lo era. se lo repitió recostándose en su cama, una camisa enorme de felix cubriendo su delgado cuerpo. lo único que quería en ese momento era sentir los brazos de felix a su alrededor, tomando su cintura con firmeza, besándolo lentamente y derritiendo sus miedos con amor. cuando felix llegó, changbin seguía sin poder conciliar el sueño. pero algo lo llevó a permanecer con los ojos cerrados, queriendo evitar una conversación donde él iba a acabar disculpándose. era una persona orgullosa, y quería posponerlo hasta el día siguiente.

felix se sentó al borde de la cama y acarició su mejilla tan delicadamente que pudo haber sido confundido con el aleteo de una mariposa. changbin casi deja escapar una sonrisa ante esto, pero entonces felix suspiró y las ganas de sonreír se fueron en el viento junto al suspiro. se vio tentado a abrir los ojos y preguntarle a su novio qué andaba mal, pero felix empezó a contarle a su no-tan-dormido novio.

"tenías razón. él no quiere sólo mi amistad." parecía que le costaba bastante admitirlo, incluso si se lo estaba contando a alguien (aparentemente) dormido. "le dejé todo claro, lo nuestro. pero no pareció importarle mucho..." El australiano sonó inseguro de qué decir a continuación, el silencio expandiéndose en el cuarto con tensión. "él en serio me agrada."

changbin sintió el aire dejar sus pulmones, pero antes de reaccionar de alguna manera, la mano de felix delineaba sus facciones. empezando por su mandíbula y siguiendo hasta sus labios y pómulos.

"fuck..." el menor susurró en lo que changbin identificó como su lengua natal. "i love you so much, binnie. you are my angel, everything i want."

a esto le siguió silencio y changbin sintió la cama moverse sin el peso de felix. escuchó sus pasos por el departamento y su ropa caer al suelo.

"creo que lo mejor será que le diga que ya no nos debemos ver más. no lo conozco demasiado aún, y no sé lo que es capaz de intentar." eso fue a penas un balbuceo que hubiera sido imposible de oír en cualquier momento de la tarde, con todo el ruido de la calle. pero a esa hora de la noche, en pleno invierno, sólo podías oír los copos de nieve caer fuera de la ventana.

"quizá es algo apresurado, quizá lo estoy juzgando mal y... p-pero no importa." un suspiro más, y sintió a felix tratar de abrirse un espacio a su lado. "no importa, binnie, porque eres lo que más me importa en este mundo, y con tal de cuidar nuestra relación, sería capaz de mil cosas y más." susurró contra sus labios antes de besarlo castamente y por fin, por fin, abrazar su cintura, dejando a changbin esconder su rostro en el hueco de su cuello y soltar un sonidito de aprobación.

con el calor de su pareja rodeándole, pudo dormir con facilidad. despertó al día siguiente de mejor humor, una sonrisa perezosa adornando sus facciones. observó al chico con pecas frente a él y su mirada se volvió soñadora. no tenía más de veinte años, pero podía decir con seguridad que quería pasar mucho más tiempo junto a él. su corazón se aceleraba ante la sola idea de estar con él varios años.

se levantó y trató de preparar el desayuno. terminó frustrándose y sirviendo cereal con leche. le gustaba cocinar, pero las cosas no solían salirle bien al hacerlo. una vez casi incendió su manga. desayunó leyendo un libro y cuando terminó, su mirada se detuvo en felix, que seguía descansando en la cama. vio su gabardina y sus pantalones en el suelo y negó con la cabeza sonriendo. felix era una persona muy desordenada.

dobló sus pantalones y los colocó en la cajonera, antes de tomar un gancho para colgar su gabardina. de ésta cayó un papel y frunció el ceño. la colgó antes de regresar por el papel, probablemente era una nota de compras o algo.

no lo era.

estaba firmada por hyunjin. las siete letras de su nombre en el papel lo estaban poniendo nervioso, y casi salta cuando escuchó la (oh dios) voz realmente ronca de felix, aún más áspera en las mañanas frías.

"¿mi amor?" se dio la vuelta con el papel en mano y lo vio a los ojos. "¿qué haces ahí parado, binnie? hace mucho frío, vuelve a la cama." el corazón del mencionado se calentó (no sólo su corazón) y una sonrisa tonta se plasmó en su cara.

"estaba ordenando tu ropa y..." comenzó a explicar antes de que la risa grave de felix le pusiera la piel de gallina.

"perdona, juro que sí trato de ser más ordenado. ahora ven, te voy a hacer entrar en calor." una sonrisa de medio lado adornó la hermosa cara del menor y sólo con esas palabras, changbin ya se sentía acalorado. puso la nota en la mesa de noche sin darle mayor importancia y se metió a la cama con su novio.

se metió debajo de las cobijas y permitió al más alto darle besos por toda la cara, causando que éste soltara pequeñas risas. las risas cesaron cuando los besos continuaron bajando y empezaron a recorrer su cuello, sonidos húmedos llenando el ambiente. changbin sentía los dientes de felix adueñarse de su piel, su boca caliente succionando áreas específicas y adornando su piel con un tono rojizo.

"siempre despiertas tan-" un jadeo dejó sus labios cuando felix tomó su cintura y lo hizo chocar con su cuerpo, sintiendo la fricción de sus cuerpos excitados.

"no puedes culparme, despierto todas las mañanas con el amor de mi vida a mi lado, quien resulta ser el chico más guapo y caliente que existe." le susurró al oído y changbin sintió sus ojos aguarse por la felicidad que lo recorrió. tomó los hombros de felix y se sentó sobre sus caderas, montándolo. "¿todo bien, binnie?"

"más que bien" contestó juntando sus bocas y recorriendo el torso de felix por debajo de su camiseta. las frías yemas de changbin rozando la caliente piel de felix eran suficiente motivo para causarle escalofríos de placer al menor, pero no fue el único motivo de estos.

los besos de felix bajaron por sus clavículas y pronto changbin se vio despojado de su playera. los besos recorrieron su torso, dejando unas cuántas marcas rojas aquí y allá. en poco tiempo ambos se encontraban tal y como vinieron al mundo, entregándose al otro y al placer. en la habitación sólo se podían escuchar jadeos, gemidos y el sonido característico de los besos, formando una preciosa melodía.

después de lo que se sintió como siglos, la pareja se recostó respirando aceleradamente y compartiendo sonrisas.

"changbin, me gustas más que las malteadas de vainilla."

"pero a ti te gustan mucho, amor."

"es porque me gustas mucho."

changbin soltó una carcajada llena de felicidad y se levantó de la cama sin ropa. pudo sentir la mirada intensa de felix recorrerlo y le sonrió.

"voy a bañarme."

dio un par de pasos en dirección a la ducha antes de oír a felix tratar de levantarse y no pudo contener una risita.

"¡yo te ayudo!"

negó la cabeza con diversión y cerró la puerta del baño detrás de felix.

la nota de hyunjin cayó detrás de la mesa de noche en algún momento.

Next door. [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora